2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN
PRIMERA LECTURA. Hebreos 6,10-20.
10Porque Dios no es injusto, para olvidarse de vuestro trabajo ni del amor que le habéis mostrado prestando servicio a los consagrados como hacéis todavía. 11Desearíamos, sin embargo, que todos mostraseis el mismo empeño hasta que esta esperanza sea finalmente realidad, 12que no seáis indolentes, sino que imitéis a los que por la fe y la paciencia van heredando las promesas.
13Porque cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, como no tenía a nadie superior a él por quien jurar, juró por sí mismo 14diciendo: "Te bendeciré copiosamente y te multiplicaré sin medida" (Gn 22,16). 15Y así Abrahán, aguardando con paciencia, obtuvo la promesa. 16Los hombres juran por uno superior a ellos, y el juramento, dando garantías, pone fin a todo litigio, 17y como Dios quería demostrar perentoriamente a los herederos de la promesa lo irrevocable de su decisión, interpuso un juramento. 18Así, dos actos irrevocables, en los que es imposible que Dios mienta, nos dan brío y ánimo a nosotros lo que buscamos asilo asiéndonos a la esperanza que tenemos delante; 19ésta es para nosotros como un ancla de la existencia, sólida y firme, que entra además hasta el otro lado de la cortina, 20hasta el lugar donde como precursor entró por nosotros Jesús, hecho sumo sacerdote perpetuo en la línea de Melquisedec (Sal 110,4).
EXPLICACIÓN.
El autor mitiga la dureza de su exposición anterior. Conociendo el amor y la fidelidad de Dios, no desespera de su situación, cree que están en la primera alternativa, la de una tierra que da buen fruto, dada su conducta cristiana en el pasado y aun en el presente. Sin embargo, los exhorta a la constancia hasta el final, como ven en cristianos ejemplares (9-12).
La promesa de Dios es segura e inmutable, pero, como ocurrió en el caso de Abrahán (Gn 22,16s), hay que aguardar su cumplimiento. La esperanza creada por la promesa es el norte de la vida, por estar anclada en la realidad futura; la esperanza es Jesús mismo, que entró hasta la presencia de Dios (13-19). Recoge el tema del sacerdocio en la línea de Melquisedec, que será desarrollado a continuación (20).
SALMO. 111,1-2.4-5.9-10.
1 Aleluya. Doy gracias al Señor de todo corazón
en el consejo de los rectos y en la asamblea.
2Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
4Hace recordar sus maravillas:
el Señor es piadoso y clemente.
5Da el alimento a sus fieles,
acordándose siempre de su alianza.
9Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre la alianza,
su nombre es sagrado y temible.
10Primicia de sensatez es respetar al Señor,
tienen buen juicio los que lo realizan.
El elogio del Señor dura por siempre.
Explicación.
111,1 a "De todo corazón": Dt 6,5. Punto de partida del salmo: el rosario de aforismos quiere ser expresión cordial.
111,1 b "Consejo": véase Ez 13,9.
111,2ab "Estudio": tomo el verbo hebreo en su acepción tardía.
111,4a "Hace / establece recuerdo" es expresión única en el AT.
111 ,4b Texto clásico en Ex 34,6.
111,5a "Alimento": lo refiero al desierto. El sustantivo hebreo con este significado lo comparte sólo con Prov 31,15.
111,5b El "recuerdo" de Dios sugiere su coherencia y lealtad al compromiso.
111,9a En contexto postexílico puede aludir a la repatriación.
111,9c Nombre revelado para la invocación y protegido de abusos. La sola mención debe infundir temor reverencial.
111,10a Aforismo clásico del cuerpo sapiencial: Prov 1,7; 9,10; 15,33; Job 28,28; Eclo 1,14.
111,10b También es sapiencial "buen juicio": Prov 3,4; 13,15; 1 Sm 25,3.
111,10c La alabanza del Señor no cesará jamás: cfr. Sal 84,S.
Transposición cristiana.
Lucas cita dos versos en el Benedictus y el Magnificat: 1, 49.68. El cristiano piensa en la nueva y eterna alianza.
EVANGELIO. Marcos 2,23-28.
