martes, 3 de diciembre de 2024

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 4 DE DICIEMBRE DEL 2024

Primera Lectura: Isaías 25:6-10

ISAÍAS I (1-39)

El banquete del Señor

6El Señor de los ejércitos
ofrece a todos los pueblos, en este monte,
un festín de manjares suculentos,
un festín de vinos de solera,
manjares enjundiosos, vinos generosos.
7Arrancará en este monte
el velo que cubre a todos los pueblos,
el paño que tapa a todas las naciones;
8y aniquilará la muerte para siempre.
El Señor enjugará las lágrimas
de todos los rostros
y alejará de la tierra entera
el oprobio de su pueblo
-lo ha dicho el Señor-.

Moab, la ciudad rebelde (Is 16,6-11).

Aquel día se dirá: Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara:
celebremos y festejemos su salvación.
10La mano del Señor se posará en este monte,
mientras que Moab será pisoteado en su sitio,
como se pisa la paja en el agua del muladar;

EXPLICACIÓN.

25,6-8. El banquete real, después de la entronización de 24,23. Poder invitar a muchos es signo de poderío y riqueza (Est 1,3-8). El Señor invita a todos los pueblos a un banquete espléndido, que se celebrará en el Monte sagrado. En el banquete hace regalos a los comensales. El primero es su presencia y manifestación: antes los pueblos estaban como ciegos, tapados; ahora, removida la cubierta, pueden reconocerlo. El segundo es extraordinario: aniquila la muerte, la maldición original del hombre (Gn 3,19), para que los convidados vivan siempre con él, una vida sin dolor ni lágrimas. San Pablo (1 Cor 15,54) aplica un verso a la victoria de Cristo sobre la muerte; Ap 21,4 aplica dos versos a la vida en el cielo. Como una firma de tan estupenda promesa, afirma el texto que "lo ha dicho el Señor".

25,9-12. Nuevo himno de victoria. La batalla ha sido reñida, porque la ciudad ha resistido con todos sus medios. La ciudad hostil recibe un nombre emblemático: otras veces se llama Edom (Is 34), o Filistea (Jl 4) o Gog (Ez 38-39).

Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.

EXPLICACIÓN.

23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.

Evangelio: Mateo 15:29-37
29 Jesús se marchó de allí y llegó junto al mar de Galilea; subió al monte y se quedó sentado allí.
30 Acudieron grandes multitudes llevándole cojos, ciegos, lisiados, sordomudos y otros muchos enfermos; los echaban a sus pies y él los curaba.
31 La multitud estaba admirada viendo que los mudos hablaban, los lisiados se curaban, los cojos andaban y los ciegos veían; y alababan al Dios de Israel.
32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
- Me conmueve esta multitud, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen por el camino.
33 Los discípulos le preguntaron:
- Y en un despoblado, ¿de dónde vamos a sacar pan bastante para saciar a una multitud tan grande?
34 Jesús le preguntó:
- ¿Cuántos panes tenéis?
Contestaron:
- Siete y unos cuantos pececillos.
35 Mandó a la multitud que se recostase en la tierra, 
36 tomó los siete panes y los pececillos, pronunció una acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos; los discípulos se los daban a las multitudes.
37 Todos comieron hasta quedar saciados y recogieron los trozos sobrantes: siete espuertas llenas.

EXPLICACIÓN.

29 - 31. Sumario de la actividad de Jesús. Se continúa la liberación efectuada con la hija de la cananea (cf. las obras del Mesías: 11,2-5). Multitudes no judías (el Dios de Israel; cf. 9,8 de una multitud israelita).

