domingo, 20 de agosto de 2023

MIÉRCOLES 13 DE SEPTIEMBRE DEL 2023

2 OPCIONES

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Colosenses 3,1-11
1Por tanto, si habéis resucitado con el Mesías, buscad lo de arriba, donde está el Mesías sentado a la derecha de Dios; 2estad centrados arriba, no en la tierra. 3Moristeis, repito, y vuestra vida está escondida con el Mesías en Dios; 4cuando se manifieste el Mesías, que es vuestra vida, con él os manifestaréis también vosotros gloriosos.

5En consecuencia, extirpad lo que hay de terreno en vosotros: lujuria, inmoralidad, pasión, deseos rastreros y codicia, que es una idolatría; 6eso es lo que atrae el castigo de Dios sobre los rebeldes. 7Entre ellos andabais también vosotros cuando vivíais de esta manera; 8ahora, en cambio, despojaos de todo eso: cólera, arrebatos de ira, malevolencia, insultos y groserías, ¡fuera de vuestra boca! 9Dejad de mentiros unos a otros, ya que os despojasteis del hombre que erais antes y de su manera de obrar 10y os vestisteis de ese hombre nuevo que por el conocimiento se va renovando a imagen de su Creador; 11y aquí no hay más griego ni judío, circunciso ni incircunciso, extranjero, bárbaro, esclavo ni libre: no, lo es todo y en todos Cristo.

EXPLICACIÓN.

Muertos a lo rudimentario, hay que buscar lo de arriba, de donde viene la vida: allí está su autor y prototipo. Él es el punto de referencia. Estad centrados: el verbo gr. phronéô, (derivado de phrên, "diafragma"), no denota sólo el pensamiento consciente, sino también la tendencia, la fuerza que orienta el ser (cf. Flp 3,19); la tendencia del cristiano es hacia Cristo, y de ese centro parten las líneas de fuerza. El cristiano posee ya la vida definitiva; la salvación está ya concedida; el último acto será su manifestación pública (Rom 8,17.18) (3,1-4). 

Nuevas relaciones interpersonales: actitud con el prójimo antes y ahora. Extirpad, lit. "matad; lo que hay de terreno, lit. "los miembros que están sobre la tierra". No pueden centrarse en el placer sexual ni en la codicia egoísta; el dinero se convierte en el dios del hombre (idolatría) (5-9). El cristiano es un hombre nuevo, un miembro de la nueva humanidad; pero no de modo estático, sino en continuo desarrollo (10). En la nueva humanidad, las diferencias de raza, religión, nacionalidad o estado social no constituyen privilegio; extranjero, en griego, "bárbaro", el que habla una lengua desconocida; bárbaro, lit. "escita", que se aplicaba a pueblos no civilizados (11).

SALMO. 145,2-3.10-13.
2Todos los días te bendeciré 
alabaré tu nombre por siempre jamás. 
3Grande es el Señor, muy digno de alabanza, 
su grandeza es insondable. 
10Que te alaben, Señor, todas tus creaturas, 
que tus leales te bendigan,
11que proclamen la gloria de tu reinado, 
que cuenten tus hazañas,
12explicando tus hazañas a los hombres, 
la gloria y majestad de tu reinado.
13Tu reinado es un reinado eterno,
tu gobierno, de generación en generación.  
Explicación.
145,2 "Siempre": en el horizonte mundano del autor: cfr. Sal 30,13.
145,3 Primer hemistiquio: Sal 48,2; 96,4 ambos relacionados con la realeza divina. Segundo hemistiquio: Is 40,28; Job 5,9; 9,10. Cuanto sigue será un esfuerzo por alabar lo inmenso y encarecer lo insondable. 
145,10 La alabanza de todas las criaturas es el tema del salmo 148. De ellas se destaca el grupo de los "leales" o vasallos.
145,11-13 Los versos centrales recogen el título inicial, "Rey mío" e insisten en él. El salmo no piensa en un rey terreno ni en un territorio nacional con su capital: acepta la situación que precede y sigue a la monarquía. En compensación, se coloca en un reino más glorioso: divino, universal y perpetuo. En este puesto falta el verso de la letra N. Las versiones antiguas suponen un texto semejante al v. 17: "El Señor es de fiar en todas sus palabras, es leal en todas sus acciones". 
Transposición cristiana.
Puesto en boca de Cristo y de la Iglesia, enriquece el sentido de los predicados que el Hijo tributa al Padre y la Iglesia dedica a su rey, Jesucristo.  
 EVANGELIO. Lucas 6,20-26.
20 Jesús, dirigiendo la mirada a sus discípulos, dijo:
- Dichosos vosotros los pobres,
porque tenéis a Dios por rey.
21 Dichosos los que ahora pasáis hambre,
porque os van a saciar.
Dichosos los que ahora lloráis,
porque vais a reír.
22 Dichosos cuando os odien los hombres y os excluyan y os insulten y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hombre.
23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que grande es la recompensa que Dios os da; pues lo mismo hacían sus padres con los profetas.
24 Pero, ¡ay de vosotros, los ricos,
porque ya habéis recibido vuestro consuelo!
25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis repletos,
porque vais a pasar hambre!
¡Ay de los que ahora reís,
porque vais a lamentaros y a llorar!
26 ¡Ay si los hombres hablan bien de vosotros, pues lo mismo hacían sus padres con los falsos profetas!

