Primera Lectura. Job 19,21-27
21¡Piedad, piedad de mí, amigos míos,
que me ha herido la mano de Dios!
22¿Por qué me perseguís como Dios
y no os hartáis de escarnecerme?
23¡Ojalá se escribieran mis palabras,
ojalá se grabaran en cobre,
24con cincel de hierro y con plomo
se escribieran para siempre en la roca!
25«Yo sé que está vivo mi Vengador
y que al final se alzará sobre el polvo:
26después de que me arranquen la piel,
ya sin carne veré a Dios;
27yo mismo lo veré, no como extraño,
mis propios ojos lo verán».
¡EI corazón se me deshace en el pecho!
Explicación.
19,23-24 Las palabras son de una solemnidad extraordinaria, una llamada a la posteridad, véase Sal 102,19. Piensa en una gran inscripción, lapidaria, con plomo incrustado en la roca. El autor siente la importancia de lo que su protagonista va a decir y lo subraya. Es importante, porque expresa la última apelación o convicción de Job; pero debe tomarse en el contexto total. En cierto sentido este deseo de perpetuidad se extiende a las otras palabras de Job, especialmente a las que expresan su sed y su esperanza de justicia. No podemos negar que el libro de Job dura más que una inscripción en la roca, que la conciencia del autor no se engañaba al estimar la importancia de su libro.
19,25-27 Pero es terrible observar que precisamente estas palabras del libro nos resulten tan oscuras. El texto hebreo está mal conservado, quizá por manipulación intencionada; los traductores antiguos ensayaron lecturas diversas del texto, como profesión de fe en la resurrección (Jerónimo) o negando tal interpretación (Crisóstomo), y los comentaristas modernos, en vez de ponerse de acuerdo, tienden a multiplicar o diferenciar las explicaciones. Se trata claramente de la justificación que Job espera a pesar de todo: ¿espera o desea una justificación antes de morir o después de la muerte?; en el segundo caso ¿tendrá conciencia de ella estando muerto o resucitará para recibirla?; en el último caso ¿piensa en una resurrección personal o en la resurrección universal de que hablan Dn y Sab? El libro no piensa en la resurrección, la excluye: 3,11-22; 7,9-10; 10, 18-22; 16,22; 17,1.13-16; 21,23-26. Por otra parte Job, en su sed de justicia, expresa a veces una esperanza paradójica, incluso en los momentos en que se rinde a la muerte, sobre todo en el cap. 16, que empalma con el presente. Por eso prefiero, como un poco más probable, la interpretación que refleja nuestra traducción: Job al morir invoca a la tierra para que no cubra su sangre, para que clame pidiendo venganza, 16,8; ahora grita que el vengador de su sangre vive, por eso espera que, ya muerto, desde el reino de la muerte, conocerá su propia justificación, y justificado podrá ver a Dios. La vida ya no le importa, con tal que le hagan justicia; la muerte ya la ha aceptado, pensando que le harán venganza; la justicia ha de prevalecer, y él, aunque muerto, tendrá la satisfacción de saberlo.
En el otro extremo está la interpretación, también probable, que coloca la reivindicación de Job en esta vida, en una teofanía inmediatamente antes de la muerte. En tal caso, "sin piel y sin carne" es expresión hiperbólica que describe el estado físico de Job antes de morir. En cualquier caso la doctrina de la resurrección no se lee en el texto original ni responde al sentido del libro; es fruto de una lectura posterior, iluminada por el progreso de la revelación en este punto.
19,25 El vengador es una institución jurídica antigua: un miembro de la familia, del clan, de la tribu, por grados, está obligado a reivindicar a su prójimo: en caso de asesinato, matando al culpable, Dt 19,6-12 (la legislación antigua no admite compensación). El acto y la obligación de vengar se basan en lazos de solidaridad. Dios asume este oficio respecto a Israel: véase sobre todo Isaías 11. Nuestro texto se refiere al vengador de la sangre, y el acto de venganza ha de consistir en probar la inocencia de la víctima. El latín ha traducido el original ga'el por redemptar (= rescatador), y del latín ha pasado a nuestras lenguas. Los cristianos han aplicado el título a Cristo y han dado así una lectura cristiana al texto.
19,25b El alzarse puede ser gesto forense o bien acto de intervenir. El polvo puede significar la tumba, la humillación, y podría aludir sutilmente a la condición humana.
