2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Filipenses 3:3-8
3Porque los circuncisos somos nosotros,
que damos culto con el Espíritu de Dios y que ponemos nuestra gloria en
el Mesías Jesús sin confiar en lo propio nuestro. 4Aunque lo que es yo,
ciertamente tendría motivos para confiar en lo propio, y si algún otro
piensa que puede hacerlo, yo mucho más; 5circuncidado a los ocho días de
nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura
cepa y, por lo que toca a la Ley, fariseo; 6si se trata de intolerancia,
fui perseguidor de la Iglesia, si de la rectitud que propone la Ley,
era intachable.
7Sin embargo, todo eso que para mí era
ganancia, lo tuve por pérdida comparado con el Mesías; 8más aún,
cualquier cosa tengo por pérdida al lado de lo grande que es haber
conocido personalmente al Mesías Jesús, mi Señor. Por él perdí todo
aquello y lo tengo por basura con tal de ganar al Mesías
EXPLICACIÓN.
Los individuos a quienes ataca Pablo
parecen ser judíos, no cristianos judaizantes. Se ve que en Filipos los
judíos ejercían un fuerte proselitismo, queriendo imponer sus prácticas
religiosas, con el espejuelo de la perfección a que lleva la observancia
de una Ley. No es la primera vez que se presenta el problema. Perros, para
los judíios animales inmundos, era un epíteto que ellos aplicaban a los
paganos; Pablo invierte los términos. Al rito de la circuncisión, que,
según los judíos, integraba en el pueblo escogido, Pablo lo califica de
"mutilación" (cf. Gál 5,12); el término abstracto está usado por el
colectivo: "los circuncisos" o "mutilados". Los verdaderos circuncisos ((los circuncisos somos nosotros, lit.
"la circuncisión (abstracto por colectivo) somos nosotros")), es decir,
los que realmente gozan de una relación privilegiada con Dios, son los
que participan del Espíritu (1b-3). Pablo, como fariseo, centrado en sí
mismo y en sus privilegios y méritos personales. La tribu de Benjamín se había mantenido siempre fiel a la dinastía de David; hebreo de pura cepa, lit. hebreo hijo de hebreos, en relación con la gran estima que tenían los judíos de la pureza de sangre (4-6).
Después de su conversión, cuando ha
desechado todos los valores vigentes en su sociedad, el centro de Pablo
no es su "yo", sino Jesús, el Mesías/Salvador. Conocido personalmente (8),sentido del griego gnôsis, conocimiento
por experiencia. Pablo no busca ya que Dios lo apruebe por ser fiel a
los preceptos de una Ley, sino por su fe en el Mesías; la entrega a éste
por la fe/adhesión lo lleva a parecerse a él lo más posible. La
incorporación a él por la fe/adhesión resulta en una toma de conciencia
de su presencia y actividad (Gál 2,19s), aceptando con él las
penalidades (Col 1,24), muriendo con él al pecado (Rom 6,3-5), a la Ley
(Gál 1,24), y a los principios del mundo (Rom 12,2; Gál 6,14); esa
muerte lleva a la vida (7-11).
2Cantadle al son de instrumentos,
comentad todas sus maravillas.
3Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
4Recurrid al Señor y a su poder
buscad siempre su presencia.
5Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios y las sentencias de su boca.
6iEstirpe de Abrahán, su siervo,
hijos de Jacob, su elegido!
7EI Señor es nuestro Dios
él gobierna toda la tierra.
Explicación.
105,1-7
Largo invitatorio marcando un tempo andante. Aunque el tema es
nacional, quiere un auditorio internacional (1), ya que "nuestro Dios"
es universal (7).
105,5 Las "sentencias" son tanto judiciales como legales, son actos de gobierno.
105,6 El paralelismo deja por ahora sitio a dos patriarcas: Is 41,8.
Transposición cristiana.
El
tema de la promesa, contrapuesta a la ley, es fundamental en la
teología de Pablo. Para comenzar léanse Gal 3,16-18.26-29; Rom 4,16. La
Iglesia debe incorporar a su alabanza la historia de Israel, como parte
de su historia. Después puede añadir otras meditaciones de su historia.
Evangelio: Lucas 15:1-10
PARÁBOLAS: LA OVEJA Y LA MONEDA PERDIDAS.
1 Todos los recaudadores y descreídos se le iban acercando para escucharlo;
2 por eso tanto los fariseos como los letrados lo criticaban diciendo:
- Éste acoge a los descreídos y come con ellos.
3 Entonces les propuso Jesús esta parábola:
4 - Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja
las noventa y nueve en el campo y va en busca de la descarriada hasta
que la encuentra?
5 Y cuando la encuentra, se la carga a hombros, muy contento;
6 al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
- Dadme la enhorabuena! He encontrado la oveja que se me había perdido.
7 Os digo que lo mismo dará más alegría en el cielo un pecador que se
enmienda, que noventa y nueve justos que no sienten necesidad de
enmendarse.
8 Y si una mujer tiene diez monedas de plata y se le pierde una, ¿no
enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta
encontrarla?
9 Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas para decirles:
- ¡Dadme la enhorabuena! He encontrado la moneda que se me había perdido.
10 Os digo que la misma alegría sienten los ángeles de Dios por un solo pecador que se enmienda.
EXPLICACIÓN.
15,1-10. Respuesta masiva de los
considerados como descreídos o irreligiosos, los que no observan la Ley
(5,27-32) (1). Crítica de los fariseos (5,30; 7,34); comer con ellos, signo de amistad, intolerable para la teología farisea (7,34); se ventila el principio de si Dios ama o no a los pecadores,
es decir, a los que no observan la Ley, y, en último término, a los
paganos; en otras palabras, si pone o no como condición para su amor
practicar una religiosidad intachable.