El episodio de la cananea ha introducido el tema del pan (15,26). Multitud pagana: no cinco, sino siete panes, alusión a los setenta pueblos paganos; en vez de doce (Israel) cestos, término palestinense, siete (paganos) espuertas, término usado fuera de Palestina; cuatro mil hombres (38), alusión a los cuatro puntos cardinales; en lugar de bendición (14,19), expresión hebrea, acción de gracias (36), expresión griega del mismo significado. Jesús toma la iniciativa (32). Tres días (cf. Os 6,2), multitud ya creyente). Los discípulos, incrédulos (33). En la tierra, alusión a 5,5. Saciados (cf. 5,7: la obra liberadora de Dios se hace por medio de hombres).

lunes, 2 de diciembre de 2024

LECTURAS DEL MARTES 3 DE DICIEMBRE DEL 2024

2 OPCIONES

1ª OPCIÓN

Primera Lectura: Isaías 11:1-10
1Pero retoñará el tocón de Jesé,
de su cepa brotará un vástago,
2sobre el cual se posará el espíritu del Señor:
espíritu de sensatez e inteligencia,
espíritu de valor y de prudencia,
espíritu de conocimiento y respeto del Señor.
3No juzgarás por apariencias
ni sentenciarás sólo de oídas;
4juzgará con justicia  a los desvalidos,
sentenciará con rectitud a los oprimidos;
ejecutará al violento con el cetro de su sentencia
y con su aliento dará muerte al culpable.
5Se terciará como banda la justicia
y se ceñirá como fajín la verdad.
6Entonces el lobo y el cordero
irán juntos, y la pantera
se tumbará con el cabrito,
el novillo y el león engordarán juntos;
un chiquillo los pastorea;
7la vaca pastará con el oso,
sus crías se tumbarán juntas,
el león comerá paja como el buey.
8El niño jugará en la hura del áspid,
la criatura meterá la mano
en el escondrijo de la serpiente.
9No harán daño ni estrago
por todo mi Monte Santo,
porque se llenará el país 
de conocimiento del Señor,
como colman las aguas el mar.
10Aquel día la cepa de Jesé estará
enhiesta como enseña de los pueblos:
a ella acudirán las naciones
y será gloriosa su morada.

EXPLICACIÓN.

11,1. Los orígenes, Jesé, son insignificantes, el tronco está cortado; pero una savia perenne, la promesa divina, vivifica esa cepa. Algunos piensan que la indicación de Mt 2,23, "se llamará nazareno", alude al término hebreo ne ser = vástago.

11,1-9. Gran poema mesiánico, paralelo y complementario de 9,1-6, con el cual comparte varios motivos: el vástago sucesor, la justicia como fundamento, la paz universal, dos nombres o títulos. El poema canta una paz definitiva, un nuevo paraíso.

En un eje se colocan dos símbolos cósmicos: los cuatro vientos convergentes y el mar en plenitud. En otro eje se sitúan el símbolo vegetal y el animal. En medio una sociedad humana ideal, regida por un gobernante justo. La tenaz fecundidad terrestre se conjuga con el dinamismo del viento para formar al jefe ideal, que por el ejercicio eficaz de la justicia, realiza el sueño de la paz y lo extiende al reino animal. Los animales se reconcilian entre sí y con el hombre, reconciliado plenamente con Dios. El escenario es un ancho monte (2,2-5) consagrado por la presencia de Dios. La interpretación mesiánica es constante en la antigüedad judía y cristiana.

11,2. El vástago se yergue como centro de los cuatro puntos cardinales o cuatro vientos. Extrañamente los cuatro convergen y "se posan" sobre el pimpollo. Resumen el aliento del Señor en plenitud (cfr. Is 61,1; Lc 4,18).

"Sensatez e inteligencia" son bina sapiencial frecuente: significan la percepción intelectual, la habilidad para actuar. "Valor y prudencia" recogen dos títulos de 9,5, como virtudes de gobierno y militares. "Conocimiento y respeto del Señor" sintetizan el sentido religioso, hecho de trato confiado y reverencia. El hebreo añade un verso que repite y turba la composición, pero que dio pie a la teoría de los siete dones del Espíritu.

