Primera Lectura. Hechos 2,44-47 o Colosenses 3,12-17.
HECHOS.
44 Todos los que iban creyendo abrigaban el mismo propósito y lo tenían todo en común;
45 vendían sus posesiones y sus bienes y lo repartían entre todos según la necesidad de cadauno.
46 A diario frecuentaban unánimes el templo; partían el pan en las casas, comían alabando a Dios con alegría y de todo corazón,
47 y siendo bien vistos de todo el
pueblo. El Señor les iba agregando a los que día tras día se iban
poniendo a salvo con el mismo propósito.
EXPLICACIÓN.
Presenta el ideal de vida escogido por la iglesia de Jerusalén:
comunidad de bienes al estilo de las comunidades esenias (Qumrán); se
entremezclan elementos nuevos que configurarán la comunidad creyente
("enseñanza de los apóstoles, fracción del pan") con elementos
tradicionales pertenecientes al judaísmo ("propósito común" de erigirse
en los verdaderos representantes de Israel, constancia "en las
oraciones" o culto oficial del templo, cf. Lc 24,53; Hch 1,14s) (42-46).
Según el texto ord.
son bien vistos de "todo el pueblo" de Israel; según la rec. occ.,
"todo el mundo" presente en Pentecostés (47a). También el último
hemistiquio es más coherente en la rec. occ.: "El Señor iba agregando a
la comunidad (gr. ekklêsia,primera
mención) a losque día tras día, etc." (47b). Según esto, la acción del
Señor rebasa el ámbito del Israel mesiánico, agregando desde ahora a los
que se convierten a la iglesia/comunidad de todos los elegidos.
COLOSENSES.
12En vista de eso, como
elegidos de Dios, consagrados y predilectos, vestíos de ternura
entrañable, de agrado, humildad, sencillez, tolerancia; 13conllevaos
mutuamente y perdonaos cuando uno tenga queja contra otro; el Señor os
ha perdonado, haced vosotros lo mismo. 14Y, por encima, ceñíos el amor
mutuo, que es el cinturón perfecto. 15Interiormente, la paz del Mesías
tenga la última palabra; a esta paz os han llamado como miembros de un
mismo cuerpo. Sed también agradecidos. 16El mensaje del Mesías habite
entre vosotros en toda su riqueza: enseñaos y aconsejaos unos a otros lo
mejor que sepáis; con agradecimiento cantad a Dios de corazón salmos,
himnos y cánticos inspirados; 17y cualquier actividad vuestra, de
palabra o de obra, hacedla en honor del Señor Jesús, dando gracias a
Dios Padre por medio de él.
EXPLICACIÓN.
Relaciones humanas en la humanidad
nueva: los sentimientos mutuos han de ser los que contribuyen a la unión
y facilitan la convivencia. La consagración o pertenencia a la esfera
de Dios, que en 1,2 exigía la fe y la esperanza, desemboca aquí en el
amor de unos por otros (12-13). Las buenas disposiciones hacia los demás
se comparan a prendas de vestir; las mantiene unidas y en su sitio el
cinturón o faja, que es el amor mutuo (14). Tenga la última palabra, lit.
"arbitre/sea árbitro". El Señor no llama a una espiritualidad
individualista, sino a vivir como miembros de una comunidad (15). Han de
ser cristianos a fondo, dejando que toda la vida quede penetrada por el
amor mutuo; para ello, ayuda recíproca en un ambiente de alegría y de
agradecimiento a Dios (16). Alegría y gratitud en la reunión cristiana y
lo mismo en la actividad (17)
Salmo. 131,1-3.
1Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no persigo grandezas
ni maravillas que me superan.
2Juro que allano
y aquieto mi deseo.
Como un niño en brazos de su madre
como un niño sostengo mi deseo.
3¡Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre!
Explicación.
131 Género y situación. Oración
de confianza individual que se abre a la comunidad. Uno de los más
breves e intimistas de salterio. La intimidad ha abolido circunstancias
externas, ha fijado un momento perdurable. El orante se desdobla: mira
hacia dentro y comunica al Señor lo que descubre. Se ha mirado con tal
lucidez y honestidad, que se atreve a jurar ante Dios.
La
comparación del niño y la madre o el padre se establece entre el deseo o
aspiraciones y el yo maduro. Es comparación psicológica, no teológica.
El deseo puede ser como un niño necesitado, caprichoso, débil y
exigente, inquieto y sin juicio. Toca a la madre acogerlo con dominio
blando, con decisión cariñosa. Toca al varón dominar y serenar su deseo,
con juicio y comprensión. En un segundo momento se puede trasladar la
comparación a la relación del hombre con
Dios.
131,1
A manera de comentario pueden leerse textos sapienciales: Prov 16,18s;
30,13; Eclo 10,6-18; de los profetas Is 2,9-19. "Me superan": Job 42,3.
131,2 Mt 18,1-5 par.
131,3
Al aplicar la enseñanza a Israel, la experiencia individual se hace
comunitaria y propone cuestiones graves. ¿Es la humildad virtud del
individuo y no de la comunidad? ¿Es compatible el orgullo nacional con
la confianza en Dios?
Transposición cristiana.
Un
texto clásico sobre el hacerse niños se lee en Mt 18,3-5par. La
humildad condición para recibir la revelación: Lc 10,21 s. Hay que
repetir la pregunta final, dirigida a la Iglesia.
Evangelio. Lucas 12,22-31.
22 Y a los discípulos les dijo:
- Por eso os digo: No andéis
preocupados por la vida pensando qué vais a comer; ni por el cuerpo,
pensando con qué os vais a vestir.
23 Porque la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido.
24 Fijaos en los cuervos: ni
siembran ni siegan, no tienen despensa ni granero y, sin embargo, Dios
los alimenta, y ¡cuánto más valéis vosotros que los pájaros!
25 Y ¿quién de vosotros a fuerza de preocuparse podrá añadir una hora sola al tiempo de su vida?
26 Entonces, si no sois capaces ni siquiera de lo pequeño, ¿por qué os preocupáis por lo demás?
27 Fijaos cómo crecen los lirios:
ni hilan ni tejen, y os digo que ni Salomón en todo su fasto estaba
vestido como cualquiera de ellos.
28 Pues si a la hierba, que hoy
está en el campo y mañana se echa en el horno, Dios la viste así,
¿cuánto más no hará por vosotros, gente de poca fe?
29 No estéis con el alma en un hilo, buscando qué comer o qué beber.
30 Son los paganos del mundo
entero quienes ponen su afán en esas cosas, pero ya sabe vuestro Padre
que tenéis necesidad de ellas.
31 Por el contrarios, buscad que él reine, y eso se os dará por añadidura.
Explicación.
De nuevo a los discípulos. No hay que
hacer principal lo secundario (22s). Dejar toda preocupación por el
futuro inmediato (24). Inutilidad de la preocupación (25s); ésta
despierta el deseo de acaparar para asegurarse la subsistencia y de ahí
nace el deseo de riqueza (cf. 8,14). Confiando en el Padre, han de
buscar que Dios reine (29-31): lo que en el Padre nuestro se expresaba
como petición (11,2; "llegue tu reinado"), se hace aquí compromiso; buscar, cf. 11,9.
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