sábado, 5 de octubre de 2024

LECTURAS DEL DOMINGO 6 DE OCTUBRE DEL 2024

 Primera Lectura: Génesis 2:18-24

GÉNESIS.

18El Señor Dios se dijo:
“No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle el auxiliar que le corresponde”.
19Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las fieras salvajes y todos los pájaros del cielo, y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. 20Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró el auxiliar que le correspondía.
21Entonces el señor Dios echó sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y creció carne desde dentro.
22De la costilla que le había sacado al hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.
23El hombre exclamó:
-¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Hembra, porque la han sacado del Hombre. 24Por eso un hombre abandona padre y madre, se junta a su mujer y se hacen una sola carne.

EXPLICACIÓN.

2,18 Eclo 25,1-4.13-18.

2,19-20. Dios cede al hombre la tarea de seguir nombrando. Y él, poniendo nombres, distingue, identifica, organiza: actividad básica del lenguaje. Primer acto de señorío del hombre sobre el reino animal. En el mismo acto el hombre descubre su soledad.

2,12 Job 4,13.

2,21-22. Se repite el esquema “tomar – llevar”: Dios mismo hace de mediador, que presenta la esposa al esposo (nymphagogos dicen los padres griegos).

2,23. Como el hombre procede de la tierra, adm de adama, así la mujer-Hembra procede de Hombre, issa de is. Son las primeras palabras del hombre citadas en el libro: al descubrimiento e imposición del nombre se añade la expresión primordial del gozo; otra función del lenguaje. Prov 5,15-19.
1 ¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
2Comerás de la fatiga de tus manos,
serás dichoso, te irá bien.
3Tu mujer como parra frondosa
en la intimidad de tu casa,
tus hijos como renuevos de olivo
alrededor de tu mesa.
4Ésa es la bendición del varón
que respeta al Señor.
5Que te bendiga el Señor desde Sión.
y gozarás de la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida,
6Verás a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!

EXPLICACIÓN.

128 Género colocación. Bienaventuranza que canta la felicidad de la vida familiar en el contexto de Jerusalén e Israel. El paradigma de la dicha está expresado con el doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.

Las dos imágenes son vegetales, parra y olivo; sugieren lozanía, fecundidad, crecimiento. Parra o vid es imagen tradicional: p. ej. Is 5,1-7; Ez 19,10s. En un segundo momento, tanto la vid como el olivo pueden simbolizar a Israel: Jr 11,16. A través de dicho simbolismo pasamos al final del salmo: Jerusalén es la madre, Israel son los hijos.

128,1 Son correlativos respetar al Señor y seguir los caminos que él nos traza.

128,2 Es bendición trabajar produciendo y disfrutar de lo producido: Is 65,21-23; Am 9,14.

128,6 Conocer a los nietos es señal de longevidad: Prov 17,6; Job 42,16.

Transposición cristiana.

 La clave se encuentra en el símbolo matrimonial de Cristo y la Iglesia, según Ef 5. También es aplicable al sacramento del matrimonio, que renueva la bendición genesíaca.

En clave escatológica: el cristiano disfrutará del fruto de su fatiga: Rom 8,18; Ap 14,13.
9pero vemos ya al que Dios hizo por un poco inferior a los ángeles, a Jesús, que, por haber sufrido la muerte, está coronado de gloria y dignidad; así, por la gracia de Dios, la muerte que él experimentó redunda en favor de todos.
               10De hecho convenía que Dios, fin del universo y creador de todo, proponiéndose conducir muchos hijos a la gloria, al pionero de su salvación lo consumara por el sufrimiento, 11pues el consagrante y los consagrados son todos del mismo linaje. Por esta razón no tiene él reparo en llamarlos hermanos, 

EXPLICACIÓN.

 El destino del hombre, ser señor de la creación, se ha realizado ya en Jesús, que murió y ha resucitado para que los hombres puedan alcanzarlo (2,8b-9).

