2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Judas 1,17.20-25
CARTA DE JUDAS.
17Vosotros, queridos
hermanos, acordaos de lo que predijeron
los apóstoles de nuestro Señor, Jesús Mesías. 20Vosotros, en cambio, queridos hermanos, asentándoos
sobre el cimiento de vuestra santa fe y orando movidos por el Espíritu Santo,
21manteneos en el amor de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor,
Jesús Mesías, que dará vida definitiva.
22De los que
titubean, tened compasión; 23a otros, salvadlos arrancándolos del fuego; a
otros, mostradles compasión, pero con cautela, aborreciendo hasta el vestido
que esté manchado por los bajos instintos.
24Al que puede
preservaros de tropiezos y presentaros ante su gloria exultantes y sin mancha,
25al único Dios, nuestro Salvador, gloria y majestad, dominio y autoridad por
Jesús Mesías Señor nuestro, desde siempre y ahora y por todos los siglos, amén.
EXPLICACIÓN.
Este mal pertenece a los tiempos finales, según predijeron
los apóstoles (cf. 2 Pe 3,2.3; 1 Tim 4,1; 2 Tim 3,1-5; Hch 20,19); esta frase
parece indicar una fecha tardía para la composición de la carta (17-19),
Exhortación a los destinatarios: la vida definitiva, esperanza para el futuro
(20-21).
Precaución en la ayuda a los contagiados (22-23). Doxología,
cf. Rom 16,27 (24-25). Salmo: 63,2-6
LIBRO DE LOS SALMOS.
2Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo:
mi garganta tiene sed de ti,
mi carne desfallece por ti,
en un páramo reseco, sin agua.
3Así te contemplé en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria.
4Pues vale más tu lealtad que la vida,
te elogiarán mis labios;
5Así te bendeciré mientras viva,
alzando las manos en tu nombre.
6Como de enjundia y de manteca
se saciará mi garganta,
y con labios jubilosos
te alabará mi boca.
Explicación.
63,3 Sobre la contemplación de la gloria: Ex 24,11; 33,18.
63,4 La amistad de Dios vale más que la vida humana, da sentido a esa vida.
63,6 La "enjundia" puede referirse al banquete sacrificial: véanse Sal 36,9; Is 55,2; Jr 31,14.
Transposición cristiana.
La
corporeidad de experiencia y lenguaje del salmo adquiere nuevo realismo
cuando el Hijo de Dios se hace hombre. Su "diestra" sostiene a Pedro,
su aliento alcanza a Juan en la cena; come y bebe con sus discípulos
(Hch 10,41); tuvo sed en Samaría (Jn 4) y en la cruz (Jn 19,28). En él
glorificado podemos contemplar la gloria de Dios. Evangelio: Marcos 11,27-33
EVANGELIO DE MARCOS. ÍNDICE.
EVANGELIO DE MARCOS
27Llegaron de nuevo a
Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos
sacerdotes, los letrados y los senadores 28y le preguntaron:
-¿Con qué autoridad
actúas así?, o sea, ¿quién te ha dado la autoridad para actuar así?
29Jesús les contestó:
-Os vaya hacer una
pregunta; contestádmela y os diré con qué autoridad actúo así. 30El bautismo
aquel de Juan, ¿era cosa de Dios o cosa humana? Contestadme.
31 Ellos razonaban,
diciéndose unos a otros:
-Si decimos «de
Dios», dirá: «Y, entonces, ¿por qué no le creísteis ?»; 32pero si decimos «cosa
humana»… (Tenían miedo del pueblo, porque todo el mundo pensaba que Juan había
sido realmente un profeta.) 33Y respondieron a Jesús:
-No lo sabemos.
Jesús les replicó:
-Pues tampoco yo os
digo con qué autoridad actúo así.
Explicación.
(11,27-33): Los dirigentes (las tres categorías que
componían el Consejo, cf. 8,31) piden a Jesús credenciales que justifiquen su
actuación; quieren llevarlo al terreno jurídico (27-28). Jesús les pide una
opinión sobre la actividad de Juan Bautista, que tampoco tenía credenciales
jurídicas (29-31). Miedo de los dirigentes, inseguridad del poder. Se inhiben.
