viernes, 18 de febrero de 2022

14 DE MARZO

 Primera Lectura. Daniel 9,4-10.

4Oré y me confesé al Señor, mi Dios: Señor, Dios grande y terrible, que guardas la alianza y eres leal con los que te aman y cumplen tus mandamientos: 5Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos.

6No hicimos caso a tus siervos los profetas que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, padres y terratenientes.

7Tú, Señor, eres justo; a nosotros nos abruma hoy la vergüenza: a los habitantes de Jerusalén, a judíos e israelitas, cercanos y lejanos, en todos los países por donde los dispersaste por los delitos que cometieron contra ti.

8Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti.

9pero aunque nosotros nos hemos rebelado, el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona.

10No obedecimos al Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por sus siervos los profetas. 

Explicación.

9,4-19 La plegaria penitencial pertenece a un tipo bien conocido, del que son ejemplos Esd 9; Neh 9 y Bar 1,15-38, y cuyo antecedente es Sal 50-51. Se trata de un pleito bilateral entre dos partes unidas por un compromiso. Una parte reprocha a la otra su incumplimiento, hasta que ésta lo reconoce y pide perdón. La presente plegaria incluye un repaso histórico y está poblada de citas y reminiscencias. 

9,4 Véanse Ex 34,6; Dt 7,9; 1 Re 9,23. 

9,5 Especialmente Jeremías: 7,25; 25,4; 26,5; 29,19; 35,15; 44,4. 

9,7 La "vergüenza" es la confusión del reo convicto y confeso. 

9,9 Cambio de dirección: el Señor, parte inocente, tuvo razón para castigar, pero tiene capacidad para perdonar (Sal 130).

Salmo. 79,8-9.11.13.

8No nos imputes los delitos de los antepasados.
Que tu compasión se apresure a alcanzamos, 
pues estamos agotados.
9Socórrenos, Dios Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre.
Líbranos y expía nuestros pecados, 
en atención a tu nombre. 
11Llegue a tu presencia el lamento del cautivo, 
con tu brazo poderoso
salva a los condenados a muerte. 
13y nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, 
te daremos gracias siempre,
contaremos tus glorias
generación tras generación. 
Explicación.
79,8-9 Confesándose culpables, apelan a la compasión de Dios y al honor de su nombre. Los pecados de los antepasados se han acumulado bajo los pecados recientes (Is 65,7), "nuestros": los antiguos que Dios los olvide, los recientes que los "expíe". Estos tres versos son una confesión penitenclal resumida: puede verse ampliada en Esd 9; Neh 9-10; Dn 3 y 9; Bar 1,15-3,8.
79,8 "No imputes" o no recuerdes: con valor judicial: Is 43,25; Jr 31,34. 

79,9 Sobre "expiar", además de los textos litúrgicos de Lv y Nm, pueden consultarse Is 6,7; 22,14; 27,9.  
79,11 Los cautivos se consideran "condenados a muerte" (1 Sm 20,31; 26,16) o formalmente o por el trato que reciben. A no ser que se refiera a un grupo entre los cautivos. 
79,13 El título "ovejas de tu rebaño" se lee en dos textos clásicos de pastores: Jr 23,1 Y Ez 34,31. 

Transposición cristiana.

El Apocalipsis recoge dos temas del salmo: los cadáveres sin enterrar y la venganza de los asesinados: Ap 11,7; 6,9. Piensa en un juicio final o definitivo, con oposiciones netas, sin intermedios. La Iglesia perseguida recita el salmo confesando sus pecados y pidiendo la justicia necesaria para liberar a las víctimas inocentes.   
 Evangelio. Lucas 6,36-38.
36 Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
37 No juzguéis y no os juzgarán, no condenéis y no os condenarán, perdonad y os perdonarán,
38 dad y os darán: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante; pues la medida que uséis la usarán con vosotros.

EXPLICACIÓN.
Compasivos, benevolencia universal (Sal 103,8; 111,4) (36). Por eso, no erigirse en censor de los demás; la indulgencia obtiene indulgencia; el perdón obtiene perdón (37); la generosidad obtiene generosidad. Son aspectos del amor; al ejercerlo con los otros, el hombre abre sus puertas al amor de Dios. Por eso, la medida del don divino la señala el hombre mismo (38).

