sábado, 20 de mayo de 2023

JUEVES 1 DE JUNIO DEL 2023

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera Lectura: Eclesiástico 42,15-25

ECLESIÁSTICO.

El creador

15Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto:
por la palabra de Dios son creadas
y de su voluntad reciben su tarea.
16El sol sale mostrándose a todos,
la gloria del Señor llena todas sus obras.
17 Aun los santos de Dios no bastaron
para contar las maravillas del Señor.
fortaleció sus ejércitos,
para que estén firmes en presencia de su gloria.
18Sondea el abismo y el corazón,
penetra todas sus tramas,
19declara el pasado y el futuro
y revela los misterios escondidos.
20No se le oculta ningún pensamiento
ni se le escapa palabra alguna.
21Ha establecido el poder de su sabiduría,
es el único desde la eternidad;
no puede crecer ni menguar ni le hace falta un maestro.
22¡Qué amables son todas tus obras!,
y eso que no vemos más que una chispa.
23Todas viven y duran eternamente
y obedecen en todas sus funciones.
24Todas difieren unas de otras, y no ha hecho ninguna inútil.
25Todas son a cual más bella:
¿quién se saciará de contemplar su hermosura?

Explicación.

42,15-25 Esta sección, alabanza de Dios y de sus obras, hace de obertura para todo lo que sigue. La construcción parece ser: dos versos de introducción, cuatro estrofas de tres versos. La figura del sol hace de contraste explícito en dos estrofas, la cambiante luna parece hacer de contraste implícito en la tercera estrofa.

42,15 Aquí comienza el gran himno que se extiende hasta 50,24: alabanza de Dios en este capítulo, de la naturaleza en el siguiente, de los antepasados ilustres en los restantes. Comienzo de himno: véase la fórmula de Sal 77,12. El autor ha visto la naturaleza, la historia la ha oído o leído. Sobre el segundo verso, Sal 33.

42,16 Véase 26,16. El sol, como esplendor único y total, que lo abarca y lo supera y lo ilumina todo, es símbolo favorito de la divinidad. A su imagen se concibe la "gloria" de Dios, como presencia luminosa, universal, sin imagen. Véase Is 6,2; Sal 19.

42,17 Los santos de Dios son sus ángeles, su corte: Sal 89,6; 103,21. Desarrollo del terna en el próximo capítulo, 43,27-33; Los ejércitos del Señor son los astros y constelaciones: multitud en orden, movimiento pausado, firmes cuando les pasa revista su Señor: 17,32; Is 13,4. El mismo verbo de estar firmes se emplea para la presencia litúrgica, y el pueblo de Israel es también ejército del Señor, Ex 12,51. Sobre el tema véase 16,27-28.

42,18-20 Ciencia universal de Dios: como el sol, que lo penetra todo con su calor, Sal 19,7, y con su luz, 17,9.31. Véase también 15,18-19; 16,17-23. El texto griego añade un verso: "El Altísimo conoce todos los sentimientos y contempla la señal eterna"; en su original ha confundido "futuro" por "señal", influido por 43,6 donde la luna se llama "señal eterna". Esta adición parece variante de 20a y 19a.

42,18 Véase Prov 15,11; Job 26,6. Tramas en su ambivalencia de bien y mal.

42,19 Véase Is 41,23; 45,11. El abarcar el tiempo, sobre todo el futuro, es más admirable que abarcar el espacio.

42,20 Exposición clásica en Sal 139. 

42,21 O bien "la obra poderosa de su sabiduría". Según Ben Sira, la sabiduría es la primera obra de Dios y dirige las restantes: capítulo 1. El verso siguiente recuerda a Isaías 11 y también 18,6. Aquí es donde puede actuar como contraste implícito la luna: recuérdese Sant 1,18. En la totalidad de su presencia espacial y temporal, de su saber y obrar, muestra su unicidad.

42,22 El verso falta en el manuscrito hebreo, y el segundo hemistiquio es algo dudoso, si bien recuerda pasajes como Is 40,15 "una gota de un cubo".

42,23 Para la mentalidad hebrea lo que se mueve vive: también los astros y los fenómenos atmosféricos. El aspecto "funcional" lo conocemos por la teodicea del cap. 40. Otros leen "y están guardadas para sus funciones".

42,24 Más que el paralelismo y la correspondencia, que subraya la traducción griega bajo el influjo de 33,15, el autor inculca la variedad y diversidad.