11,3-5. De la plenitud de los carismas brota el gobierno justo, ejercido principalmente en juzgar (Sal 72; 101; Jr 22,15s). Juzgar incluye eliminar a quienes, promoviendo la injusticia, hacen imposible la paz. La palabra juez es vara que ejecuta la sentencia.

11,6-8. Paz animal. El poeta forma binas de animal salvaje y animal doméstico en cada hemistiquio; cada tres binas aparece el hombre en figura de niño. El hombre, incluso el más débil, vuelve a someter y domesticar a los animales. Queda un animal que se diría inconciliable. Pues bien, también hacen las paces la serpiente y el hombre, o más exactamente, la semilla de la mujer que es el niño. Y no se trata de victoria difícil, sino de juego infantil.

11,9. Destruidos los malvados y amansadas las fieras, se instaura un paraíso cuyo centro es el Monte del Señor. En el primero, el hombre se perdió por ambicionar la "ciencia de Dios"; en éste se le concede la "ciencia del Señor", conocer conviviendo. Lo cual es plenitud de gozo y paz, sólo comparable a la inmensa plenitud del mar.

11,10. De la imagen vegetal salta torpemente a la militar del estandarte (5,26) (5,26). En 2,2-5 los paganos buscaban al Señor; aquí buscan al sucesor de David. "Morada" puede ser: para el pueblo la tierra prometida (Dt 12,9; 1 Re 8,56), para el Señor el templo (Sal 132,8), genéricamente, la situación de paz y descanso (Is 28,12). Aquí puede ser la corte, la capital, el reino.

1Oh Dios, confía tu juicio al rey,
tu justicia a un hijo de rey.
2Que rija a tu pueblo con justicia, a tus afligidos con rectitud. 
7Que en sus días florezca el honrado 
y haya prosperidad hasta que falte la luna. 
8Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. 
12Porque él libra al pobre que pide auxilio, 
al oprimido que no tiene protector.
13Que se apiade del pobre y desvalido, 
que salve la vida de los pobres. 
17Que su nombre sea eterno, 
frente al sol retoñe su nombre. 
Que todos los pueblos lo feliciten
y lo invoquen como bendición. 

EXPLICACIÓN.

72,1-3 La primera sección presenta a los personajes: Dios, el rey y un escenario de montañas. Dios es la primera palabra del poema. Posee una justicia suya, que ejerce en el gobierno del mundo y que delega para que su pueblo conviva en la justicia: cfr. 2 Cr 19,6. El reyes "hijo de rey", es decir, de estirpe real, davídica, no usurpador; está en función de "tu pueblo", que es de Dios y no suyo, y es hoy un pueblo "afligido": ¿por un dominio extranjero despótico?, ¿por abusos de gobernantes anteriores? "Montes y colinas" pueden representar el paisaje, la configuración de Judá: Ex 15,17; 1 Re 20,23; Is 14,25 etc. 

72,7 A la lluvia responde la tierra germinando y floreciendo; sólo que aquí lo que florece es "un honrado"; a no ser que leamos "justicia", en buen paralelismo con "prosperidad". 

72,8 Fronteras de un soberano que impone su autoridad sobre reinos vasallos. "De mar a mar" en sentido realista sería del Mar Muerto al Mediterráneo; en sentido cosmológico, las fronteras del gran océano que rodea los continentes. "El Río" suele designar el Éufrates: Zac 9,10.
72,12 Está introducido como motivación: la sumisión o cuanto precede es consecuencia o se justifica "porque" este rey "libra al pobre que clama"; no por su poder militar o económico. 

72,13-14 La repetición de "vida" en ambos versos nos dice que es cuestión de vida o muerte. El rey no está dispuesto a sacrificar a súbditos más humildes, pues estima sumamente la "sangre = vida". "Rescatar" vidas puede ser hacer justicia condenando a muerte al homicida. Creo más probable que "rescatar" se refiera aquí al peligro grave, no al homicidio consumado.
72,17 Tercera petición. El nombre se perpetúa en la memoria y la descendencia. Ese nombre recibirá la felicitación de los venideros y se usará como modelo y prenda de bendición, como el de Abrahán: Gn 12,3; 18,18; 22,18. Un rey con algo de patriarca. 