               Si era superior a los ángeles, ¿por qué sufrió la muerte? Para que los hombres fueran hijos de Dios y alcanzasen su plenitud (gloria, cf. Sal 8,6s). Prepara el autor las condiciones para el sumo sacerdocio de Jesús: La primera era la "perfección" y "consagración" del sacerdote; lo consumará (10) incluye las ideas de "perfección", "transformación" y "consagración"; la "perfección" del sumo sacerdote judío era la pureza ritual; la de Jesús, en cambio, fue existencial; tampoco su consagración fue ritual como la del sumo sacerdote judío, se hizo por el amor a los hombres, expresado en su pasión y muerte; lo sucedido con Jesús rompe la imagen tradicional del sacerdocio.

             La segunda condición era la capacidad de representar al pueblo ante Dios (11: del mismo linaje); el Hijo no actúa desde fuera de la humanidad, sino identificándose con ella (hermanos, cita de Sal 22,23), aceptando el dolor humano y convirtiéndolo en instrumento de plena realización (12-13).

Evangelio: Marcos 10:2-16 o 10:2-12
2Se acercaron unos fariseos y, con intención de tentarlo, le preguntaron si está permitido al marido repudiar a su mujer. 3Él les replicó:
-¿Qué os mandó Moisés?
"Contestaron:
-Moisés permitió repudiarla, dándole un acta de divorcio.
5Jesús les dijo:
-Por lo obstinados que sois os dejó escrito Moisés ese mandamiento. 6Pero, desde el principio de la humanidad Dios los hizo varón y hembra; por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y serán los dos un solo ser; de modo que ya no son dos, sino un solo ser. "Luego lo que Dios ha unido, que no lo separe un hombre.
10En la casa, los discípulos le preguntaron a su vez sobre lo mismo. 11 El les dijo:
-El que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; 12y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
(Mt 19,13-15; Lc 18,15-17) 
13Le llevaban chiquillos para que los tocase, pero los discípulos se pusieron a regañarles. 14Al verlo Jesús, les dijo indignado:
-Dejad que los chiquillos se me acerquen, no se lo impidáis, porque los que son como éstos tienen a Dios por rey. 15Os lo aseguro: quien no acoja el reino de Dios como un chiquillo, no entrará en él.
16y, abrazándolos, los bendecía imponiéndoles las manos.  

EXPLICACIÓN.

1-12. Centro de la sección: La obstinación, pecado fariseo y del pueblo. Continúa el viaje hacia Jerusalén. Jesús enseña a las multitudes judías (cf. 1,22; 2,13; 4,1; 6,34) (1). Los fariseos, en papel de Satanás (tentarlo, cf. 1,13; 8,11.33). Ahora se trata del dominio del hombre sobre la mujer, que refleja, en la esfera doméstica, la opresión ejercida por la clase dirigente (2). Cediendo a la obstinación del pueblo, Moisés fue infiel al designio creador. El pecado de los fariseos es el mismo del pueblo, pues Moisés no escribió para ellos, sino para éste (3-5). El ideal del matrimonio, basado en la creación: un amor superior al de los padres lleva a constituir un solo ser, es decir, realiza una identificación que excluye el dominio. (En v. 7, excelentes mss. omiten «se unirá a su mujer-.) (6-8). No valen leyes humanas que destruyan esa igualdad (9). En la casa/comunidad, nueva incomprensión de los discípulos (cf. 7,17; 9,28): no entienden la paridad del hombre y de la mujer. (10). Igualdad de ambos sexos (11-12).

(10,13-16): Chiquillos, como en 9,36: nuevos seguidores de Jesús, no procedentes del judaísmo, que aceptan plenamente su programa. Oposición de los discípulos (la misma de Pedro a Jesús en 8,32). De nuevo la tensión entre los dos grupos (cf. 9,37) (13). Indignación de Jesús. No se lo impidáis, como en 9,39, también de un seguidor no israelita; de los que son como ellos (lit. «de estos tales»): de los que se hacen «últimos de todos y servidores de todos» (9,35); disposición necesaria para acoger el reinado de Dios y gozar de él; para ellos ya ha llegado (cf. 1,15: «está cerca») (14-15). Identificación y afecto (abrazándolos, cf. 9,36; 3,35); bendición: abundante comunicación de vida a los que han producido (4,24s) (16).

viernes, 4 de octubre de 2024

LECTURAS DEL SÁBADO 5 DE OCTUBRE DEL 2024

Primera Lectura: Job 42:1-3, 5-6, 12-17

JOB.