Jesús no responde a la mala fe (32-33).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Corintios 1,18-25
18De hecho, el
mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para
los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios, 19pues dice la
Escritura:
Anularé el saber
de los sabios,
descartaré la
cordura de los cuerdos (Is 29,14)
20¡A ver un sabio, a ver un letrado, a
ver un estudioso del mundo este! ¿No ha demostrado Dios que el saber de este
mundo es locura? 21Mirad, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a
Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con
esa locura que predicamos. 22Pues mientras los judíos piden señales y los
griegos buscan saber, 23nosotros predicamos un Mesías crucificado, para los
judíos un escándalo, para los paganos una locura; 24en cambio, para los
llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y saber
de Dios: 25porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la
debilidad de Dios más potente que los hombres.
Explicación.
El interés
principal de Pablo es exponer la doctrina de la cruz, la de un salvador
crucificado. Perderse o salvarse dependen de la actitud del hombre: los que se
salvan (18) son los que toman por modelo la entrega de Jesús para salvar a la
humanidad. No se llega al conocimiento de Dios por vía meramente intelectual,
se requiere una opción que permita al hombre recibir la comunicación divina
(19). El
sabio corresponde más bien a la cultura pagana; el letrado, a la judía; el
estudioso o "disputador" puede aplicarse a los dos (cf. Hch 6,9;
9,29; 28,29), aunque no hay que precisar demasiado. El mundo este, expresión
peyorativa, designa la sociedad existente y se opone al mundo futuro (20). La
inteligencia humana no ha comprendido el saber y amor de Dios manifestado en la
creación (cf. Rom 1,19s); por eso Dios, para darse a conocer, ha escogido el
mensaje de la cruz, manifestación "escandalosa" de su amor a los
hombres (cf. v.1) (21). Los judíos no lo entienden: ellos esperaban un Mesías
con poderes milagrosos; la muerte del Mesías, Jesús, que consideran un fracaso,
es para ellos un escándalo. Los griegos buscan sabiduría, es decir, la verdad
en términos filosóficos; que la divinidad pudiera manifestarse en un ejecutado
es para ellos locura (22-23). Para los cristianos (24), la experiencia de
salvación que han tenido por dar su adhesión a ese crucificado, los convence de
que él representa la sabiduría y fuerza de Dios, incomparablemente superior a
la humana (25).
Salmo. 34,2-9
2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
Explicación.
34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.
34,3
El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor
su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados
pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a
la categoría.
34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como
enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas
se proyectan hacia Dios.
34,5 Consulta del hombre y oráculo de
respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en
Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.
34,6 Éste es el
verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas.
"Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23;
Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación
apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en
los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando
volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera:
quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá
"radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este
verso como lema de la oración contemplativa.
34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.
34,8
"Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que
el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea.
Resuenan relatos de Éx y Nm.
34,9-11 Creo encontrar cierta
coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre",
"carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando
"ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados"
al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete
sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden
cronológico, y cabe una lectura más genérica.
34,9 Es un caso de
"aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo
de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y
la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo
sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.
Evangelio. Mateo 5,13-19
13 Vosotros sois la sal de la tierra. Y si la sal se pone sosa, ¿con
qué se salará? Ya no sirve más que para tirarla a la calle y que la
pisotee la gente.
14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en lo alto de un monte;
15 ni se enciende una lámpara para ponerla en el candelero y que brille para todos los de la casa.
16 Empiece así a brillar vuestra luz ante los hombres; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo.
17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra,
ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se
realice.
19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos
mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo
en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será
llamado grande en el reino de Dios:
EXPLICACIÓN.
13 - 16. La sal, factor de incorruptibilidad, símbolo de la permanencia de la alianza (Lv 2,13; Nm 18,19; 2 Cr 13,5). La luz, la
gloria o esplendor de Dios que había de brillar sobre Jerusalén (Is
60,1-3). Los discípulos son la nueva ciudad santa donde Dios habita (cf.
27,53). La gloria se manifiesta en su modo de obrar (5,7-9), en el que
los hombres reconocen a Dios como Padre.
Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no
es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del
reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22;
2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el
éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de
la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que
desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y
quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar
cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios).
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