martes, 27 de agosto de 2024

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 28 DE AGOSTO DEL 2024

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 2 Tesalonicenses 3,6-10.16-18.
6Hermanos, éstas son nuestras instrucciones en nombre del Señor, Jesús Mesías: Retraeos de todo hermano que lleva una vida irregular y no sigue la tradición que recibió de nosotros. 7Bien sabéis en qué forma hay que seguir nuestro ejemplo: estando con vosotros, no estuvimos ociosos, 8no comimos el pan de balde a costa de alguien, sino con fatiga y cansancio, trabajando día y noche para no seros gravoso a ninguno. 9Y no es que no tuviéramos el derecho de hacerlo, pero queríamos presentarnos ante vosotros como un modelo a imitar, 10pues cuando estábamos ahí os dimos esta norma: el que no quiera trabajar, que no coma. 
16Que el Señor de la paz os conceda la paz en toda circunstancia y en todo. El Señor os acompañe a todos.
17La despedida, de mi mano: Pablo; ésta es la contraseña en todas las cartas, ésta es mi letra. 18El fervor de nuestro Señor, Jesús Mesías, os acompañe a todos.

EXPLICACIÓN.

Para las instrucciones que siguen, apela a la autoridad del Señor. Aconseja fuertes medidas contra los que no se comportan como se debe, refiriéndose particularmente a los que han dejado de trabajar por creer en la inmanencia del día del Señor (sf. 1 Tes 4,11) (6). Pablo se pone como ejemplo (7-9). Quien no contribuye con su trabajo al bien de los demás, no tiene derecho a participar de los frutos del trabajo (10).

Bendición (16). Despedida de puño y letra de Pablo (cf. 1 Cor 16,21; Gál 6,11; Col 4,18); la insistencia en la autenticidad de la carta puede corresponder a la mención de cartas apócrifas que habían agitado a los tesalonicenses (2,2) (17). Deseo final (16-18).

Salmo. 128,1-2.4-5.
1 ¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
2Comerás de la fatiga de tus manos,
serás dichoso, te irá bien. 
4Ésa es la bendición del varón
que respeta al Señor.
5Que te bendiga el Señor desde Sión.
y gozarás de la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida, 

Explicación.

128 Género colocación. Bienaventuranza que canta la felicidad de la vida familiar en el contexto de Jerusalén e Israel. El paradigma de la dicha está expresado con el doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.

Las dos imágenes son vegetales, parra y olivo; sugieren lozanía, fecundidad, crecimiento. Parra o vid es imagen tradicional: p. ej. Is 5,1-7; Ez 19,10s. En un segundo momento, tanto la vid como el olivo pueden simbolizar a Israel: Jr 11,16. A través de dicho simbolismo pasamos al final del salmo: Jerusalén es la madre, Israel son los hijos.

128,1 Son correlativos respetar al Señor y seguir los caminos que él nos traza.

128,2 Es bendición trabajar produciendo y disfrutar de lo producido: Is 65,21-23; Am 9,14. 

Transposición cristiana.

La clave se encuentra en el símbolo matrimonial de Cristo y la Iglesia, según Ef 5. También es aplicable al sacramento del matrimonio, que renueva la bendición genesíaca.

En clave escatológica: el cristiano disfrutará del fruto de su fatiga: Rom 8,18; Ap 14,13.

Evangelio. Mateo 23,27-32.
27 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muerto y podredumbre; 28 lo mismo vosotros: por fuera aparentáis ser hombres justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y de iniquidad. 29 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, 30 diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! 31 Con esto atestiguáis, en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. 32¡Pues colmad vosotros la medida de vuestros padres!

Explicación.

Bajo una apariencia respetable, corrupción (27-28). Canonizan a los profetas, siendo herederos de los que los asesinaron (29-32).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Juan 4,7-16.
7 Amigos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 8El que no ama no tiene idea de Dios, porque Dios es amor.
9De este modo se manifestó entre nosotros el amor de Dios: enviando al mundo a su Hijo único para que tuviésemos vida por su medio.
10Esto define a ese amor: no el haber nosotros amado antes a Dios, sino el habernos él demostrado su amor enviando a su Hijo para que expiase nuestros pecados.
11 Amigos míos, si Dios nos ha amado así, es deber nuestro amamos unos a otros. 12 A la divinidad nadie la ha visto nunca; si nos amamos mutuamente, Dios habita en nosotros y su amor queda realizado en nosotros. I3Ésta es la señal de que habitamos en él y él en nosotros, que nos ha hecho participar de su Espíritu.
14Nosotros lo hemos contemplado y atestiguamos que el Padre envió a su Hijo al mundo para salvar al mundo.
15Si uno reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios habita en él y él en Dios. 16Por nuestra parte, le hemos dado fe y conocemos el amor que Dios mantiene en nosotros. Dios es amor: quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

EXPLICACIÓN.