1Job respondió al Señor:
2-Reconozco que lo puedes todo
y ningún plan es irrealizable para ti.
3[Tú has dicho:] “¿Quién es ése
que empaña mis designios
con palabras sin sentido”?.
-Es cierto, hablé sin entender
de maravillas que superan mi comprensión.
5-Te conocía sólo de oídas,
ahora te han visto mis ojos,
6por eso me retracto y me arrepiento
echándome polvo y ceniza.
12El Señor bendijo a Job después, más aún que al principio; sus posesiones fueron catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas. 13Tuvo siete hijos y tres hijas: 14la primera se llamaba Paloma, la segunda Acacia, la tercera Azabache. 15No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les repartió heredades como a sus hermanos.
16Después Job vivió ciento cuarenta años y conoció a sus hijos, nietos y bisnietos. 17Y Job murió anciano y colmado de años.

EXPLICACIÓN.

42.3 Acusación propia: no de culpas punibles, sino de ignorancia y presunción en las palabras. Véase Sal 139,6 y Prov 30,2-3.

42,5. Algo semejante al cambio del salmo 73: Job se ha encontrado con Dios, y esta profunda experiencia religiosa supera toda la tradición teológica de las escuelas, los discursos de los sabios; lo que es más, supera una idea limitada de Dios, que distinguía su saber de su justicia. Dios era un tema de discusión en la boca de los amigos, Dios es ahora uno a quien Job ha encontrado. A este punto ha llegado por el camino de la palabra tenaz. Dios no ha tapado la boca a Job cuando terminó su maldición inicial, Dios no quiere colaboradores mudos, le hacían falta las palabras de Job. Porque nos hacían falta a nosotros: somos un pueblo crítico, incluso de Dios, y Job es nuestro portavoz. Por eso no podía callar. Más allá de nuestra crítica, del Dios que nuestra crítica imagina, suena la voz del Dios cada vez más verdadero. Job no podía callar.

42,6. Lo que en 2,8 era humillación del hombre, aquí es humildad de la penitencia.

42,12. Véase 8,7, donde Bildad promete algo semejante.

42,15. Heredan, contra la costumbre de Nm 27,1-11: 36; Dt 21,15-17.

42,16-17. Con la tonalidad patriarcal de las narraciones del Génesis concluye la historia: véase Gn 5; 50,23; Gn 25,8 muerte de Abrahán; 35,29, muerte de Isaac.
66Enséñame a discernir y entender,
porque me fío de tus mandatos.
71Bien me estuvo el escarmiento:
así aprendí tus órdenes.
75Reconozco, Señor,
que tus mandamientos son justos,
que con razón me afligiste.
91Por tu disposición permanecen hasta hoy;
el universo está a tu servicio.
125Soy tu siervo, instrúyeme,
y comprenderé tus preceptos. 
130La explicación de tu palabra ilumina,
instruye a los inexpertos.

EXPLICACIÓN.

119,65-72 Con cuatro menciones de "bueno" puede componer un tratado de bienes. Dios es bueno y benéfico, buena es la instrucción de Dios y también la aflicción por la que aprendo. El "gusto" es metáfora de discreción o discernimiento: ls 7,15s; Sal 34,9. El pecado por "inadvertencia" (Sal 19,12s) se cura con un escarmiento leve. En 69-70 leemos dos de las pocas imágenes del salmo: dedicadas a enemigos malvados. El último verso adopta la forma clásica de refrán "más vale": compárese con Prov 3,15; 8, 10.19.

119,73-80 Se contraponen unos "fieles", que reverencian al Señor, y unos insolentes, que calumnian al orante; ellos fracasarán, éste no. De Dios se fija en aspectos complementarios: lo primero es la creación o "hechura" del hombre (Job 10,8); después es Dios maestro que enseña; ha de mostrar su "misericordia y compasión".