13 DE MARZO

 Primera Lectura. Génesis 15,5-12.17-18

5Y el Señor lo sacó afuera y le dijo:
-Mira al cielo; cuenta las estrellas si puedes.
Y añadió:
-Así será tu descendencia.
6Abrán creyó al Señor y se le apuntó en su haber.
7El Señor le dijo:
-Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los Caldeos para darte en posesión esta tierra.
8Él replicó:
-Señor, ¿cómo sabré que voy a poseerla?
9Respondió el Señor:
-Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.
10Abrán los trajo y los partió por en medio colocando una mitad frente a otra, pero no descuartizó las aves. 11Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrán los espantaba.
12Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
17El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
18Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos términos:
-A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río (Éufrates):

Explicación.

15,12 Job 4,12s.

Salmo.27,1.7-9.13-14

1 El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
el Señor es baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?
7 Escucha, Señor, mi voz que te llama,
ten piedad de mí, respóndeme:
8 -"Buscad mi rostro".
Mi corazón te dice:
-Yo busco tu rostro, Señor:
9 no me ocultes tu rostro.
No apartes con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me rechaces, no me abandones,
Dios de mi salvación.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

Explicación.

27,1 Los tres títulos de Dios son un programa. Luz: Sal 36,10: Salvación Sal 18,3.47; baluarte Sal 31,3.5. Sobre el temor: Jr 1,17; Is 51,12.

27,7-8 El texto es difícil, y los autores cambian la vocalización o el orden. En efecto: "buscad mi rostro" sólo lo puede decir el Señor: cfr. Os 5,15; 2 Cor 7,14. Yo traslado y tomo esa frase como texto de "respóndeme"; y coordino dos verbos de decir: "respóndeme - le dice mi corazón". El orante quiere escuchar de Dios la invitación que normalmente dirige a la comunidad; al oírla, replica que ya la está cumpliendo, que la cumpla también el Señor.

27,9 La "ira" responde al pecado y anula confianza. Con todo, el salmista no confiesa pecados ni pide perdón; solamente deja pasar por la mente y salir por los labios, para conjurarla, esa terrible posibilidad.

27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.

27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.


Segunda Lectura. 2 OPCIONES. Filipenses 3,17 -- 4,1 o 3,20 -- 4,1

17Hermanos, seguid todos mi ejemplo y tened siempre delante a los que proceden según el modelo que tenéis en nosotros, porque andan por ahí muchos... 18¡Cuántas veces os los he señalado, y ahora lo hago con lágrimas en los ojos, a esos enemigos de la Cruz del Mesías! 19Su paradero es la ruina, honran a Dios con el estómago y ponen su gloria en sus vergüenzas, centrados como están en lo terreno.
20Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos como salvador al Señor Jesús, el Mesías; 21él transformará la bajeza de nuestro ser reproduciendo en nosotros el esplendor del suyo, con esa energía que le permite incluso someterse el universo. 4 1De modo que, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, mis amigos, manteneos así fieles al Señor.

EXPLICACIÓN.

3,17-4,1. Una vez explicada su postura, Pablo se pone como ejemplo (17). Enemigos de la cruz del Mesías (18), como en 3,2, los judíos; eran éstos quienes se gloriaban de sus vergüenzas, es decir, de la circuncisión; honran a Dios con el estómago (19), lit. "su Dios, el estómago"; se trata, en el caso de los judíos, del valor supremo que atribuyen a las prescripciones sobre alimentos; la traducción procura evitar el malentendido; centrados, cf. Col 3,2; en lo terreno, los ritos y observancias sobre cosas materiales.

La realidad cristiana, en contraste con lo anterior. Somos ciudadanos del cielo, condición actual del cristiano: en la esfera divina o "cielo" está Jesús, objeto de su adhesión, de ella ha recibido el Espíritu que impulsa su vida. Esta ciudadanía ha de ser consumada. Mantiene Pablo su concepción de la venida del Mesías, aunque ya sin el aspecto de inminencia (cf. 1 Cor 7,29); la esperanza de la futura gloria se apoya en el conocimiento de la fuerza de Jesús exaltado, y estimula a la fidelidad (3,20-4,1).