Transposición cristiana.
La tradición rabínica aplicó este salmo al Mesías; los cristianos lo identificaron con Jesús de Nazaret. Una vez planteada la trasposición global, podemos descubrir resonancias particulares en el NT. Reino eterno: Lc 1,33; universal: Mt 2,2;Ap 15,4; reino de justicia y paz: Mt 5,6.9; Rom 14,17; 1 Co 1,30; Ef 2,14; Sant 3,18; victoria sobre el opresor: Lc 11,21 s; Ap 17, 15; a favor de los pobres: Mt 5,2; Lc 4,18; 7,22; rescatar o vengar: Tit 2,14; Mt 20,28; Ap 6,10. Que viva: Ap 1,18; Rom 6,9; reconocimiento universal del nombre: Flp 2,10; Ap 14,6. La lista se podría ampliar fácilmente. 
Evangelio: Lucas 10:21-24
21 En aquel preciso momento, exultante con el gozo del Espíritu Santo, exclamó:
- ¡Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla! Sí, Padre, bendito seas por haberte parecido eso bien.
22 Mi Padre me lo ha entregado todo: quién es el Hijo, lo sabe sólo el Padre; quién es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
23 Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
- ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!
24 Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que oís vosotros y no oyeron.

EXPLICACIÓN.

Alegría de Jesús. Ocasión precisa: es la primera vez que los suyos realizan algo que responde a la acción del Espíritu: la liberación de los hombres. Los intelectuales (cf. 10,13-16: las ciudades, ciudadelas del judaísmo) no entienden las obras del Mesías, pero sí el pueblo sencillo. Se atribuye al Padre lo que depende de la disposición del hombre.

Los sabios y entendidos (Is 29,14): sus mezquinos intereses inutilizan su ciencia (cf. los letrados: 5,17.21.30; 7,30 o "justos": 5,32 que no aceptan la salvación).

Me lo ha entregado todo (22) (cf. 3,22: "Tú eres mi Hijo"). Relación íntima entre el Padre y Jesús, por la comunidad de Espíritu (3,21): sólo conoce al Padre quien recibe el Espíritu de Jesús y experimenta así el amor del Padre. El conocimiento de Dios a través del estudio de la Ley (sabios y entendidos) no es verdadero conocimiento.

Aparte con los discípulos procedentes del judaísmo (los Doce), en el que Jesús les pone por modelo la labor de los Setenta (23): el éxito del reino en Samaría, la región semipagana, es prenda de universalidad. Se cumple la promesa mesiánica: el reino hasta el confín de la tierra (Sal 2,8; 72,10s; Dn 4,44; 7,27). Respuesta a la segunda tentación (4,6s): la universalidad del reino mesiánico no se hará por el dominio ni por la ostentación de poder y gloria, sino liberando a los hombres del yugo que los somete.

2ª OPCIÓN

Primera Lectura. 1 Corintios 9,16-19.22-23
6Porque el hecho de predicar el evangelio no es para mí un motivo de orgullo, ése es mi sino, ¡pobre de mí si no lo anunciara! 17Si lo hiciera por mi voluntad, tendría mérito; pero si me han confiado un encargo independientemente de mi voluntad, 18¿dónde está entonces mi mérito? En predicar el evangelio ofreciéndolo de balde, sin aprovecharme del derecho que me da esa predicación.
19Soy libre, cierto, nadie es mi amo; sin embargo, me he puesto al servicio de todos, para ganar a los más posibles.
22con los inseguros me porté como inseguro, para ganar a los inseguros. Con los que sea me hago lo que sea, para ganar a algunos como sea. 23Y todo lo hago por el evangelio para que la buena noticia me aproveche también a mí.

Explicación.