119,89-96 El tema de la perpetuidad atrae motivos cósmicos de creación: duración celeste, estabilidad de la tierra. En contraste entra la condición caduca del hombre: perece por el sufrimiento, por la persecución del enemigo. Necesita que Dios lo salve y le dé, mantenga la vida. La "palabra" de Dios aparece "plantada" en el cielo, donde cobra su firmeza y seguridad (cfr. Sal 89,3). Como en castellano, la palabra hebrea "acabado" contiene una sugerente ambivalencia. Es lo llevado a cabo, perfecto, y es lo que se acaba. Perfil y forma son perfección desde dentro, límite desde fuera. Sólo el mandato de Dios se dilata inmensamente.

119,121-128. "Ser fiador' pertenece al lenguaje comercial. Gente sin escrúpulos intenta aprovecharse del orante, el cual necesita alguien que salga fiador por él. Si el hombre debe ser cauto en dar fianza (Prov 6,1-5), Dios puede hacerlo sin peligro. Los "ojos se consumen" oteando, vigilando. El amo debe dar instrucciones al "siervo". "Senda engañosa": cfr. Prov 16,25.

119,129-136 "Admirables" o maravillosos, desbordan la comprensión del hombre, pero puede ponerlos en práctica. La Ley ilumina (Sal 19,9.12) y también Dios cuando muestra "su rostro radiante". No llora sus pecados, sino los ajenos: ¿es un llanto penitencial vicario?, ¿llora por celo de la ley, de compasión por los desgraciados? Los preceptos son como un aire que se "aspira" ansiosamente.

Transposición cristiana.

Muchos títulos, símbolos o privilegios atribuidos en el judaísmo a la tora son atribuidos en el NT a Jesucristo: luz, agua de la roca, camino, etc. Por tanto, donde leemos ley o mandato podemos pensar en Jesús como Mesías. Como los relatos del Pentateuco son también tora, así y mucho más lo es la vida de Cristo. La lectura se facilita usando la clave del "camino". Jesús se lo apropia como norma de conducta y vía de acceso al Padre, al cual añade los de verdad y vida, también presentes en el salmo. Con su conducta y enseñanza nos enseña "el camino auténtico de la vida".

Evangelio: Lucas 10:17-24
17 Los setenta regresaron muy contentos y le dijeron:
- Señor, hasta los demonios se nos someten por tu nombre.
18 Él les contestó:
- ¡Ya veía yo que Satanás caería del cielo como un rayo!
19 Yo os he dado la potestad de pisar serpientes y escorpiones y todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá haceros daño.
20 Sin embargo, no sea vuestra alegría que se os someten los espíritus; sea vuestra alegría que vuestros nombres están escritos en el cielo.
21 En aquel preciso momento, exultante con el gozo del Espíritu Santo, exclamó:
- ¡Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla! Sí, Padre, bendito seas por haberte parecido eso bien.
22 Mi Padre me lo ha entregado todo: quién es el Hijo, lo sabe sólo el Padre; quién es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
23 Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
- ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!
24 Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que oís vosotros y no oyeron.

EXPLICACIÓN.

Regreso. Alegría de los enviados por el éxito de la misión (cf. 9,10; no mencionada en el caso de los Doce). Expulsión de demonios (=ideologías fanáticas contrarias al mensaje); contraste con el fracaso de los Doce (9,37ss) (17).

La frase de Jesús contrasta con la anterior de Santiago y Juan (9,54): en vez de caer fuego del cielo (rayo) que destruya a los hombres, cae como un rayo Satanás, el enemigo del hombre y de Dios, personificación del poder que somete al hombre (4,5-7); el poder pierde su prestigio divino (caer del cielo) y cesa su dominio (18); paralelo con 10,15 (Cafarnaún).

