Primera Lectura: I Corintios 1, 26-31
26Y si no, hermanos, fijaos a quiénes os llamó Dios: no a muchos intelectuales, ni a muchos poderosos, ni a muchos de buena familia; 27todo lo contrario: lo necio del mundo se lo escogió Dios para humillar a los sabios; y lo débil del mundo se lo escogió Dios para humillar a lo fuerte; y lo plebeyo del mundo, lo despreciado, se lo escogió Dios: lo que no existe, para anular a lo que existe, 29de modo que ningún mortal pueda enorgullecerse ante Dios.
30Pero de él viene que vosotros, mediante el Mesías Jesús, tengáis existencia, pues él se hizo para nosotros saber que viene de Dios: honradez y, además, consagración y liberación, 31 para que, como dice la Escritura: "El que está orgulloso, que esté orgulloso del Señor" (Jr 9,22).
EXPLICACIÓN.
Si la doctrina de la cruz hubiera de conocerse por especulación intelectual, no existiría esta comunidad de gente humilde (26-29). Ellos lo deben todo a Dios, y su existencia confunde al orgullo del mundo. Jesús les ha dado todo lo que son y él lo es todo para ellos (30). De ahí que su único orgullo haya de ser pertenecer al Señor (cf. Jr 9,22s) (31).
Salmo: 33,12-13.18-21
12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que se escogió como heredad.
13 Desde el cielo se fija el Señor
mirando a todos los hombres.
18 Mira: el ojo del Señor sobre sus fieles,
que esperan en su misericordia,
19 para librar su vida de la muerte
y mantenerlos en tiempo de hambre.
20 Nosotros aguardamos al Señor
que es nuestro auxilio y escudo;
21 lo festeja nuestro corazón
y en su santo nombre confiamos.
EXPLICACIÓN.
33,12 La elección es única, exclusiva, iniciativa de Dios sin mención de méritos. También esta decisión es justa: cfr. Dt 33,29.
33,13-15 Prolonga dos líneas precedentes juntándolas: la línea de la "justicia" se completa con el conocimiento adecuado del juez; la línea de los proyectos humanos se prolonga en la penetración hasta el "corazón", donde fraguan los planes antes de su ejecución. Dios puede frustrar un proyecto en su fuente. Abarca a todos los hombres sin distinción.
33,18-19 El destino del pueblo escogido es un sistema de contrastes. A la derrota militar no se opone la victoria militar de Israel, sino la intervención del Señor. A la mirada universal escrutadora, la mirada protectora. Todo lo domina la "misericordia", que alcanza el límite último de la vida y la muerte.
33,19 También el rey de Israel puede fracasar en sus planes, si ésos no respetan el designio del Señor. En tiempo de guerra y en tiempo de hambre lo importante es "confiar" en el Señor, cuyo "designio" es "conservar la vida": Gn 50,20. Por eso al final del salmo se impone la "esperanza" y "confianza" en la "misericordia" del Señor.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo.
Evangelio: Mateo 25, 14-30
14Es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: 15 a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, según sus capacidades; luego se marchó.
16El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar. Con ellos y ganó otros cinco; 17 el que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros. dos; 18 en cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
19 Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a saldar cuentas con ellos. 20Se acercó al que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
-Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.
21Su señor le respondió:
-¡Muy bien, empleado bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho; pasa a la fiesta de tu señor.
22Se acercó luego el que había recibido dos talentos, y dijo:
-Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
23Su señor le respondió:
-¡Muy bien, empleado bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho; pasa a la fiesta de tu Señor.
24Finalmente se acercó al que había recibido un talento y dijo:
-Señor, supe que eres hombre duro, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; 25 Me asusté y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.
26El señor le replicó:
-¡Empleado malvado y holgazán! ¿Sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? 2 Pues entonces debías haber puesto mi dinero en el banco, para que al volver yo pudiera recobrar lo mío con los intereses.
28Quitadle el talento de plata y dádselo al que tiene diez; 29 porque al que produce se le dará hasta que le sobre, mientras al que no produce se le quitará hasta lo que había recibido. 30y a ese empleado inútil, echadlo fuera, a las tinieblas: allá será el llanto y el rechinar de dientes.
EXPLICACIÓN.
14-30. Vuelve a inculcar el sentido de responsabilidad: hay que poner a la obra los dones recibidos. La pusilanimidad y el miedo al riesgo, que nacen de un falso concepto del Señor (25), son intolerables; cf. 13,12.
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