Dos parábolas (4-7; 8-10) con la misma moraleja. Apela a la experiencia de sus adversarios (¿Quién de vosotros?);
apoyándose en la conducta humana, describe la divina con los hombres:
Dios ama a cada uno en particular, sea cual sea su conducta (cf. 6,35s)
(4-7); los fariseos, en cambio, prescinden de los que no observan la
Ley, pensando que Dios desprecia a los pecadores.
La salvación de un pecador (su respuesta al designio de Dios, 7,29), causa de alegría (7.10). Los justos han frustrado el designio de Dios sobre ellos (5,32; 7,30); no causan tanta alegría (irónico). En el cielo (7), los ángeles de Dios (10), son modos de designar a Dios mismo. De nuevo utiliza Lc la doble figura, masculina (4) y femenina (8) (cf. 13,18-21).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Filipenses 4,4-9
4Estad
siempre alegres con el Señor; os lo repito, estad alegres. 5Que todo el
mundo note lo comprensivos que sois. El Señor está cerca, 6no os
agobiéis por nada; en lo que sea, presentad ante Dios vuestras
peticiones con esa oración y esa súplica que incluyen acción de gracias;
7así la paz de Dios, que supera todo razonar, custodiará vuestra mente y
vuestros pensamientos mediante el Mesías Jesús.
8Por
último, hermanos, todo lo que sea verdadero, todo lo respetable, todo
lo justo, todo lo limpio, todo lo estimable, todo lo de buena fama,
cualquier virtud o mérito que haya, eso tenedlo por vuestro; 9y lo que
aprendisteis, y recibisteis, y oísteis, y visteis de mí o en mí, eso
llevadlo a la práctica; así el Dios de la paz estará con vosotros.
Explicación.
Exhortaciones
finales. Alegría (Rom 14,17; Gál 5,22). Actitud ante los de fuera.
Oración confiada: su resultado será la paz que Dios comunica reavivando
en el hombre la experiencia de su amor (4-7).
Ámbito
de interés para los cristianos: todo lo que es bueno dondequiera se
encuentre. Nada de comunidad cerrada ni aislada de su ambiente cultural.
Para que la alusión sea más clara, usa el término estoico virtud, que
nunca se encuentra en los evangelios ni en los escritos de Pablo
referido a cristianos (en el NT, sólo en escritos tardíos como 2 Pe
1,3). Para la práctica, los remite a su enseñanza y a su ejemplo (8-9).
Salmo. 131,1-3
1Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no persigo grandezas
ni maravillas que me superan.
2Juro que allano
y aquieto mi deseo.
Como un niño en brazos de su madre
como un niño sostengo mi deseo.
3¡Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre!
Explicación.
131 Género y situación. Oración
de confianza individual que se abre a la comunidad. Uno de los más
breves e intimistas de salterio. La intimidad ha abolido circunstancias
externas, ha fijado un momento perdurable. El orante se desdobla: mira
hacia dentro y comunica al Señor lo que descubre. Se ha mirado con tal
lucidez y honestidad, que se atreve a jurar ante Dios.
La
comparación del niño y la madre o el padre se establece entre el deseo o
aspiraciones y el yo maduro. Es comparación psicológica, no teológica.
El deseo puede ser como un niño necesitado, caprichoso, débil y
exigente, inquieto y sin juicio. Toca a la madre acogerlo con dominio
blando, con decisión cariñosa. Toca al varón dominar y serenar su deseo,
con juicio y comprensión. En un segundo momento se puede trasladar la
comparación a la relación del hombre con
Dios.
131,1
A manera de comentario pueden leerse textos sapienciales: Prov 16,18s;
30,13; Eclo 10,6-18; de los profetas Is 2,9-19. "Me superan": Job 42,3.
131,2 Mt 18,1-5 par.
131,3
Al aplicar la enseñanza a Israel, la experiencia individual se hace
comunitaria y propone cuestiones graves. ¿Es la humildad virtud del
individuo y no de la comunidad? ¿Es compatible el orgullo nacional con
la confianza en Dios?
Transposición cristiana.
Un
texto clásico sobre el hacerse niños se lee en Mt 18,3-5par. La
humildad condición para recibir la revelación: Lc 10,21 s. Hay que
repetir la pregunta final, dirigida a la Iglesia.
Evangelio. Mateo 22,34-40
34 Los fariseos, al enterarse de que Jesús había tapado la boca a los saduceos, se congregaron
35 y uno de ellos, que era jurista, le preguntó para tentarlo:
36 - Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
37 Él le contestó:
- "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente" (Dt 6,5).
38 Éste es el mandamiento principal y el primero,
39 pero hay un segundo no menos importante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19,18).
40 De estos dos mandamientos pende la Ley entera y los Profetas.
EXPLICACIÓN.
34
- 40. Un jurista, delegado del partido fariseo. Cuestión muy discutida;
ordinariamente se consideraba la observancia del sábado el más
importante mandamiento (34-36). Jesús responde con los textos de Dt 6,5 y
Lv 19,18. Dos mandamientos inseparables: quien da su adhesión a Dios,
ha de conformar su conducta a la de Dios, el gran bienhechor del hombre
(37s). Todo el AT es una explicitación de estos dos mandamientos (40).
Su observancia habría hecho de Israel una sociedad justa, pero el
proyecto de Dios ha fracasado (21,13).
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