19,26-27 Normalmente el hombre no puede ver a Dios porque moriría, p. ej. Ex 33,20; en la situación que Job se imagina no existe tal peligro; naturalmente es algo paradójico, y Job remacha su paradoja.
19,27c Con una fuerte expresión de deseo cierra en inclusión la perícopa. La traducción es dudosa. Las palabras de Job lo sobreviven y lo vengan; pero esto no basta. Las palabras de Job lo desbordan, a él y al autor, tienen demasiada cabida para su realidad. Tiene que venir una realidad ''final'' que llene la capacidad de sentido de estas palabras. Éste es el fundamento de su lectura cristiana.
Salmo. 27,7-9.13-14
7 Escucha, Señor, mi voz que te llama,
ten piedad de mí, respóndeme:
8 -"Buscad mi rostro".
Mi corazón te dice:
-Yo busco tu rostro, Señor:
9 no me ocultes tu rostro.
No apartes con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me rechaces, no me abandones,
Dios de mi salvación.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Explicación.
27,7-8 El texto es difícil, y los autores cambian la vocalización o el orden. En efecto: "buscad mi rostro" sólo lo puede decir el Señor: cfr. Os 5,15; 2 Cor 7,14. Yo traslado y tomo esa frase como texto de "respóndeme"; y coordino dos verbos de dcir: "respóndeme - le dice mi corazón". El orante quiere escuchar de Dios la invitación que normalmente dirige a la comunidad; al oírla, replica que ya la está cumpliendo, que la cumpla también el Señor.
27,9 La "ira" responde al pecado y anula confianza. Con todo, el salmista no confiesa pecados ni pide perdón; solamente deja pasar por la mente y salir por los labios, para conjurarla, esa terrible posibilidad.
27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.
27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.
Evangelio. Lucas 10,1-12
1 Después de esto el Señor designó a otros setenta y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
2 Y les dijo:
- La mies es abundante y los braceros pocos; por eso, rogad al Señor de la mies que mande braceros a su mies.
3 ¡En marcha! Mirad que os envío como corderos entre lobos.
4 No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias y no os paréis a saludar por el camino.
5 Cuando entréis en una casa lo primero saludad: "Paz a esta casa";
6 si hay allí gente de paz, la paz que les deseáis se posará sobre ellos; si no, volverá a vosotros.
7 Quedaos en esa casa, comed y bebed de lo que tengan, que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa.
8 Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed de lo que os pongan,
9 curad a los enfermos que haya y decidles: "Está cerca de vosotros el reinado de Dios".
10 Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a las calles y decidles:
11 "Hasta el polvo de este pueblo que se no ha pegado a los pies nos lo limpiamos, ¡para vosotros! De todos modos, sabed que está cerca el reinado de Dios".
12 Os digo que el día aquel le será más llevadero a Sodoma que a ese pueblo.
Explicación.
Designación y misión. Ante el fracaso de los Doce (9,40.51-56), Jesús se decide a crear otro grupo de mensajeros para que le preparen el camino (1: designó a otros setenta, mejor que 72), según el número de naciones paganas (cf. Hch 6,1ss; los Siete), seguidores de origen no judío, Samaría, la puerta hacia el paganismo (en Mt y Mc, Galilea).
Instrucciones más extensas que a los Doce (cf. 9,3-5). La humanidad está madura para el mensaje; la petición a Dios los identificará con el objetivo de la misión y les obtendrá el impulso necesario para ella (2). Inermes ante la sociedad hostil (3: ovejas, lobos). No preocuparse por el sustento (12,22ss); sandalias, propias de gente acomodada; los saludos eran prolijos: urgencia de la misión (4). Portadores de paz (5-7). Pueblo/ciudad, figura de ambientes de mentalidad abierta, a diferencia de "aldea" (cf. 9,6). No ser exigentes ni hacer distinciones entre los alimentos: integración en la cultura (8). Curar y proclamar (cf. 9,2) (9).
En caso de no aceptación, dejar constancia de la oportunidad que se rechaza; sacudirme el polvo, cf. 9,1 (19s). Precedencia de la casa (5-7) sobre el pueblo/ciudad (8-12): contacto personal. Excluirse voluntariamente del Reino equivale a condenarse a la ruina; Sodoma, la ciudad maldita por excelencia (12).
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