7-21. Dios es la fuente del amor; no se puede comprender la verdadera naturaleza del amor, a menos de reconocer que su origen está más allá del hombre mismo. El amor mutuo prueba que se es hijo de Dios, porque el que ama se comporta como Dios mismo; y sólo el que tiene experiencia del amor puede conocer a Dios, que es amor (8). La afirmación Dios es amor significa que éste no es sólo un aspecto de la actitud o actividad de Dios para con el hombre, sino que en Dios el amor lo es todo, y que todo lo que hace es expresión del amor que constituye su ser. La metáfora inicial de la carta, «Dios es luz» (1,5), se corresponde con la afirmación «Dios es amor»: la luz es el amor/vida (cf. Jn 1,4) en cuanto se manifiesta («brilla»), puede ser conocido y transforma («ilumina») al hombre.

Cada uno ha podido percibir el amor de Dios, por la vida que ha recibido de Jesús (9). El amor es desinteresado y no es una mera respuesta, sino el don de sí mismo; así lo ha demostrado Dios enviando a su Hijo. No es mera respuesta, porque de hecho el hombre no había ofrecido nada a Dios, incapacitado para hacerlo por su conducta injusta, contraria y cerrada al amor, que creaba un obstáculo insuperable para recibir el amor de Dios. Éste, por propia iniciativa, envió a su Hijo para quitar el obstáculo (cf. 2,2) (10).

La respuesta al amor es amar (11), y el amor del hombre necesita ver y comprender, lo que es imposible respecto a Dios (cf. Jn 1,18). Pero el amor mutuo es la señal de que Dios está con los hombres y de que su propósito, la realización del hombre, se cumple (12). La experiencia del Espíritu da conciencia al hombre de esta presencia de Dios en él (13).

Además del testimonio interno del Espíritu, está el externo, el de los testigos presenciales de la vida de Jesús en la tierra, que ha quedado plasmado en el evangelio (Jn 1,32.34; 19,35; 21,24) y que se ha transmitido en la comunidad. El plan de Dios es salvar al mundo por medio de Jesús (Jn 3,17); para salvar, lit, «como Salvador», término helenístico equivalente al hebreo Mesías (cf. Jn 4,25.42) (14). Lo importante es reconocer que el hombre Jesús, que vivió en la historia, es el Hijo de Dios, capaz de revelar a los hombres lo que realmente es Dios. De hecho, Jesús es el que, por amor a los hombres, llegó a dar su vida, traducción en términos humanos del amor infinito e irreversible de Dios por el hombre (15). Dado que Dios es amor, el hombre que ama puede estar seguro de que está unido con Dios (16).

Salmo. 119,9-14
9¿Cómo limpiará un joven su senda? 
-Observando tu consigna.
10Te busco de todo corazón:
no me desvíes de tus mandatos.
11Guardo en el corazón tu promesa 
para no pecar contra ti. 
12iBendito eres, Señor!,
enséñame tus normas.
13Mis labios recitarán
todo lo que manda tu boca.
14En el camino de tus preceptos disfruto 
más que con cualquier fortuna.
Explicación.
119,9-16 Juntando los versos 1 0.11.13. 14, obtenemos la serie "corazón, labios, camino = conducta", como nuestro de pensamiento, palabra y obra. Los versos 14 y 16 expresan el gozo: el orante no siente la ley como traba o peso.
Evangelio. Mateo 23,8-12
8 Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ·Rabbí", pues vuestro maestro es uno solo y vosotros todos sois hermanos;
9 y no os llamaréis "padre" unos a otros en la tierra, pues vuestro Padre es uno solo, el del cielo;
10 tampoco dejaréis que os llamen "directores", porque vuestro director es uno solo, el Mesías.
11 El más grande de vosotros será servidor vuestro.
12 A quien se encumbra, lo abajarán, y a quien se abaja, lo encumbrarán.

Explicación.

Exhibicionismo de letrados y fariseos (5-7; cf. 6,1-18): se constituyen en casta privilegiada. Rabbí: "señor mío, monseñor". Insiste en la igualdad entre los discípulos (8): ningún rango o privilegio. Padre (9): título de los maestros, en cuanto transmisores de la tradición y modelos de conducta. Lo mismo que Jesús no tiene padre humano, tampoco los suyos han de reconocerlo en el sentido dicho. Único modelo, el Padre del cielo (5,48). Director o guía espiritual (10): sólo a Jesús hay que seguir. La verdadera grandeza (11). Dios juzga las actitudes humanas (12).

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