(Mt 12,1-7; Lc 6,1-4)
23Sucedió que un sábado iba él atravesando lo sembrado, y sus discípulos empezaron a caminar arrancando
espigas. 24Los fariseos le dijeron:
-¡Oye! ¿Cómo hacen en sábado lo que no está permitido?
25Él les replicó:
-¿No habéis leído nunca lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y los que estaban con él? 26¿Cómo entró en la casa de Dios en tiempo de Abiatar, sumo sacerdote, y comió de los panes de la ofrenda, que no está permitido comer más que a los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros?
El hombre y la Ley. Antigua alianza y reino de Dios (Mt 12,8; Lc 5,5)
27y les dijo:
-El precepto existió por el hombre, no el hombre por el precepto; 28 luego señor es el Hombre también del precepto.
Explicación.
a) (1,23-26). Los discípulos, usando de la libertad expuesta por Jesús en la perícopa anterior, no hacen caso del precepto de! sábado, que, según los fariseos, compendiaba la Ley entera. Arrancar espigas era considerado por los fariseos equivalente de segar, trabajo prohibido en sábado (23). Protesta de los fariseos (24). Con la Escritura les muestra Jesús que su interpretación rigorista de las leyes errónea, incluso para los sometidos a la Ley, pues ésta debía ceder, y no sólo en el caso del sábado, ante la necesidad de! hombre. David, figura indiscutible para los judíos (25-26).
b) (1,27 -28). En la antigua alianza, el precepto/la Ley existía para beneficio del hombre (27). En la comunidad mesiánica o nueva alianza, el Hombre, portador de! Espíritu de Dios (1,10), denominación que se aplica a Jesús y, tras él a los que reciben el Espíritu (1,8), está por encima de la Ley. Ésta ha perdido todo papel. Justifica así e! proceder de los discípulos (28, d. v. 23). Hay que distinguir entre «e! sábado» (gr. tasabbata, en la perícopa anterior y en la siguiente) y e! más general «día de precepto» o, por metonimia, «el precepto del descanso» (gr. to sabbaton, tres veces en esta perícopa);cf. Mt 12,5.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Corintios 1,26-31.
26Y si no, hermanos, fijaos a quiénes os llamó Dios: no a muchos intelectuales, ni a muchos poderosos, ni a muchos de buena familia; 27todo lo contrario: lo necio del mundo se lo escogió Dios para humillar a los sabios; y lo débil del mundo se lo escogió Dios para humillar a lo fuerte; y lo plebeyo del mundo, lo despreciado, se lo escogió Dios: lo que no existe, para anular a lo que existe, 29de modo que ningún mortal pueda enorgullecerse ante Dios.
30Pero de él viene que vosotros, mediante el Mesías Jesús, tengáis existencia, pues él se hizo para nosotros saber que viene de Dios: honradez y, además, consagración y liberación, 31 para que, como dice la Escritura: "El que está orgulloso, que esté orgulloso del Señor" (Jr 9,22).
EXPLICACIÓN.
Si la doctrina de la cruz hubiera de conocerse por especulación intelectual, no existiría esta comunidad de gente humilde (26-29). Ellos lo deben todo a Dios, y su existencia confunde al orgullo del mundo. Jesús les ha dado todo lo que son y él lo es todo para ellos (30). De ahí que su único orgullo haya de ser pertenecer al Señor (cf. Jr 9,22s) (31).
Salmo. 23,1-6.
Ez 34; Jn 10
1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.
Explicación.
23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.
La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".
La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.
La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.
Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.
23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.
23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.
23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.
23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.
23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.
Evangelio. Mateo 13,44-46.
44 Se parece el reino de Dios a un tesoro escondido en el campo; si un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y de la alegría va a vender todo lo que tiene y compra el campo aquél.
45 Se parece también el reino de Dios a un comerciante que buscaba perlas finas;
46 al encontrar una perla de gran valor fue a vender todo lo que tenía y la compró.
Explicación.
Parábolas del tesoro y de la perla: el compromiso total que exige el Reino no se hace por un esfuerzo ascético de voluntad, sino por la alegría de haber descubierto un valor insospechado e incomparable. Va a vender todo lo que tiene (44.46), alusión a 5,3 (cf. 19,21).
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