EXPLICACIÓN.

Primera parte del sermón del llano (cf. Mt 4,25-8,1), dirigida a los discípulos. Propone dos horizontes, uno de felicidad (20-23), el otro de desdicha (24-26), invirtiendo los valores de la sociedad. A una situación presente (pobreza / riqueza) corresponde la contraria en el futuro.

Los pobres sufren (21), pero en el reino de Dios (la nueva sociedad) saldrán de esa situación (el cambio se hará mediante la práctica del mensaje de Jesús). Los ricos se desentienden de ese dolor (25); al excluirse del reino de Dios, su futuro será la miseria y el llanto. Inversión de la situación social, según lo anunciado por María (1,51-53), pero no por la violencia ni la imposición.

Persecución contra los que optan por la pobreza, por parte de la sociedad cuyas bases minan; alegría, pues este género de vida los lleva a la plenitud humana (por causa del Hombre). Recompensa, el reinado que Dios ejerce sobre ellos. La persecución, sello de la autenticidad (22s). La aprobación de la sociedad significaría que habían falseado el mensaje (26). Pobres: los que optan por construir una sociedad justa, eliminando la causa de la injusticia, la riqueza; ricos: los que quieren mantener la injusticia. Dios está con los primeros.

La pobreza que se padece en la sociedad, y que comporta hambre y dolor, no tiene más salida verdadera que la sociedad alternativa a la que invita Jesús (el reino de Dios); buscar la solución 4n la riqueza es condenarse a la miseria futura.

2ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Efesios 4,1-7.11-13.
CARTA A LOS EFESIOS.
1En consecuencia, un favor os pido, yo, el prisionero por el Señor: Que viváis a la altura del llamamiento que habéis recibido; 2sed de los más humilde y sencillo, se pacientes y conllevaos unos a otros con amor. 3Esforzaos por mantener la unidad que crea el Espíritu, escuchándola con la paz. 4Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y un Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos.
              7Pero cada uno hemos recibido el don en la medida en que el Mesías nos lo dio. 
11Y así, fue él quien dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, 12con el fin de equipar a los consagrados para la tarea del servicio, para construir el cuerpo del Mesías, 13hasta que todos sin excepción alcancemos la unidad que es fruto de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, la edad adulta, el desarrollo que corresponde al complemento del Mesías.

EXPLICACIÓN.

El tema de la unidad, expuesto anteriormente, lleva a la exhortación. La unidad es fruto del Espíritu y exigencia ineludible del llamamiento cristiano. La actitud de humildad y amor paciente es esencial, para impedir que la unidad sea destruida por los defectos ordinarios (2-3). Motivos profundos de la unidad (4-5); sobre todos, gr. epi pántôn, cf. Rom 9,5; entre todos, gr. dia pántôn, expresa una relación con todo el cuerpo de la comunidad, a través de la cual se difunden el influjo y la fuerza de Dios; en todos, gr. en pâsin, más individual, indica la habitación de Dios en cada uno (6).

             Pasa de la relación con la comunidad como un todo a la relación con los individuos. La unidad no significa uniformidad; es dinámica, fruto de la colaboración de todos en la tarea común, cada uno con el don que ha recibido (7).

 Los dones miran a la construcción de la nueva comunidad humana, el cuerpo/pueblo del Mesías. Apóstoles no designa a los Doce, sino a todos los que tienen el carisma de fundar comunidades y educarlas en la fe; profetas, los que, inspirados por el Espíritu, transmiten a la comunidad mensajes del Señor; evangelistas, predicadores itinerantes; pastores, responsables que cuidad de la comunidad (cf. 1 Pe 2,25, de Jesús); maestros, los que proponen y explican el mensaje de Jesús. Unidad, madurez, desarrollo pleno, cuya meta es la condición de Jesús Mesías (11-13). 

Salmo: 40,2.4.7-11
LIBRO DE LOS SALMOS.

2 Yo esperaba con ansia al Señor:
se inclinó a mí y escuchó mi grito.
4 Me puso en la boca un canto nuevo
de alabanza a nuestro Dios.
Muchos al verlo quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.
7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
9 que he de cumplir tu voluntad:
y yo lo quiero, Dios mío,
llevo tu instrucción en las entrañas.
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.
11 No me he guardado en el pecho tu justicia,
he anunciado tu verdad y tu salvación,
no he negado tu lealtad y fidelidad
a la asamblea numerosa.