Evangelio. Lucas 9,28-36

28 Ocho días después de este discurso se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió al monte a orar.
29 Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos refulgían de blancos.
30 En esto, se presentaron dos hombres que conversaban con él: eran Moisés y Elías,
31 que se habían aparecido resplandecientes y hablaban de su éxodo, que iba a completar en Jerusalén.
32 Pedro y sus compañeros estaban amodorrados por el sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
33 Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
- Jefe, viene muy bien que estemos aquí nosotros; podríamos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
No sabía lo que decía.
34 Mientras hablaba, se formó una nube y los fue cubriendo con su sombra. Al entrar en la nube se asustaron.
35 Y hubo una voz de la nube que decía:
- Éste es mi Hijo, el Elegido. Escuchadlo a él.
36 Al producirse la voz, Jesús estaba solo. Ellos guardaron el secreto y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

EXPLICACIÓN.

El éxodo del Mesías. 28-36. Ocho días ("seis" en Mt 17,1 y Mc 9,2, aludiendo a la creación del hombre) en relación con el mundo definitivo, la tierra prometida inaugurada con la muerte-resurrección de Jesús ("siete", número de la creación visible: "ocho", más allá de esta creación). Menciona a Juan antes que a Santiago (cf. 8,51; no en 5,10; Mt 17,1; Mc 9,2): en Lc, Pedro y Juan serán protagonistas en la primera comunidad.

Oración de Jesús: los tres discípulos más señalados deben comprender la índole de su mesianismo (9,21) (28s). El monte, cf. 6,12. Dos hombres (30), Moisés y Elías, que aparecerán de nuevo (24,4; Hch 1,10); representan la Ley y los profetas (el AT); que conversaban con él, como Moisés con Dios en la tienda, para recibir instrucciones (Éx 34,35); la validez o caducidad de los escritos del AT se juzga a partir de Jesús; éxodo (31): liberación definitiva, la muerte-resurrección, a partir de Jerusalén (centro que ejerce la opresión); así se cumplirá lo anunciado en el AT.

Sueño de los discípulos (32), como antes de la Pasión (22,45); aferrados al nacionalismo judío, se desentienden del contenido de la visión, no quieren saber de la muerte de Jesús. Pedro quiere asegurar la permanencia de Moisés y Elías; intenta integrar el mesianismo de Jesús en las categorías del AT (tres chozas, alusión a la fiesta de las Chozas, de carácter fuertemente mesiánico) (33).

La nube (34), símbolo de la presencia divina; reacción, el miedo, como en el AT (cf. 1,13.30; 2,10; 5,10). La voz del cielo corrige a Pedro: sólo han de escuchar a Jesús; el AT no puede dirigirse directamente a los discípulos, sino sólo a través de Jesús (35). Los discípulos no quieren que otros sepan eso (36).

12 DE MARZO

 Primera Lectura. Deuteronomio 26,16-19.

16>>Hoy te manda el Señor, tu Dios, que cumplas estos mandatos y decretos. Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma.
17>>Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: "Que él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos y escucharás su voz".
18>>Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones: "Que serás su propio pueblo -como te prometió-, que guardarás todos sus preceptos, 19que él te elevará en gloria, nombre y esplendor por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor", como ha dicho>>.

Explicación.

26,16 Cláusula final del cuerpo legal: corresponde a 12,1.

26,17-19 Ratificación formal y bilateral de la alianza, formulada por las dos partes, por medio de un mediador. Por la forma se podría pensar en una alianza entre iguales; el contenido y todo el contexto del libro desmienten la supuesta paridad.
               Cada una de las partes propone y acepta un compromiso doble, mutuo: ofrece y exige a la otra parte. El Señor propone ser el Dios de Israel y exige obediencia a sus mandatos; el pueblo ofrece ser el pueblo de Dios y exige que Dios lo honre y consagre.
              Hay que observar el puesto que ocupa esta fórmula de ratificación: después de la introducción histórica y el decálogo (1-5) de la sección parenética (6.11) del cuerpo legal (12-26); antes de las bendiciones y maldiciones que completan la alianza. Hay que colocar estos versos junto a Éx 24 y Jos 24.

Salmo. 119,1-2.4-5.7-8.