Pero libremente ha decidido no hacerlo; parece querer mostrar con esto la calidad de su dedicación a cumplir el encargo recibido (15-18).

Reafirma su libertad (19). Algunos podían ver en su conducta falta de coherencia. Pablo no la niega, sino que la justifica. Él, como todo cristiano, está libre de leyes religiosas, pero administra esa libertad según las circunstancias de la predicación (20-23).

Salmo. 117,1-2
(Rom 15,11)
1 Alabad al Señor, todas las naciones, 
aclamadlo, todos los pueblos. 
2porque la lealtad del Señor
puede más que nosotros
y la fidelidad del Señor es perpetua.
117 El salmo más breve del salterio. Un himno completo. Algunos han preguntado si era una antífona aplicable a otros salmos, o el esquema para un desarrollo libre. Un dato es llamativo: la motivación es nacional, "nosotros", la invitación es universal. ¿Es legítima y convincente la invitación? Pablo lo cita en Rom 15,11 para subrayar el alcance universal del mensaje evangélico.
Evangelio. Marcos 16,15-20

UN FINAL AÑADIDO AL EVANGELIO DE MARCOS.

15 Y añadió:
-Id por el mundo entero proclamando la buena noticia a toda la humanidad. 16El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer, se condenará. 17A los que crean, los acompañarán estas señales: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, 18cogerán serpientes en la mano y, si beben algún veneno, no les hará daño; aplicarán las manos a los enfermos y quedarán sanos.

19Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. 20Ellos se fueron a proclamar el mensaje por todas partes, y el Señor cooperaba confirmándolo con señales que los acompañaban.

EXPLICACIÓN:

domingo, 1 de diciembre de 2024

LECTURAS DEL LUNES 2 DE DICIEMBRE DEL 2024

Primera Lectura: Isaías 2:1-5 

ISAÍAS I (1-39)

Sión, centro del reino escatológico (Miq 4,1-3; Sal 87; Is 2,1;66,18-24; Zac 8,20-23; Sal 76).

1Visión de Isaías, hijo de Amós,
acerca de Judá y de Jerusalén:
2Al final de los tiempos
estará firme el monte de la casa del Señor,
descollando entre los montes,
encumbrado sobre las montañas.
Hacía él confluirán las naciones,
3caminarán pueblos numerosos.
Dirán: Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:
él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas,
porque de Sión saldrá la ley;
de Jerusalén, la palabra del Señor.
4Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados;
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
ya no se adiestrarán para la guerra.
5Casa de Jabob, venid,
caminaremos a la luz del Señor.

Explicación.

2,2-5. Un movimiento de peregrinación festiva (Dt 16; Sal 122) se transforma en visión profética del futuro. Es espacio se proyecta en el tiempo, la lejanía se vuelve futuro remoto. El monte se vuelve centro de un doble movimiento: centrífugo de irradiación, de ley y palabra, centrípeto de concurrencia universal. El monte hace que el acceso sea ascenso, y se funden convergencia, progreso y ascensión en movimiento único y universal encabezado por la "casa de Jacob".

Todo el episodio de Babel queda anulado. Frente a torre soberbia, monte de la presencia de Dios: frente a confusión de lenguas, una "palabra" que todos comprenden; frente a dispersión, reunión. La profecía se cumple en Pentecostés (Hch 2).

2,2. La presencia del Señor hace que el monte sea culminante.

2,4. Los instrumentos de guerra se transforman en instrumentos de progreso pacífico. Jl 4,10.

2,5. El monte es como un faro luminoso, que alumbra y orienta a todo el mundo. Is 60.

1iQué alegría cuando me dijeron
«Vamos a la casa del Señor».
2Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
3¡Jerusalén!, construida como ciudad 
bien unida y compacta,
4adonde suben las tribus,
las tribus del Señor;
según la costumbre de Israel,
a dar gracias al nombre del Señor.
5Allí reside el tribunal de justicia,
el tribunal del palacio de David.
6Saludad con la paz a Jerusalén:
Vivan tranquilos tus amigos;
7Haya paz en tus murallas,
tranquilidad en tus palacios.
8Por mis hermanos y compañeros
pido la paz para ti.
9Por la casa del Señor nuestro Dios
te deseo todo bien.
EXPLICACIÓN.