Serpientes, etc. (19): las fuerzas del mal (cf. Sal 91,13; Dt 8,15) no podrán dañar a los que Jesús envía; no se trata de un daño físico; quiere decir que los enviados no cederán ante sus ataques. Motivo de la alegría: no tanto el éxito ocasional como el ser ciudadanos del Reino (20).

Alegría de Jesús. Ocasión precisa: es la primera vez que los suyos realizan algo que responde a la acción del Espíritu: la liberación de los hombres. Los intelectuales (cf. 10,13-16: las ciudades, ciudadelas del judaísmo) no entienden las obras del Mesías, pero sí el pueblo sencillo. Se atribuye al Padre lo que depende de la disposición del hombre.

Los sabios y entendidos (Is 29,14): sus mezquinos intereses inutilizan su ciencia (cf. los letrados: 5,17.21.30; 7,30 o "justos": 5,32 que no aceptan la salvación).

Me lo ha entregado todo (22) (cf. 3,22: "Tú eres mi Hijo"). Relación íntima entre el Padre y Jesús, por la comunidad de Espíritu (3,21): sólo conoce al Padre quien recibe el Espíritu de Jesús y experimenta así el amor del Padre. El conocimiento de Dios a través del estudio de la Ley (sabios y entendidos) no es verdadero conocimiento.

Aparte con los discípulos procedentes del judaísmo (los Doce), en el que Jesús les pone por modelo la labor de los Setenta (23): el éxito del reino en Samaría, la región semipagana, es prenda de universalidad. Se cumple la promesa mesiánica: el reino hasta el confín de la tierra (Sal 2,8; 72,10s; Dn 4,44; 7,27). Respuesta a la segunda tentación (4,6s): la universalidad del reino mesiánico no se hará por el dominio ni por la ostentación de poder y gloria, sino liberando a los hombres del yugo que los somete.

miércoles, 2 de octubre de 2024

LECTURAS DEL JUEVES 3 DE OCTUBRE DEL 2024

Primera Lectura. Job 19,21-27

JOB.

21¡Piedad, piedad de mí, amigos míos,
que me ha herido la mano de Dios!
22¿Por qué me perseguís como Dios
y no os hartáis de escarnecerme?
23¡Ojalá se escribieran mis palabras,
ojalá se grabaran en cobre,
24con cincel de hierro y con plomo
se escribieran para siempre en la roca!
25«Yo sé que está vivo mi Vengador
y que al final se alzará sobre el polvo:
26después de que me arranquen la piel,
ya sin carne veré a Dios;
27yo mismo lo veré, no como extraño,
mis propios ojos lo verán».
¡EI corazón se me deshace en el pecho!

Explicación.

19,23-24 Las palabras son de una solemnidad extraordinaria, una llamada a la posteridad, véase Sal 102,19. Piensa en una gran inscripción, lapidaria, con plomo incrustado en la roca. El autor siente la importancia de lo que su protagonista va a decir y lo subraya. Es importante, porque expresa la última apelación o convicción de Job; pero debe tomarse en el contexto total. En cierto sentido este deseo de perpetuidad se extiende a las otras palabras de Job, especialmente a las que expresan su sed y su esperanza de justicia. No podemos negar que el libro de Job dura más que una inscripción en la roca, que la conciencia del autor no se engañaba al estimar la importancia de su libro. 