42,25 La sensibilidad "estética", contemplación de la belleza, implícita en varios salmos, se hace explícita aquí, quizás bajo el influjo de la cultura griega. 

Salmo: 33,2-9

LIBRO DE LOS SALMOS.

2 Dad gracias al Señor con la cítara,
tañed para él el arpa de diez cuerdas.
3 Cantadle un cántico nuevo
acompañad los vítores con bordones.

4 Que la palabra del Señor es recta
y toda su actividad está acreditada.
5 Ama la justicia y el derecho
y su misericordia llena la tierra.

6 Por la palabra del Señor se hizo el cielo,
por el aliento de su boca sus ejércitos.
7 Encierra en un odre las aguas marinas
y mete en depósitos los océnanos.
8 Tema al señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe.
9 Porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.

Explicación.

33,1-3 y 20-22 Forman el marco. De alguna manera el comienzo mira al pasado para cantarlo, el final queda a la expectativa del futuro. Los invitados son al principio los hombres rectos y honrados, no toda la comunidad. Al final entra la primera persona, como respondiendo a la invitación inicial, o como impresionados por el contenido del himno. Un "canto nuevo" puede sugerir la ocasión nueva o el tema o la melodía; la fórmula se vuelve convencional: Sal 40,4; 96,1; 144,9; 149,1.

33,3 Sal 149,1.

33,4-19 El cuerpo del salmo desarrolla la motivación, sin orden riguroso, sin confusión. Basta observar los personajes.

33,4-5 Del Señor quiere decir mucho en poco espacio y lo estiliza en tres aspectos: "palabra - obra - amor". Al principio insiste en la "justicia": ¿por què? El salmo va a presentar a un Dios que parece discriminar pueblos, parece elegir arbitrariamente, parece complacerse en el fracaso humano. Aunque el salmo no se ocupa de teodicea, quiere asentar como programa la justicia de su Dios en palabras, obras y sentimientos. A la justicia acompaña la misericordia, para que no sea despiadada ni inexorable; retoma en los vv. 18 y 22.

33,4 Sal 11,7.

33,6-9 El Creador. Acaba de alabar palabra y obra; ahora dice que Dios habla por la palabra, que suena y actúa en la frontera última y primera del ser y el no ser. Lo escueto del v.9 es su acierto. El poeta empareja palabra con aliento y soplo. La ecuación se apoya en una observación obvia: las palabras son emisión modulada de aliento. Se añade el valor simbólico potencial: con el aire que respiramos, hecho palabra, nuestro espíritu se comunica. Y también el de Dios.

33,6 Ejércitos del cielo son los astros, ordenados y obedientes.

33,7 En el océano se agitan olas y corrientes. Para que no se desmanden, el Señor las encierra en un gigantesco odre, las aglutina en un dique.

33,8 Habitantes son los hombres y quizá otros vivientes: cfr. Sal 24,1; 98,7.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo.

Evangelio: Marcos 10,46-52

EVANGELIO DE MARCOS. ÍNDICE.

Curación del ciego Bartimeo (Mt 20,29-34; Lc 18,35-43) 

46bCuando salía de Jericó con sus discípulos y una considerable multitud de gente, el hijo de Timeo,  Bartimeo, ciego, estaba sentado junto al camino pidiendo limosna.
47 Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
-Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí,
48Muchos le intimaban a que guardase silencio, pero él gritaba más y más:
-Hijo de David, ten compasión de mí,
49Jesús se detuvo y dijo:
-Llamadlo.
Llamaron al ciego diciéndole:
-Animo, levántate, que te llama.
50Él tiró a un lado el manto, se puso en pie de un salto y se acercó a Jesús.
51Entonces Jesús le preguntó:
-¿qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
-Rabbuni, que recobre la vista.
52Jesús le dijo:
-Vete, tu fe te ha salvado.
 Inmediatamente recobró la vista y lo seguía en el camino. 

Explicación.