122 Género situaciónCanto a Jerusalén, extraído por etimología popular del material sonoro del nombre. Incluye una loa a la ciudad y una petición por ella. Forma grupo con 46, 48 Y 87. Unos peregrinos llegan a la ciudad, meta de su viaje físico y espiritual.
La paronomasia es un recurso de estilo que del sonido de los nombres propios saca significados; recurso querido y practicado por autores bíblicos, poetas y prosistas. El poeta toma el primer componente con el valor de "ciudad" yeru 'iru. Es la Ciudad por excelencia: cfr. Ez 7,23; Sal 87,3. La segunda parte toma el valor obvio de paz: shalem - shalom. Otro recurso de estilo, que forma inclusión mayor y menor es la repetición: tres veces Jerusalén, casa, paz, YhwhYh. 
122,1-2 Concentra los dos momentos extremos de la romería: el anuncio de la partida y la llegada, saltándose el viaje con su fatiga: cfr. Sal 84.
122,3-5 Predicados de la ciudad. Su trazado, con casas unidas formando calles; el templo donde se unen las tribus para alabar al Señor: cfr. Sal 65,2; la administración central de la justicia en un tribunal supremo. La imagen supone una nación unificada, con un centro religioso y político: ¿refleja una realidad. un recuerdo, una aspiración? Mucho depende de la datación del salmo.
122,6 La insistencia en "paz" y afines, el predominio de formas volitivas suenan como una movilización general para la paz. El peregrino pide que se cumpla el destino inscrito en el nombre de la ciudad: nomen omen. "Amigos": no los amantes de Os 2, sino los amadores de Is 66,10.
122,7 Murallas y palacios son otro aspecto llamativo de esta ciudad: Sal 48.14; Lam 2,7s.
122,8-9 La repetición anafórica de "por" en los dos versos une el vínculo humano de la hermandad y el religioso de la presencia del Señor en medio de ellos.
122,9 Ez 24,21.
Transposición cristiana.
Creo que se han de leer sobre el fondo de este canto de peregrinación las palabras de Jesús al avistar la ciudad: Lc 18,41-44. El destino de Jerusalén lo recoge la Iglesia celestial según Ap: tronos 20,4.11-15; belleza 21,11-21; doce (puertas) 21,12-14; no templo 21 ,22s.
Evangelio: Mateo 8:5-11
5 Al entrar en Cafarnaún se le acercó un centurión 
6 rogándole:
- Señor, mi criado está echado en casa con parálisis, sufriendo terriblemente.
7 Jesús le contestó:
- Voy yo a curarlo.
8 El centurión le replicó:
- Señor, yo no soy quien para que entres bajo mi techo, pero basta una palabra tuya para que mi criado se cure.
9 Porque yo, que estoy bajo la autoridad de otros, tengo soldados a mis órdenes, y si le dijo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le dijo a mi siervo que haga algo, lo hace.
10 Al oír esto, Jesús dijo admirado a los que lo seguían:
- Os aseguro que en ningún israelita he encontrado tanta fe.
11 Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente a sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios;

EXPLICACIÓN.

Vuelta a Cafarnaún (4,13). El pagano es también religiosamente impuro. La salvación es universal, no reconoce fronteras entre hombres o pueblos. No hay acción de Jesús con el enfermo, sólo palabra: alusión al mensaje que será predicado entre los paganos después de su muerte-resurrección. Contraste con la poca fe de Israel (11-12). 

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 4 DE DICIEMBRE DEL 2024

Primera Lectura:  Isaías 25:6-10 ISAÍAS I (1-39) El banquete del Señor 6El Señor de los ejércitos ofrece a todos los pueblos, en este monte,...