19,25-27 Pero es terrible observar que precisamente estas palabras del libro nos resulten tan oscuras. El texto hebreo está mal conservado, quizá por manipulación intencionada; los traductores antiguos ensayaron lecturas diversas del texto, como profesión de fe en la resurrección (Jerónimo) o negando tal interpretación (Crisóstomo), y los comentaristas modernos, en vez de ponerse de acuerdo, tienden a multiplicar o diferenciar las explicaciones. Se trata claramente de la justificación que Job espera a pesar de todo: ¿espera o desea una justificación antes de morir o después de la muerte?; en el segundo caso ¿tendrá conciencia de ella estando muerto o resucitará para recibirla?; en el último caso ¿piensa en una resurrección personal o en la resurrección universal de que hablan Dn y Sab? El libro no piensa en la resurrección, la excluye: 3,11-22; 7,9-10; 10, 18-22; 16,22; 17,1.13-16; 21,23-26. Por otra parte Job, en su sed de justicia, expresa a veces una esperanza paradójica, incluso en los momentos en que se rinde a la muerte, sobre todo en el cap. 16, que empalma con el presente. Por eso prefiero, como un poco más probable, la interpretación que refleja nuestra traducción: Job al morir invoca a la tierra para que no cubra su sangre, para que clame pidiendo venganza, 16,8; ahora grita que el vengador de su sangre vive, por eso espera que, ya muerto, desde el reino de la muerte, conocerá su propia justificación, y justificado podrá ver a Dios. La vida ya no le importa, con tal que le hagan justicia; la muerte ya la ha aceptado, pensando que le harán venganza; la justicia ha de prevalecer, y él, aunque muerto, tendrá la satisfacción de saberlo. 

En el otro extremo está la interpretación, también probable, que coloca la reivindicación de Job en esta vida, en una teofanía inmediatamente antes de la muerte. En tal caso, "sin piel y sin carne" es expresión hiperbólica que describe el estado físico de Job antes de morir. En cualquier caso la doctrina de la resurrección no se lee en el texto original ni responde al sentido del libro; es fruto de una lectura posterior, iluminada por el progreso de la revelación en este punto. 

19,25 El vengador es una institución jurídica antigua: un miembro de la familia, del clan, de la tribu, por grados, está obligado a reivindicar a su prójimo: en caso de asesinato, matando al culpable, Dt 19,6-12 (la legislación antigua no admite compensación). El acto y la obligación de vengar se basan en lazos de solidaridad. Dios asume este oficio respecto a Israel: véase sobre todo Isaías 11. Nuestro texto se refiere al vengador de la sangre, y el acto de venganza ha de consistir en probar la inocencia de la víctima. El latín ha traducido el original ga'el por redemptar (= rescatador), y del latín ha pasado a nuestras lenguas. Los cristianos han aplicado el título a Cristo y han dado así una lectura cristiana al texto. 

19,25b El alzarse puede ser gesto forense o bien acto de intervenir. El polvo puede significar la tumba, la humillación, y podría aludir sutilmente a la condición humana. 

19,26-27 Normalmente el hombre no puede ver a Dios porque moriría, p. ej. Ex 33,20; en la situación que Job se imagina no existe tal peligro; naturalmente es algo paradójico, y Job remacha su paradoja. 

19,27c Con una fuerte expresión de deseo cierra en inclusión la perícopa. La traducción es dudosa. Las palabras de Job lo sobreviven y lo vengan; pero esto no basta. Las palabras de Job lo desbordan, a él y al autor, tienen demasiada cabida para su realidad. Tiene que venir una realidad ''final'' que llene la capacidad de sentido de estas palabras. Éste es el fundamento de su lectura cristiana.

Salmo. 27,7-9.13-14

LIBRO DE LOS SALMOS.

7 Escucha, Señor, mi voz que te llama,
ten piedad de mí, respóndeme:
8 -"Buscad mi rostro".
Mi corazón te dice:
-Yo busco tu rostro, Señor:
9 no me ocultes tu rostro.
No apartes con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me rechaces, no me abandones,
Dios de mi salvación.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

Explicación.

27,7-8 El texto es difícil, y los autores cambian la vocalización o el orden. En efecto: "buscad mi rostro" sólo lo puede decir el Señor: cfr. Os 5,15; 2 Cor 7,14. Yo traslado y tomo esa frase como texto de "respóndeme"; y coordino dos verbos de dcir: "respóndeme - le dice mi corazón". El orante quiere escuchar de Dios la invitación que normalmente dirige a la comunidad; al oírla, replica que ya la está cumpliendo, que la cumpla también el Señor.

27,9 La "ira" responde al pecado y anula confianza. Con todo, el salmista no confiesa pecados ni pide perdón; solamente deja pasar por la mente y salir por los labios, para conjurarla, esa terrible posibilidad.

27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.

27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.

