lunes, 27 de enero de 2025

LECTURAS DEL MARTES 28 DE ENERO DEL 2025

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Hebreos 10,1-10.
1Pues, poseyendo la Ley sólo una sombra de los bienes que habían de venir y no la imagen misma de lo real, con los sacrificios, siempre los mismos, que se ofrecen indefectiblemente año tas año, nunca puede transformar a los que se acercan. 2 O ¿es que no dejarían de ofrecerse si los que practican el culto quedasen purificados de una vez y perdiesen toda conciencia de pecado? 3Por el contrario, en esos sacrificios se recuerdan los pecados año tras año.
4Es que es imposible que sangre de toros y cabras quite los pecados; 5por eso, al entrar en el mundo dice él:

                  Sacrificios y ofrendas no los quisiste,
                  en vez de eso, me has dado un cuerpo a mí;
                  6holocaustos y víctimas expiatorias
                  no te agradan;
                  7entonces dije: "Aquí estoy yo
                  (en un título del libro está escrito de mí)
                  para realizar tu designio, Dios mío" (Sal 40,7-9 LXX).

8Primero dice: "Sacrificios y ofrendas, holocaustos y víctimas expiatorias ni los quieres ni te agradan" -éstos son los que manda ofrecer la Ley- 9y después añade: "Aquí estoy yo para realizar tu designio". Deroga lo primero para establecer lo segundo. 10Por esa voluntad hemos quedado consagrados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesús Mesías, única y definitiva.

Explicación.

Hasta ahora se ha aludido solamente a la abolición de la Ley, al explicar el cambio de sacerdocio (7,12). Pero también la Ley pertenece al mundo de las "sombras", no al de la realidad. La repetición de los sacrificios en la antigua Ley muestra su inutilidad y prueba que la religión ritual es incapaz de quitar la conciencia del pecado, de dar la seguridad del perdón (1-3).
               Esta situación no podía ser definitiva, y el autor lo prueba con la cita de Sal 40,6-8, considerado como profecía mesiánica (está escrito de mí). El único sacrificio válido es la entrega del hombre a la realización del designio de Dios (4-7). Este nuevo sacrificio invalida todos los anteriores, y gracias a la entrega de Jesús Mesías, el hombre está capacitado para realizar este designio (8-10).

SALMO. 40,2.4.7-8.10-11.
2 Yo esperaba con ansia al Señor:
se inclinó a mí y escuchó mi grito.
4 Me puso en la boca un canto nuevo
de alabanza a nuestro Dios.
Muchos al verlo quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.
7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.
11 No me he guardado en el pecho tu justicia,
he anunciado tu verdad y tu salvación,
no he negado tu lealtad y fidelidad
a la asamblea numerosa.

Explicación.

40,2-4 El comienzo es una secuencia en cuatro escenas rápidas. Un hombre se debate en el lodo de una ciénaga, que amenaza tragárselo aprovechando sus esfuerzos; grita. Alguien lo saca y coloca sus pies en roca firme. Al sentir la solidez bajo los pies, rompe a cantar de gozo y agradecimiento. Un grupo que asistía expresa su confianza en el liberador.

40,2 La forma enfática traduce la expectación, casi la impaciencia del aguardar.

40,4 "Poner en la boca" es fórmula de alcance profético: Dt 18,18; Jr 1,9; 5,14.

40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.

40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.

40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.

40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.
Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.   

 TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.

EVANGELIO. Marcos 3,31-35.
La nueva familia de Jesús 
(Mt 12,46-50; Lc 8,19-21)
31Llegó su madre con sus hermanos y, quedándose fuera, lo mandaron llamar. 32Una multitud de gente estaba sentada en torno a él. Le dijeron:
-Oye, tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera. 
33Él les contestó:
-¿ Quiénes son mi madre y mis hermanos?
34Y, paseando la mirada por los que estaban sentados en corro en torno a él, añadió:
-Mirad a mi madre y a mis hermanos. 35Cualquiera que cumpla el designio de Dios, ése es hermano mío y hermana y madre.
EXPLICACIÓN.

(3,31-35): En paralelo con los Doce, que estaban con Jesús en casa» (3,20), aparece el grupo de seguidores que no procede de la institución judía. Contraste entre la familia que se queda fuera y los que están sentados en torno a Jesús (= «estar con Jesús», cf 3,14, la adhesión incondicional y permanente). La madre, sin nombre, es figura del antiguo Israel, del que procede Jesús; los hermanos, de los judíos de su comarca. No se trata tanto de las personas como de mostrar la hostilidad hacia Jesús del ambiente donde se ha criado (31-32). La nueva familia, independiente de raza o pueblo. Única condición para pertenecer, cumplir el designo de Dios = dar la adhesión a Jesús (34-35; cf. 2,5: la fe). Jesús no se considera vinculado a su pueblo (madre, hermanos), que rechaza el mensaje, sino a cualquier hombre que le dé su adhesión. 