(10,46b-52): El ciego, de nuevo figura de los discípulos/ los Doce (8,18.22b-26; 4,12), que no comprenden el mesianismo de Jesús ni su entrega (10,38.45). Hijo de Timeo, es decir, «discípulo del Apreciado» (el Mesías davídico), en oposición a Jesús, el «despreciado» en su tierra (6,4). Sentado junto al camino, el lugar donde cae el mensaje y no da fruto (4,15) (46). Nazareno, la multitud espera una actuación violenta en Jerusalén (cf. 1,9.24). La invocación del ciego/discípulos manifiesta en primer lugar su falsa concepción del Mesías, causa de su ceguera (Hijo de David; cf. 12,35-37), Y en segundo lugar su adhesión a Jesús (Jesús). En paralelo con el padre del chiquillo epiléptico (9,24), muestra fe y falta de fe y pide la ayuda de Jesús (ten compasión de mí; 9,24: «ayúdanos»). Esta petición necesitaban los discípulos para librarse de la idea mesiánica que les impedía el seguimiento y la misión, según les había dicho Jesús (9,29). La mayoría quiere impedírselo (47-48). ¿Qué quieres que haga por ti?, como a los Zebedeos (10,36) (51). Tu fe te ha salvado, como a la mujer con flujos (5,34). Seguimiento (en el camino, 8,27; 9,33b.34; cf. v. 46: «junto al camino») (52).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Corintos 1,18-25
 18De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios, 19pues dice la Escritura:

                 Anularé el saber de los sabios,
                 descartaré la cordura de los cuerdos (Is 29,14)

         20¡A ver un sabio, a ver un letrado, a ver un estudioso del mundo este! ¿No ha demostrado Dios que el saber de este mundo es locura? 21Mirad, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con esa locura que predicamos. 22Pues mientras los judíos piden señales y los griegos buscan saber, 23nosotros predicamos un Mesías crucificado, para los judíos un escándalo, para los paganos una locura; 24en cambio, para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y saber de Dios: 25porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios más potente que los hombres.

Explicación.

 El interés principal de Pablo es exponer la doctrina de la cruz, la de un salvador crucificado. Perderse o salvarse dependen de la actitud del hombre: los que se salvan (18) son los que toman por modelo la entrega de Jesús para salvar a la humanidad. No se llega al conocimiento de Dios por vía meramente intelectual, se requiere una opción que permita al hombre recibir la comunicación divina (19).

               El sabio corresponde más bien a la cultura pagana; el letrado, a la judía; el estudioso o "disputador" puede aplicarse a los dos (cf. Hch 6,9; 9,29; 28,29), aunque no hay que precisar demasiado. El mundo este, expresión peyorativa, designa la sociedad existente y se opone al mundo futuro (20). La inteligencia humana no ha comprendido el saber y amor de Dios manifestado en la creación (cf. Rom 1,19s); por eso Dios, para darse a conocer, ha escogido el mensaje de la cruz, manifestación "escandalosa" de su amor a los hombres (cf. v.1) (21). Los judíos no lo entienden: ellos esperaban un Mesías con poderes milagrosos; la muerte del Mesías, Jesús, que consideran un fracaso, es para ellos un escándalo. Los griegos buscan sabiduría, es decir, la verdad en términos filosóficos; que la divinidad pudiera manifestarse en un ejecutado es para ellos locura (22-23). Para los cristianos (24), la experiencia de salvación que han tenido por dar su adhesión a ese crucificado, los convence de que él representa la sabiduría y fuerza de Dios, incomparablemente superior a la humana (25).

Salmo. 34,2-9
2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.

Explicación.

34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.

34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.

34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.

Transposición cristiana.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.

Evangelio. Mateo 5,13-19
 13 Vosotros sois la sal de la tierra. Y si la sal se pone sosa, ¿con qué se salará? Ya no sirve más que para tirarla a la calle y que la pisotee la gente.
                   14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en lo alto de un monte;
15 ni se enciende una lámpara para ponerla en el candelero y que brille para todos los de la casa.
16 Empiece así a brillar vuestra luz ante los hombres; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo.
17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra, ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se realice.
                  19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será llamado grande en el reino de Dios:

EXPLICACIÓN.

13 - 16. La sal, factor de incorruptibilidad, símbolo de la permanencia de la alianza (Lv 2,13; Nm 18,19; 2 Cr 13,5). La luz, la gloria o esplendor de Dios que había de brillar sobre Jerusalén (Is 60,1-3). Los discípulos son la nueva ciudad santa donde Dios habita (cf. 27,53). La gloria se manifiesta en su modo de obrar (5,7-9), en el que los hombres reconocen a Dios como Padre.

 Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22; 2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios). 

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