Evangelio. Lucas 10,1-12

EVANGELIO DE LUCAS. ÍNDICE.

1 Después de esto el Señor designó a otros setenta y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
2 Y les dijo:
- La mies es abundante y los braceros pocos; por eso, rogad al Señor de la mies que mande braceros a su mies.
3 ¡En marcha! Mirad que os envío como corderos entre lobos.
4 No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias y no os paréis a saludar por el camino.
5 Cuando entréis en una casa lo primero saludad: "Paz a esta casa";
6 si hay allí gente de paz, la paz que les deseáis se posará sobre ellos; si no, volverá a vosotros.
7 Quedaos en esa casa, comed y bebed de lo que tengan, que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa.
8 Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed de lo que os pongan,
9 curad a los enfermos que haya y decidles: "Está cerca de vosotros el reinado de Dios".
10 Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a las calles y decidles:
11 "Hasta el polvo de este pueblo que se no ha pegado a los pies nos lo limpiamos, ¡para vosotros! De todos modos, sabed que está cerca el reinado de Dios".
12 Os digo que el día aquel le será más llevadero a Sodoma que a ese pueblo.

Explicación.

Designación y misión. Ante el fracaso de los Doce (9,40.51-56), Jesús se decide a crear otro grupo de mensajeros para que le preparen el camino (1: designó a otros setenta, mejor que 72), según el número de naciones paganas (cf. Hch 6,1ss; los Siete), seguidores de origen no judío, Samaría, la puerta hacia el paganismo (en Mt y Mc, Galilea).

Instrucciones más extensas que a los Doce (cf. 9,3-5). La humanidad está madura para el mensaje; la petición a Dios los identificará con el objetivo de la misión y les obtendrá el impulso necesario para ella (2). Inermes ante la sociedad hostil (3: ovejas, lobos). No preocuparse por el sustento (12,22ss); sandalias, propias de gente acomodada; los saludos eran prolijos: urgencia de la misión (4). Portadores de paz (5-7). Pueblo/ciudad, figura de ambientes de mentalidad abierta, a diferencia de "aldea" (cf. 9,6). No ser exigentes ni hacer distinciones entre los alimentos: integración en la cultura (8). Curar y proclamar (cf. 9,2) (9).

En caso de no aceptación, dejar constancia de la oportunidad que se rechaza; sacudirme el polvo, cf. 9,1 (19s). Precedencia de la casa (5-7) sobre el pueblo/ciudad (8-12): contacto personal. Excluirse voluntariamente del Reino equivale a condenarse a la ruina; Sodoma, la ciudad maldita por excelencia (12).

martes, 1 de octubre de 2024

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 2 DE OCTUBRE DEL 2024

PRIMERA LECTURA. Éxodo 23,20-23.

ÉXODO

20-Voy a enviarte un ángel por delante para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado. 21Respétalo y obedécele. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones. 22Si le obedeces fielmente y hacer lo que yo digo, "tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán mis adversarios". 23Mi ángel irá por delante y te llevará a las tierras de de los amorreos, heteos, fereceos, cananeos, heveos y jebuseos, y yo acabaré con ellos.

Explicación.

23,20 Primer envío: el "ángel" por el camino y en la tierra. Un ángel es un enviado, mensajero o mensaje, hombre o manifestación. En cualquier caso, es presencia sentida del Señor. Camino y tierra son términos de la fe y la teología, lo mismo que el verbo llevar; pero no el verbo cuidar. Mientras Israel crecía en Egipto, Dios les ha preparado la tierra, dirigiendo la acción de la naturaleza y la historia (Sal 68,11).

23,21 El ángel actúa en nombre del Señor: de ahí la gravedad de no acatarlo.

23,22 Promesa universal, de la que el hombre podría abusar; pero condicionada a la absoluta fidelidad y obediencia del pueblo.

23,23 Mal 3,1.

SALMO. 91,1-6.10-11.