1Dichosos los de conducta intachable, 
que siguen la voluntad del Señor.
2Dichosos los que guardan sus preceptos 
y lo buscan de todo corazón. 
4Tú mandaste que tus decretos
se observen exactamente. 
5Ojalá estén firmes mis caminos 
para cumplir tus órdenes.  
7Te daré gracias con sincero corazón 
cuando aprenda tus justos mandamientos. 
8He de guardar tus normas:
no me abandones del todo. 
Explicación.
119,1-8 La primera estrofa es programática. Abre el salmo con una bienaventuranza (Sal 1; 32) Y lo coloca entero en la esfera de la verdadera felicidad; la consecuencia llega en el v. 6: "no fracasar" equivale a tener éxito.
Se dirige a Dios en segunda persona (4) y desea "buscarlo" (2), afirmando desde el comienzo la relación personal con Dios. Es Dios quien "ha mandado" la ley; el hombre la cumple "de corazón", para recorrer el "camino" de la vida. 
Transposición cristiana.
Muchos títulos, símbolos o privilegios atribuidos en el judaísmo a la tora son atribuidos en el NT a Jesucristo: luz, agua de la roca, camino, etc. Por tanto, donde leemos ley o mandato podemos pensar en Jesús como Mesías. Como los relatos del Pentateuco son también tora, así y mucho más lo es la vida de Cristo. La lectura se facilita usando la clave del "camino". Jesús se lo apropia como norma de conducta y vía de acceso al Padre, al cual añade los de verdad y vida, también presentes en el salmo. Con su conducta y enseñanza nos enseña "el camino auténtico de la vida".  
Evangelio. Mateo 5,43-48.

43 Os han enseñado que se mandó: "Amarás a tu prójimo..." (Lv 19,18)  y odiarás a tu enemigo.
44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen,
45 para ser hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos.
              46 Si queréis a los que os quieren, ¿qué recompensa merecéis? ¿No hacen eso mismo también los recaudadores? 
47 Y si mostráis afecto sólo a vuestra gente, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen eso mismo también los paganos?
48 Por consiguiente, sed buenos del todo, como es bueno vuestro Padre del cielo.

EXPLICACIÓN.

Amarás a tu prójimo (42, Lv 19,18); odiarás a tu enemigo, principio esenio (cf. Sal 139,19-22). (43) Como Dios creador no discrimina, lo mismo sus hijos (44s). No pueden conformarse al uso de la sociedad (46s). Con la frase final (48) Jesús descalifica la "perfección" propuesta por los letrados, basada en la observancia de la Ley. Lo que hace al hombre perfecto (bueno del todo) y semejante al Padre es el amor que no conoce excepciones.

11 DE MARZO

 Primera Lectura. Ezequiel 18,21-28.

21Si el malvado se convierte
de los pecados cometidos
y guarda mis preceptos
y practica el derecho y la justicia,
ciertamente vivirá y no morirá.
22No se le tendrán en cuenta
los delitos que cometió,
por la justicia que hizo vivirá.
23¿Acaso quiero yo la muerte del malvado
-oráculo del Señor-
y no que se convierta
de su conducta y que viva?
24Si el justo se aparta de su justicia
y comete maldad,
imitando las abominaciones del malvado,
no se tendrá en cuenta la justicia que hizo:
por la iniquidad que perpetró
y por el pecado que cometió morirá.
25Objetáis: No es justo el proceder del Señor.
Escuchad, casa de Israel:
¿Es injusto mi proceder?
¿No es vuestro proceder el que es injusto?
26Cuando el justo se aparta de su justicia,
comete la maldad y muere,
muere por la maldad que cometió.
27Y cuando el malvado se convierte
de la maldad que hizo
y practica el derecho y la justicia,
él mismo salvá su vida.
28Si recapacita y se convierte
de los delitos cometidos,
ciertamente vivirá y no morirá.

Explicación.

18,21-28 Del sucederse de las generaciones pasamos al sucederse de dos etapas en la vida de dos individuos: el justo que se vuelve malvado, el malvado que se vuelve justo. Si bien condiciona, el pasado no determina, no aprisiona al hombre: es posible superarlo. Pero no hay simetría en la alternativa propuesta, ya que el justo pecador puede convertirse de nuevo. La simetría queda rota por la voluntad de Dios, según el principio fundamental propuesto en el v.23.

18,23 Cumbre del capítulo. Mensaje de esperanza y exigencia: véanse Sab 1,13; Jn 10,10; 1 Tm 2,4-6; 2 Pe 3,9.