Explicación.

40,2 La forma enfática traduce la expectación, casi la impaciencia del aguardar.

40,4 "Poner en la boca" es fórmula de alcance profético: Dt 18,18; Jr 1,9; 5,14.

40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.

40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.

40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.

40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.
Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.

Evangelio: Marcos 4,1-10.13-20 o Marcos 4,1-9
EVANGELIO DE MARCOS. ÍNDICE.
1De nuevo empezó a enseñar junto al mar. Se congregó alrededor de él una multitud grandísima; él entonces se subió a una barca y se quedó sentado, dentro del mar. Toda la multitud se quedó en la tierra, de cara al mar, 2y se puso a enseñarles muchas cosas con parábolas. En su enseñanza, les dijo:
3-¡Escuchad! Una vez salió el sembrador a sembrar. 4Sucedió que, en la siembra, algo cayó junto al camino; llegaron los pájaros y se lo comieron. 5Otra parte cayó en el terreno rocoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida, 6pero cuando salió el sol se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 7Otra cayó entre las zarzas: brotaron las zarzas, la ahogaron, y no llegó a dar fruto. 8Otros granos cayeron en la tierra buena: a medida que brotaban y crecían fueron dando fruto, produciendo treinta por uno y sesenta por uno y ciento por uno.
9Yañadió:
-¡Quien tenga oídos para oír, que escuche! 

Aparte de Jesús con sus seguidores (Mt 13,10-23; Lc 8,9-18)

10Cuando se quedó a solas, los que estaban en torno a él ) le preguntaron con los Doce la razón de usar parábolas.
13Les dijo además:
 -¿No habéis entendido esa parábola? Entonces, ¿cómo vais a entender ninguna de las otras? 14El sembrador siembra el mensaje. Estos son «los de junto al camino»: aquellos donde se siembra el mensaje, pero, en cuanto lo escuchan llega Satanás y les quita el mensaje sembrado en ellos. 16Estos son «los que se siembran en terreno rocoso»: los que, cuando escuchan el mensaje en seguida lo aceptan con alegría, 17pero no echa raíces en ellos, son inconstantes: por eso, en cuanto surge una dificultad o persecución por el mensaje, fallan. 18Otros son «los que se siembran entre las zarzas»: éstos son los que escuchan el mensaje, 19pero las preocupaciones de este mundo la seducción de la riqueza y los deseos de todo lo demás van penetrando, ahogan el mensaje y se queda estéril. 20y ésos son «los que se han sembrado en la tierra buena»: los que siguen escuchando el mensaje, lo van haciendo suyo y van produciendo fruto: treinta por uno y sesenta por uno y ciento por uno.

Explicación.

(4,1-9): Jesús no se acobarda ante la oposición oficial y vuelve a enseñar en público. El mar, paso a los pueblos paganos (cf.  1,16; 2,13; 3,7a). Mientras enseña a un grupo, se acerca una gran multitud, necesariamente de descontentos con el sistema, con el que Jesús ha roto públicamente, pero penetrada aún por la ideología del judaísmo (se congregó, cf. 1,33). Jesús interrumpe su enseñanza, sube a una barca (no suya) y comienza de nuevo a enseñar, pero de otra manera, como había hablado a los letrados (3,23: comparaciones/parábolas). Tiene así en cuenta la ideología de la multitud, que ve en él un caudillo para su lucha contra el sistema injusto y capaz de liberar a Israel de la opresión. 

Comenzar por una exposición abierta del mensaje, basado en la entrega personal y en la constitución de una sociedad nueva y universal, la alejaría para siempre. La asimilación, si se produce, ha de ser lenta. La exhortación inicial: Escuchad (3), recuerda la llamada a Israel de Dt 6,4. El sembrador representa a Jesús.

Aparte de Jesús con sus seguidores. Aparecen los dos grupos: a) los Doce (= Israel mesiánico, cf. 3,13-19) Y b) los que estaban en torno a él (los seguidores no israelitas, cf. 3,32.34).

Estos últimos se unen a los Doce para preguntar a Jesús el motivo de hablar en parábolas. Piensan que el mensaje es accesible a la multitud; no ven diferencia entre ellos y la gente (10). 

No han entendido la parábola, porque no se esperaban que Jesús hablase de disposiciones interiores, sino de acción exterior (13). Los cuatro terrenos son cuatro disposiciones del hombre ante el mensaje:

- No lo deja penetrar (cf. 10,46ss) (Satanás, la ideología/ambición de poder lo neutraliza y no deja huella). 

- Lo acepta superficialmente, sin compromiso serio (cf. 14,27-31). 

- No renuncia a la ambición de dinero (cf. 10,26). 

- Lo hace propio y da fruto (14-20).

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