1Tú, que habitas al amparo del Altísimo
y te hospedas a la sombra del Omnipotente, 
2di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti».
3Que él te librará de la red* del cazador 
de la peste funesta;
4te cubrirá con sus plumas,
te refugiarás bajo sus alas:
su brazo es escudo y armadura. 
5No temerás el espanto nocturno, 
ni la saeta que vuela de día,
6Ni la peste que se desliza en tinieblas,
ni la epidemia que hace estrago a mediodía. 

10No se te acercará la desgracia
ni la plaga llegará hasta tu tienda;
11 porque a sus ángeles ha dado órdenes 
para que te guarden en tus caminos. 

Explicación.

91,1-2 La sintaxis hebrea es extraña. Una alternativa al vocativo es leer el participio como figura típica: "Quien habita". Cuatro nombres divinos se aprietan en dos versos: Altísimo (Gn 14; en el salterio 21 veces), Todopoderoso, traducción acostumbrada (favorito de Job), Yhwh (9a), Dios mío, que coloca a Yhwh en la categoría de los dioses personales. La cuaterna del Único contrasta las cuaternas hostiles que van a sobrevenir.
91,3 "Peste funesta": para no adelantar la peste del v. 6, se propone vocalizar "palabra, asunto"; podría ser maleficio o difamación: cfr. Prov 17,4; Sal 38,13. * O: trampa.
91,5 "No temerás" es en boca del liturgo la invitación clásica del oráculo de salvación. El "espanto" o terror nocturno: véanse Cant 3,8 y el gran desarrollo de Sab 17,4.14s.
91,6 La peste aterroriza por su potencia contagiosa. Es una de las plagas frecuentes en Jr y Ez. "Epidemia" es palabra rara en el AT: Is 28,2 la asocia a la tormenta; Os 13,14 la asocia al Seol; Dt 32,23-25. 
91,10 La ''tienda'' es correlativa de la "morada"; figura en expresiones de tipo proverbial: Prov 14,11; en contraste, Job 18,6.14s.
91,11 "Ángeles": en singular Ex 23,20; 32,34; 33,2; Sal 34,8.
Transposición cristiana.
El tentador cita 11-12 para apoyar su propuesta: Mt 4,5s; Lc 4,9-11; lo demoníaco se hace insinuante, se despoja de lo terrorífico. Pedro escoge una de las máscaras y la identifica: 1 Pe 5,8-10. 

EVANGELIO. Mateo 18,1-5.10.
1 En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
- Vamos a ver, ¿quién es más grande en el reino de Dios?
2 El llamó a un criadito, lo puso en medio
3 y dijo:
- Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como estos chiquillos, no entráis en el reino de Dios;
4 o sea, que cualquiera que se haga tan poca cosa como el chiquillo éste, ése es el más grande en el reino de Dios;
5 y el que acoge a un chiquillo como éste por causa mía, me acoge a mí.
10 Cuidado con mostrar desprecio a un pequeño de ésos, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
 
EXPLICACIÓN.

1 - 5. Instrucción en la casa/comunidad (cf. 17,25). Los discípulos, según la mentalidad del judaísmo, suponen que en la comunidad hay diferencias de rango. Criadito, lit. "chiquillo", término de doble sentido, como en castellano: "jovencito", "pequeño servidor". No es una chiquillo cualquiera (3: estos chiquillos; 5: un chiquillo como éste/de esta clase), sino un sirviente. "Hacerse como chiquillos/servidores", renunciando a toda ambición personal (cf. 5,3; 16,24). La grandeza se juzga por criterios opuestos a los de la sociedad. No el que manda, sino el que sirve es el más grande. El chiquillo, modelo de discípulo; los que adoptan esta actitud en la misión (cf. 10,40), llevan consigo la presencia de Jesús.

Según la creencia judía, sólo siete ángeles superiores veían el rostro de Dios; para ponderar el respeto que merecen los pequeños, Jesús usa esta imagen (10): ellos son los más importantes ante Dios. Algunos mss. y versiones intercalan el v.11 tomado de Lc 19,10: "Porque este Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo". 

LECTURAS DEL DOMINGO 6 DE OCTUBRE DEL 2024

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