18,25 La objeción puede ser de los resignados al fatalismo o de quienes temen la exigencia de conversión. Objeción y respuesta componen una especie de pleito o debate con Dios. En el proceder injusto de los desterrados se incluye su manera de juzgar la justicia de Dios. Todo desemboca en una exhortación final, palabra de Dios que, al invitar, hace posible el nuevo comienzo. Cuatro veces interpela Dios a la "Casa de Israel": ya no la llama Casa Rebelde.

Salmo. 130,1-8.

1Desde lo hondo te grito, Señor,
dueño mío, escucha mi voz. 
2Estén tus oídos atentos
a mi petición de gracia.
3Si llevas cuenta, Señor, de los delitos, 
dueño mío, ¿quién resistirá?
4Pero el perdón es cosa tuya
y así te haces respetar.
5Aguardo al Señor, lo aguarda mi alma, 
esperando su palabra;
6mi alma a mi dueño,
más que el centinela a la aurora.
7Espera Israel en el Señor, 
como el centinela a la aurora,
que la misericordia es cosa del Señor
y es generoso redimiendo.
8ÉI redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Explicación.
130 Género estiloPetición de perdón personal, que se abre a la esperanza colectiva. Es uno de los siete salmos penitenciales: 6, 12, 38, 51, 102, 130, 143. No concreta ni el pecado ni el castigo. El recurso típico del salmo es el encadenamiento: se repiten palabras o frases a manera de ecos, de resonancias. Se puede ensayar una ejecución dialogal.
Son temas correlativos el aguardar y el perdón. Primero es Dios quien vigila, atento a cualquier infracción: léase Job 7,19s; 13,27. El hombre, al contrario, vigila y aguarda la llegada de un Dios liberador: como se aguarda la aurora, que es hora de relevo, tiempo clásico de gracia. El perdón supone en el hombre el pecado; aquí son "los delitos" y la "hondura", que para los hebreos era realidad negativa. Supone en Dios actitud y actos: misericordia, perdón, redención; como algo propio de él, que le toca a él.
130,1 Lo hondo es lo incomprensible, impenetrable, inescrutable. Para el orante una situación trágica, o su conciencia de pecado, ¿o su condición humana? Lo contrario de los montes de Sal 121 y 125. Sola la voz puede alzarse de la hondura y, por condescendencia divina, alcanzar a Dios.
130,2 La petición se lee en textos tardíos: 2 Cr 6,40; 7,15.
130,3 "¿Quién subsistirá?" es pregunta retórica, de respuesta negativa. Es probable que el orante generalice dentro de su contexto nacional; pero la frase puede ampliar su radio hasta abarcar a todo hombre: cfr. Job 14,4. El pecado corroe la consistencia humana.
130,4 Es competencia tuya exclusiva. Solo el soberano o la parte inocente puede concederlo. Porque el hombre pecador depende totalmente de Dios para el perdón (Sal 65,4), debe "respetar" a Dios con humilde "reverencia" .
130,5 Como se reserva el derecho, se reserva el tiempo, y al hombre toca esperar, aguardar.
130,7 “Misericordia” hace eco al “perdón” del v.4. “Redención”: en sentido estricto equivale a rescate; en sentido amplio, a liberación.
130,8 Este es el único caso en que la "redención" tiene como objeto los "delitos".
Transposición cristiana.
Un buen comentario se puede leer en Rom 7. Heb 4,16 nos invita a acercarnos al ''tribunal de la gracia". Los antiguos contemplaban en la mañana la resurrección de Cristo. 

Evangelio. Mateo 5,20-26.

20 porque os digo que, si vuestra fidelidad no se sitúa muy por encima de la de los letrados y fariseos, no entráis en el reino de Dios. 
21 Os han enseñado que se mandó a los antiguos: "No matarás (Éx 20,13), y si uno mata será condenado por el tribunal". 
22 Pues yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será condenado por el tribunal; el que lo insulte será condenado por el Consejo; el que lo llame renegado será condenado al fuego del quemadero.
                  23 En consecuencia, si yendo a presentar tu ofrenda al altar, te acuerdas allí de que tu hermano tiene algo contra ti,
24 deja tu ofrenda allí, ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; vuelve entonces y presenta tu ofrenda.
                 25 Busca un arreglo con el que te pone pleito, cuanto antes, mientras vais todavía de camino; no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que no pagues el último cuarto.