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Sabiduría 7,7-10.15-16
7Por eso supliqué y se me concedió la prudencia,
invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría. 
8La preferí a cetros y tronos,
y en su comparación tuve en nada la riqueza; 
9no le equiparé la piedra más preciosa,
porque todo el oro a su lado es un poco de arena, 
y, junto a ella, la plata vale lo que el barro;
10la quise más que a la salud y la belleza
y me propuse tenerla por luz,
porque su resplandor no tiene ocaso.
15Que me conceda Dios saber expresarme 
y pensar como corresponde a ese don,
pues él es el mentor de la sabiduría
y quien marca el camino a los sabios.
16Porque en sus manos estamos nosotros y nuestras palabras, 
y toda la prudencia y el talento.

Explicación.

7,7 Eclo 51,22 coloca ese momento en la juventud, Eclo 39,1-11 insiste en la oración para conseguir el don de la sabiduría. La bina sabiduría-prudencia es sinonímica (hokma-bina), pero rompe la forma común ese "espíritu": cfr. Eclo 39,9; Is 11,2. La ecuación ha sido propuesta desde el principio del libro, 1,5-7. El verbo "venir" recoge la personificación de 6,16 y 1,4.

7,8-10 De la serie de bienes referida en 1Re 3 se aparta el autor con su enumeración septenaria, en la que ocupan máximo espacio las riquezas y puesto supremo la luz. El modo de comparación, synkrisis, para exaltar el valor, es lugar común de la literatura bíblica y de la griega: véanse Prov 3,14-15; 8,11; 8,19; 1 Re 10,27; Prov 4,22. El último miembro cambia de forma: no es algo más que la luz, sino que es la auténtica luz.

7,15 Saber expresarse es parte de la sabiduría tradicional, lo muestran textos como EcI 12,9-10; Prov 26,7; 1 Re 5,12, y naturalmente toda la actividad literaria sapiencial; don de Dios, diverso de la palabra profética.

7,16 Véase 3,1; Prov 16,1.

Salmo. 119,9-14
9¿Cómo limpiará un joven su senda? 
-Observando tu consigna.
10Te busco de todo corazón:
no me desvíes de tus mandatos.
11Guardo en el corazón tu promesa 
para no pecar contra ti. 
12¡Bendito eres, Señor!,
enséñame tus normas.
13Mis labios recitarán
todo lo que manda tu boca.
14En el camino de tus preceptos disfruto 
más que con cualquier fortuna.
Explicación.
119,9-16 Juntando los versos 1 0.11.13. 14, obtenemos la serie "corazón, labios, camino = conducta", como nuestro de pensamiento, palabra y obra. Los versos 14 y 16 expresan el gozo: el orante no siente la ley como traba o peso.
Transposición cristiana.
Muchos títulos, símbolos o privilegios atribuidos en el judaísmo a la tora son atribuidos en el NT a Jesucristo: luz, agua de la roca, camino, etc. Por tanto, donde leemos ley o mandato podemos pensar en Jesús como Mesías. Como los relatos del Pentateuco son también tora, así y mucho más lo es la vida de Cristo. La lectura se facilita usando la clave del "camino". Jesús se lo apropia como norma de conducta y vía de acceso al Padre, al cual añade los de verdad y vida, también presentes en el salmo. Con su conducta y enseñanza nos enseña "el camino auténtico de la vida".
Evangelio. Mateo 23,8-12

8 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ·Rabbí", pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos;
9 y no os llamaréis "padre" unos a otros en la tierra, pues vuestro Padre es uno solo, el del cielo;
10 tampoco dejaréis que os llamen "directores", porque vuestro director es uno solo, el Mesías.
11 El más grande de vosotros será servidor vuestro.
12 A quien se encumbra, lo abajarán, y a quien se abaja, lo encumbrarán.

Explicación.

Rabbí: "señor mío, monseñor". Insiste en la igualdad entre los discípulos (8): ningún rango o privilegio. Padre (9): título de los maestros, en cuanto transmisores de la tradición y modelos de conducta. Lo mismo que Jesús no tiene padre humano, tampoco los suyos han de reconocerlo en el sentido dicho. Único modelo, el Padre del cielo (5,48). Director o guía espiritual (10): sólo a Jesús hay que seguir. La verdadera grandeza (11). Dios juzga las actitudes humanas (12).

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