jueves, 10 de julio de 2025

LECTURAS DEL VIERNES 11 DE JULIO DEL 2025

1ª OPCIÓN

PRIMERA LECTURA. Génesis 46,1-7.28-30
1Israel se puso en camino con todo lo suyo; llegó a Berseba y allí ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. 2De noche, en una visión, Dios dijo a Israel:
-¡Jacob, Jacob!
Respondió:
-Aquí estoy.
3Le dijo:
-Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en un pueblo numeroso. 4Yo bajaré contigo a Egipto y yo te haré subir. José te cerrará los ojos.
5Jacob partió de Berseba. Los hijos de Israel montaron a su padre Jacob, a los niños y las mujeres en los carros que el Faraón había enviado para su transporte.
6Tomaron el ganado y las posesiones adquiridas en Canaán y se dirigieron a Egipto, Jacob con toda su descendencia. 7A sus hijos y nietos, a sus hijas y nietas, a todos los descendientes los llevó consigo a Egipto.
28Despachó por delante a Judá a casa de José, para que preparara el camino de Gosén. Cuando se dirigían a Gosén, 29José mandó enganchar la carroza y subió hacia Gosén a recibir a su padre Israel. Al llegar a su presencia, se le echó al cuello y lloró abrazado a él. 30Israel dijo a José:
-Ahora puedo morir, después de haberte visto en persona y vivo.

Explicación.

46,1-7 Antes de abandonar el territorio de Caná, Jacob tiene una visión. Es manifiesta la intención del autor de seguir jalonando el itinerario del patriarca con manifestaciones y comunicaciones divinas (28; 31,3.11-13; 32, 26-33; 35,9-15). La bajada a Egipto es una nueva y decisiva peregrinación. Abandonar el país de Caná sólo se puede haber con anuencia de Dios. La promesa de crecer hasta convertirse en pueblo numeroso se cumplirá en Egipto. En estos versos se mezclan y funden los dos nombres Jacob e Israel.

46,28 Gosén es la tierra septentrional, próxima a la frontera, lo cual facilitará la salida de los israelitas en el momento oportuno. 

46,28-30 El encuentro de padre e hijo, después de cuanto precede, era para el narrador una escena difícil de realizar. Se encuentra sin remedio en la ladera anticlimática del relato. La solución que adopta es la economía: un movimiento, un gesto, una frase. José sale al encuentro de su padre cortésmente, filialmente; la carroza le sirve para ganar tiempo y mostrar su categoría política. El gesto, un abrazo con lágrimas, anula un punto de los sueños, ya que el padre no se postra ante él. La frase junta los extremos muerte y vida, como relevo de generaciones. La muerte del padre da paso al protagonismo pleno del hijo, la vida del hijo da serenidad a la retirada del padre (cfr. Ecl 1,4). Pero no morirá enseguida, porque le queda todavía la tarea de bendecir.

              "Ver el rostro": el rostro identifica la persona, el ver instaura la certeza. Tus hermanos me han hablado de ti, ahora te han visto mis ojos. La visión confirma y corrige la imagen de la fantasía. En la imaginación del padre ha persistido la imagen de un José adolescente. La vista personal compara la imagen preservada con la presencia actual: es el mismo esta nueva imagen, de un José adulto, noble, señor de un reino, hijo cariñoso, es la última que quiere conservar el padre.

SALMO. 37,3-4.18-19.27-28.39-40
3 Confía en el Señor y haz el bien,
habita una tierra y cultiva la fidelidad;
4 sea el Señor tu delicia
y te dará lo que pide tu corazón.
 18 El Señor se ocupa de los días de los buenos:
su heredad durará siempre.
19 No se agostarán en la mala estación,
en plena carestía se saciarán.
27 Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa.
28 Porque el Señor ama el derecho
y no abandona a sus devotos.
 39 La salvación de los honrados viene del Señor,
es su alcázar durante el peligro;
40 el Señor los auxilia y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él.

EXPLICACIÓN.

 37,3-4 Dos imperativos enuncian la relación con Dios. Confianza es genérico; en cambio "delicia" expresa una experiencia íntima: Job 22,26; Is 58,14. Dios responde a la confianza otorgando la petición. Aunque todavía no posean un terreno, deben "habitar", permanecer, no exiliarse, como los de Jr 39,10; su "cultivo" será por ahora la fidelidad al Señor.

37,18-19 Nueva antítesis con imagen vegetal: "no agostarse / marchitarse". (Los "días" marcan el decurso variable de la existencia: aun poseyendo una "heredad", pueden encontrarse con una "carestía". 

37,27-28a Vuelven los imperativos con un programa tan inclusivo como genérico: evitar y hacer: véase Sal 34,15. El "derecho" en las relaciones sociales.

37,28b-29 El texto hebreo empieza "siempre son custodiados", unido al sujeto precedente, los "devotos" o leales. La versión griega restablece el perfecto alfabetismo, se justifica fácilmente y mejora el sentido. La diferencia entre custodiar y aniquilar es en la escritura cuadrada hebrea mínima. El resultado es de nuevo la antítesis central: el fracaso de los malvados se prolonga en su descendencia.