EXPLICACIÓN.

Fidelidad (20) en calidad y totalidad: es insuficiente el legalismo, como queda claro en el desarrollo subsiguiente (5,21-6,18), se requiere una nueva actitud, pero el discípulo no puede ser negligente. La puerta para entrar en el Reino es la primera bienaventuranza (5,3), que crea la nueva actitud: a ella se refiere esta fidelidad.  

21 - 26.       Jesús ataca la concepción de la Ley mantenida por los letrados. Seis antítesis. No pretende radicalizar la Ley de Moisés, sino, frente a ella, sacar las consecuencias que derivan de un principio mucho más exigente: el bien del hombre y la sociedad de amor mutuo.

                  No basta abstenerse de la acción (matar), la actitud (estar peleado) (22) merece ya el juicio. Se manifiesta en el insulto; cuando llega a excluir al otro del propio trato (renegado), merece la pena definitiva, simbolizada por la destrucción del fuego. La buena relación con los hombres tiene precedencia sobre la relación con Dios expresada en el culto (23s). Cuando no se ataja la discordia, sus efectos pueden ser extremos (25).

10 DE MARZO

 Primera Lectura. Esther 14,1.3-5.12-14.

1La reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor. 3Luego rezó así al Señor, Dios de Israel:
"Señor mío, único rey nuestro.
Protégeme, que estoy sola
y no tengo otro defensor
fuera de ti,
4pues yo misma
me he expuesto al peligro.
5Desde mi infancia oí,
en el seno de mi familia,
cómo tú, Señor, escogiste
a Israel entre las naciones,
a nuestros padres
entre todos sus antepasados
para ser tu heredad perpetua,
y les cumpliste
lo que habías prometido.
12Atiende, Señor,
muéstrate a nosotros
en la tribulación,
y dame valor, Señor,
rey de los dioses
y señor de poderosos.
13Pon en mi boca
un discurso acertado
cuando tenga que hablar
al león:
haz que cambie
y aborrezca 
a nuestro enemigo,
para que perezca
con todos sus cómplices.
14A nosotros
líbranos con tu mano,
y a mí, que no tengo
otro auxilio
fuera de ti,
protégeme tú,
Señor, que lo sabes todo.

Explicación.

14,1-3 Véanse Is 3,24; 32,9-12.

14,3-4 La oración comienza con un tono más personal, con el temblor del peligro propio.

14,13 El león es el rey poderoso y posiblemente hostil (Sal 7,3).

Salmo. 138,1-3.7-8.

1Te doy gracias de todo corazón; 
frente a los dioses tañeré para ti. 
2Me postraré hacia tu santuario, 
dando gracias a tu nombre,
por tu lealtad y tu fidelidad;
porque has exaltado hasta el cielo tu promesa. 
3Cuando te llamé me respondiste,
has removido el vigor de mi aliento.  
7Cuando camino entre peligros, me das vida. 
Contra la furia del enemigo extiendes la izquierda 
y tu diestra me salva.
8EI Señor me completará sus favores.
Tu lealtad, Señor, es eterna,
no abandones la obra de tus manos.  
Explicación.
138,1 "De todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros, quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.
138,2 La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".
138,3 Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza: compárese con Esd 1,5. 
138,8 Este verso es lo mejor del salmo y una de las jaculatorias más bellas del salterio. El primer verbo hebreo significa "completar', llevar a término, y su sinónimo es "no abandonar', no dejar a medio hacer. Entre ambos sinónimos, sustentándolos, se establece la "misericordia eterna" del Señor. Si es eterna, no puede fallar, hará su tarea hasta el final. Lo ya hecho es garantía de lo que falta.
Transposición cristiana.

El último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6.

Evangelio. Mateo 7,7-12.

7 Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán;
8 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama le abren.
                    9 O es que si uno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a ofrecer una piedra?
10 O si le pide un pescado, ¿le va a ofrecer una serpiente?
11 Pues si vosotros, aun si sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo se las dará a los que se las piden!
                   12 En resumen: Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas.

EXPLICACIÓN.

Confianza (7-11): ejemplos sobre el alimento: todo lo que contribuya a la vida de la comunidad será concedido por el Padre. La petición hace tomar conciencia de la propia necesidad y dispone a recibir los dones de Dios. De la Ley y los Profetas (12) deduce la norma de moralidad que ha de regir en la nueva sociedad humana. El amor requiere iniciativa más allá de la casuística.

9 DE MARZO

 

Primera Lectura. Jonás 3,1-10.

Segunda denuncia (Is 1,17-23; Jr 22,13-17).

1Pero yo digo: Escuchadme,
jefes de Jacob, príncipes de Israel:
¿No os toca a vosotros ocuparos del derecho,
vosotros que odiáis el bien y amáis el mal?
2Arrancáis la piel del cuerpo,
la carne de los huesos,
3os coméis la carne de mi pueblo,
lo despellejáis,
le rompéis los huesos, lo cortáis
como carne para la olla o el puchero.
4Pues cuando griten al Señor,
no les responderá,
les ocultará el rostro entonces
por sus malas acciones.

Los profetas y el profeta (Ez 13).

5Así dice el Señor a los profetas
que extravían a mi pueblo:
Cuando tienen algo que morder,
anuncian paz,
y declaran una guerra santa
a quien no les llena la boca.
6Por eso llegará una noche sin visión,
oscuridad sin oráculo;
se pondrá el sol para los profetas
oscureciendo el día;
7los videntes avergonzados,
los adivinos sonrojados
se taparán la barba,
porque Dios no responde.
8Yo, en cambio, estoy lleno de valor,
de espíritu del Señor,
de justicia, de fortaleza,
para denunciar sus crímenes a Jacob,
sus pecados a Israel.

Denuncia y sentencia.

9Escuchadme jefes de Jacob,
príncipes de Israel:
vosotros que detestáis la justicia
y torcéis el derecho,
10edificáis con sangre a Sión,
a Jerusalén con crímenes.

Explicación.

3,1-4 El comienzo es de controversia: Miqueas quiere rebatir a unos interlocutores. La sátira, sin prescindir de la frase incisiva (1), toma una imagen conocida y la desarrolla con realismo brutal. En castigo el Señor les rehusará el rostro y la palabra.

3,1 En el gobierno y en la administración de la justicia se plantea la distinción ética radical entre el bien y el mal: véanse Dt 29, 15,19; Is 5,20; Am 5,14.

3,2-3 La metáfora "comer, devorar" al prójimo es común: Is 9,11; Jr 5,17; Sal 14,4 etc.

3,4 El castigo esta vez es genérico, pero no menos radical: véase Sal 11,5.

3,5 Con ligero toque de ironía la introducción clásica del oráculo profético se dirige a y contra los profetas. Sigue uno de los máximos aciertos de Miqueas. Se fija en la boca, órgano profético, que reacciona sólo a la comida. El falso profeta invoca la guerra santa, fulminando en nombre de Dios al que no paga.

3,6 El castigo pasa a otro campo, justificado porque el profeta es "vidente". De día el sol se eclipsa, de noche falta la luz de la visión (cfr. Job 4,12-16). "No responde": como en el monte Carmelo, 1 Re 18.

3,7 Gesto de vergüenza o para que no penetren malos espíritus (cfr. 2 Re 22,24).

3,8 Miqueas se distancia y contrapone a los falsos profetas, ofreciéndonos una clave para interpretar su libro. Su valentía le viene de la misión, su fuerza reside en la palabra de Dios al servicio de la justicia.

3,9-12 Contra las clases dirigentes: magistrados, sacerdotes y profetas; unidos en el pecado común de la codicia. Todo se hace por dinero: Is 1,23; Ez 22,25; Am 5,7-11.
           El templo, el monte Sión, Jerusalén concentran la alegada presencia del Señor, Jeremías se inspira en este oráculo para su discurso en el templo (Jr 7), y sus jueces lo citan en el proceso (Jl 26,7.26).

Salmo. 51,3-4.12-13.18-19.