37,39-40 Los dos versos de la última letra se dedican a la "salvación" y dejan bien claro que los honrados son víctimas de los malvados. Hay que notar las repeticiones verbales.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Por la cita del v.11a en el manifiesto de Mt 5,5 penetra el salmo en el NT. Esa cita nos invita a buscar otras correspondencias en las bienaventuranzas: pobres y afligidos en el v.14; Justicia recorre todo el salmo; misericordia en 21 y 26; la búsqueda de la paz en 37 sufrir por la justicia está implícito en los consejos iniciales y recorre el salmo.  

EVANGELIO. Mateo 10,16-23
16 Mirad que yo os mando como ovejas entre lobos: por tanto, sed cautos como serpientes e ingenuos como palomas. 
17 Pero tened cuidado con la gente, porque os llevarán a los tribunales, os azotarán en sus sinagogas
18 y os conducirán ante gobernadores y reyes por mi causa, como prueba contra ellos y contra los paganos.
19 Cuando os entreguen no os preocupéis por lo que vais a decir o por cómo lo diréis, pues lo que tenéis que decir se os inspirará en aquel momento;
20 porque no seréis vosotros los que habléis, será el Espíritu de vuestro Padre quien hable por vuestro medio.
21 Un hermano entregará a su hermano a la muerte, y un padre a su hijo; se levantarán en el juicio hijos contra padres y los harán morir,
22 y seréis odiados de todos por razón de mi persona; pero aquel que resista hasta el final, ése se salvará.
23 Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra, porque os aseguro que no habréis acabado con las ciudades de Israel antes que vuelva el Hombre.

Explicación.

Inermes ante enemigos despiadados (16, cf. 5,10). Prudencia o cautela, pero sencillez sin astucias (16). La prudencia (17, cf. 7,6). Confianza (19-20). Actitudes ante el mensaje (21s). La muerte no es un fracaso (22). La vuelta del Hombre (23), la destrucción de Jerusalén (cf. 26,64).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Proverbios 2,1-9
1Hijo mío, si aceptas mis palabras 
y conservas mis mandatos, 
2prestando oído a la sensatez
y prestando atención a la prudencia; 
3si invocas a la inteligencia
y llamas a la prudencia; 
4si la procuras como el dinero
y la buscas como un tesoro,
5entonces comprenderás el respeto del Señor 
y alcanzarás el conocimiento de Dios. 
6Porque es el Señor quien da la sensatez,
de su boca proceden saber e inteligencia; 
7Él atesora acierto para los hombres rectos, 
es escudo para el de conducta intachable, 
8guarda el camino del deber
y custodia la senda de sus fieles. 
9Entonces comprenderás la justicia y el derecho,
la rectitud y toda conducta buena, 

Explicación.

2,1-4 La primera estrofa está compuesta de prótasis condicionales. El padre o maestro habla y manda con autoridad. El discípulo debe prestar su colaboración. Primero escuchando dócilmente, después llamando, finalmente buscando. El orden de las condicionales no es cronológico; presentan aspectos diversos o complementarios. 

2,5-8 La segunda estrofa contiene una apódosis con su motivación. Introduce el tema religioso. Sensatez y prudencia no son resultado automático de un esfuerzo humano, sino don de Dios: Sab 8,21. Tenemos casi dos polos de religiosidad: respeto numinoso en un polo, conocimiento y trato en otro. Esta relación polar del hombre con Dios es la suprema sabiduría. "Fieles" o leales. 

2,9-11 La tercera estrofa añade una segunda apódosis de elementos éticos y sapienciales. La sensatez toma la iniciativa, como respondiendo a la llamada y búsqueda de los versos 3s. Después que la sensatez ha entrado en su nueva morada, dos personajes de su escolta montan afuera la guardia. 

Salmo. 34,2-11
2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
10 Respetad al Señor, sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.

Explicación.

34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.

34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.

34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.

34,10 "Respeto": o reverencia, sentido religioso. "Consagrados": compárese con Éx 18,6.

34,11 Véase el cántico de Ana 1 Sm 2,5.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.

Evangelio. Mateo 19,27-29
27 Intervino entonces Pedro:
- Pues mira, nosotros ya lo hemos dejado todo y te hemos seguido. En vista de eso, ¿qué nos va a tocar?
28 Jesús les dijo:
- Os aseguro que cuando llegue el mundo nuevo y el Hombre se siente en su trono de gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
29 Y todo aquel que por causa mía ha dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará vida definitiva.

EXPLICACIÓN.

Pedro pide seguridades concretas (27). El mundo nuevo comienza con la resurrección de Jesús; se siente en su trono de gloria (cf. 26,64). El Israel mesiánico (los Doce), con su seguimiento de Jesús, hará que, por contraste, el antiguo Israel, que rechaza el Mesías, quede juzgado y condenado. La renuncia a los bienes (29) no desembocará en la miseria, sino en una abundancia centuplicada (5,5).

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