3Misericordia, oh Dios, por tu bondad, 
por tu inmensa compasión borra mi culpa, 
4lava del todo mi delito 
y limpia mi pecado. 
12Crea en mí, Dios, un corazón puro, 
renuévame por dentro con espíritu firme; 
13no me arrojes lejos de tu rostro
ni me quites tu santo espíritu;  
18Un sacrificio no te satisface; 
si te ofrezco un holocausto, no lo aceptas. 
19Para Dios sacrificio es un espíritu quebrantado, 
un corazón quebrantado y triturado,
tú, Dios, no lo desprecias. 
Explicación.
51,3 Al apelar a la piedad y compasión de la otra parte, implícitamente se reconoce culpable. 
51,12-14 El verbo crear suena con fuerza al comienzo de tres versos que llamaré epíclesis, porque son una triple invocación al espíritu. Como en la creación: el "espíritu de Dios" se cernía sobre el océano.
51,12 El primero es un espíritu dispuesto; adjetivo al parecer contrario al viento, cuya esencia es moverse. En términos psicológicos y espirituales es un ánimo pronto, decidido (cfr. Mt 26,41).
51,13 El segundo es un espíritu santo; la petición es que Dios "no quite" lo que había dado. Leído en clave davídica, sería el espíritu de profecía, según 2 Sm 23,2. Leído en clave comunitaria, es retirar la condición de pueblo santo, consagrado: Ex 19,6; Is 62,12; anular la elección, rechazar, como muestra el paralelo de 2 Re 13,23. 
51,18 El verbo aceptar puede tener valor técnico en el lenguaje cúltico: es la aceptación de Dios la que convalida un sacrificio.
51,19 "Quebrantado, triturado": hay que retener la imagen hebrea, plástica, vigorosa; nosotros decimos "estoy hecho polvo". Por la traducción griega y después la latina, la imagen perdió su materialidad y se convirtió en el concepto contrición, con su adlátere atrición. 
Transposición cristiana
El salmo 51 es el Miserere, príncipe de los salmos penitenciales. Lástima que se haya desgajado del 50 y que no se haya valorado bastante la epíclesis o invocación al Espíritu. Podemos arrancar de 2 Cor 5,17-21 sobre el "ministerio de reconciliación". Al cual añado unas cuantas observaciones.
En la liturgia penitencial, ordenada al perdón y reconciliación, Dios no condena como juez, sino que se querella como parte. La relación mutua se funda en la alianza, cuya carta es el evangelio. El evangelio posee fuerza de interpelación, de recriminación y querella; pero también ofrece perdón y fuerza para la enmienda. A un examen de conciencia objetivo y neutral se sobrepone la palabra de Dios, en diálogo personal. La reconciliación tiene algo de nueva creación, y el Espíritu se infunde como dinamismo de vida nueva. Se plantea la relación entre culto y justicia.  

Evangelio. Lucas 11,29-32.

ÚNICA SEÑAL: SU MENSAJE.

29 Las multitudes se apiñaban a su alrededor, y él se puso a decir:
- Esta generación es una generación perversa. Pide una señal, y señal no se le dará excepto la señal de Jonás.
30 Porque, igual que Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, así va a serlo también el Hombre para esta generación.
31 En el juicio, la reina del Sur se pondrá en pie para carearse con esta generación y hará que la condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y hay más que Salomón aquí.
32 En el juicio, los habitantes de Nínive se alzarán a carearse con esta generación y harán que la condenen, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás, y hay más que Jonás aquí.

Explicación.

29-32. Responde a los que exigían una señal (11,16), y no han reconocido "el dedo/la fuerza" de Dios en la obra liberadora de Jesús (cf. 11,20). Esta generación, la del Mesías, infiel como la del éxodo (cf. 7,31; 9,41). Como en tiempo de Jonás, necesitan la enmienda para evitar la destrucción, y a ella los invita Jesús (5,32; Jon 3) (29-32). De nuevo los paganos dan ejemplo (cf. 10,13-15) (30). Más que Salomón (31), por ser el Mesías; su sabiduría es el mensaje que expresa el designio de Dios (7,30.35); más que Jonás (32), porque no sólo exhorta a la enmienda, sino que anuncia y realiza el reinado de Dios.

LECTURAS DEL JUEVES 9 DE MAYO DEL 2024

  PRIMERA LECTURA. Hechos 18,1-8. HECHOS DE LOS APÓSTOLES. ÍNDICE. 1 Después de aquello, abandonó Atenas y fue a Corinto.   2 Encontró a cie...