2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
PRIMERA LECTURA. Jueces 9,6-15.
6Los de Siquén y todos los de Bet Milló* se reunieron para proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén.
7En cuanto se enteró Yotán, fue, y en pie sobre la cumbre del monte Garizín, les gritó a voz en cuello:
8-¡Oídme, vecinos de Siquén, así Dios os escuche! Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: Sé nuestro rey. 9Pero dijo el olivo: "¿Y voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" 10Entonces dijeron a la higuera: "¿Y voy a dejar mi dulce fruto sabroso para ir a mecerme sobre los árboles?" 12Entonces dijeron a la vid: "Ven a ser nuestro rey. 13Pero dijo la vid: ¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" 14Entonces dijeron todos a la zarza: "Ven a ser nuestro rey". 15Y les dijo la zarza: "Si de veras queréis ungirme vuestro rey, venid a cobijaros bajo mi sombra, y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano".
Explicación.
9,6 * = El Terraplén podría ser un barrio o una sección fortificada (una alcazaba). Es notable la aliteración de este verso, montada sobre las consonantes del rey mlk.
9,7 Es un poco exagerado decir que desde la cumbre se hace oír; el efecto es más bien exaltar su figura y su púlpito; recuérdese Is 13,2; 40,9. Sus primeras palabras son un nuevo alarde de aliteración.
9,8 El apólogo no parece de origen israelítico, ya que pone en bina complementaria a dioses y hombres. El estilo se basa en la repetición sucesiva de fórmulas, al gusto popular infantil; el ritmo varía levemente algunas fórmulas; repetición y cambios preparan y subrayan el elemento final. Olivo, higera y vid (o parra) son plantas básicas en la economía del país; con ellos contrasta la nobleza de los cedros del Lïbano (de buena madera, pero sin frutos) y la mezquindad dañina y peligrosa de la zarza.
9,9 El verbo kbd significa engordar, enriquecer, sustentar, honrar. El aceite se usa también en el culto y para ungir reyes y sacerdotes. La primera visita de los árboles es para ungir al olivo: ¿hay ironía en la propuesta?, ¿hay una alusión al primer intento de ungir a Gedeón?
9,13 Alegrar o también festejar.
9,15 No carece de ironía que la zarza ofrezca su sombra, su asilo, a los árboles; en cambio no extraña que sea causa de un incendio forestal. El tema del fuego y las ramas se materializa en 48-49; el tema de la sombra resuena con otra función en el v.36. La parábola es ya bastante significativa: los nobles cedros de Siquén han elegido rey a una zarza siniestra que será su ruina.
SALMO. 21,2-7.
2 Señor, el rey festeja tu fuerza,
cómo celebra tu victoria.
3 Lo que deseaba se la has concedido,
no le has negado lo que pedían sus labios.
4 Te adelantaste a bendecirlo con bienes,
le has puesto en la cabeza una corona de oro.
5 Vida te pidió y se la concediste,
años que se prolongan sin término.
6 Grande es su prestigio por tu victoria,
le has conferido honor y majestad.
7 Le has otorgado bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia.
Explicación.
21, 1-7 PRIMERA PARTE. El rey asiste silencioso y la comunidad se encarga de expresar sus sentimientos de gratitud. El Señor le ha concedido bendiciones, longevidad, corona, gloria y honor, alegría. Dones que no responden a las peticiones de Sal 20, centradas en la batalla, sino que abarcan todo el reinado.
21,3 Sobre deseos cumplidos: Prov 11,13; 13,12.
21,4 Se puede pensar en bendiciones dinásticas, paralelas a las patriarcales y de alianza, según 2 Sm 7,29.
21,5 La petición no responde a la de Salomón en 1 Re 3,5. Longevidad equivale a largo reinado: Sal 72,5.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Al aplicar este salmo a Jesucristo adquieren nuevo significado las palabras corona, vida, gloria, gozo. Para la corona véase Heb 2,9; para la vida Jn 5,26; para la gloria Jn 13,31; para el gozo Jn 15,11.
EVANGELIO. Mateo 20,1-16.
1 porque el reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña.
2 Después de ajustarse con ellos en el jornal de costumbre, los mandó a la viña.
3 Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo
4 y les dijo:
- Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo que sea justo.
5 Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
6 Saliendo a última hora, encontró a otros parados y les dijo:
- ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?
7 Le respondieron:
- Nadie nos ha contratado.
Él les dijo:
- Id también vosotros a la viña.
8 Caída la tarde, dijo el dueño de la viña a su encargado:
- Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.
9 Llegaron los de la última hora y cobraron cada uno el jornal entero.
10 Al llegar los primeros pensaban que les darían más, pero también ellos cobraron el mismo jornal por cabeza.
11 Al recibirlo se pusieron a protestar contra el propietario:
12 - Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos cargado con el peso del día y el bochorno.
13 Él repuso a uno de ellos:
- Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en ese jornal?
14 Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que a ti.
15 ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera con lo mío?, ¿o ves tú con malos ojos que yo sea generoso?
16 Así es como los últimos serán primeros y los primeros últimos.
EXPLICACIÓN.
"Todos", lit. "muchos", en el sentido de totalidad discreta: aunque sean primeros, adjetivo con sentido concesivo. La viña, figura del pueblo de Dios, antes Israel (Is 5,7; Sal 80,9s.15s), ahora la comunidad de Jesús (20,1). La parábola ilustra el principio inicial (19,30): la cantidad o calidad del trabajo o del servicio, la antigüedad, las diversas funciones, el mayor rendimiento no crean situación de privilegio ni son fuente de mérito, pues el servicio es respuesta a un llamamiento gratuito. El sentimiento del propio mérito crea descontento y división (11s.15). El servicio no se hace por deseo de recompensa, sino por la espontánea voluntad de ayuda a los demás (5,7.9). Se trabaja por crear igualdad, y ésta debe ser patente en la comunidad (cf. 18,1-5).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Eclesiástico 15,1-6.
1Quien respeta al Señor obrará así,
observando la Ley alcanzará la sabiduría.
2Ella le saldrá al encuentro como una madre
y lo recibirá como la esposa de la juventud;
3lo alimentará con pan de sensatez
y le dará a beber agua de prudencia;
4apoyado en ella no vacilará
y confiado en ella no fracasará;
5lo ensalzará sobre sus compañeros
para que abra la boca en la asamblea;
6alcanzará gozo y alegría,
le legará un nombre perdurable.
Explicación.
15,1 La conquista de la novia Sensatez se asegura por el respeto de Dios, que se traduce en la observancia de la ley. Idea del comienzo y central en el libro.
15,2-6 En el segundo acto es protagonista la mujer: ya es una madre, esposa de juventud, y por ello especialmente amada: Prov 5,18; Is 54,6; Jr 2,2. Se escucha al fondo el retrato de Prov 31: ella cuida solícita del marido dentro de casa y le procura fama entre los nobles, y para la posteridad.
15,3 En Prov 9,5 ofrece pan y vino.
15,4 Son expresiones que se suelen referir a Dios.
Salmo.119,9-14
9¿Cómo limpiará un joven su senda?
-Observando tu consigna.
10Te busco de todo corazón:
no me desvíes de tus mandatos.
11Guardo en el corazón tu promesa
para no pecar contra ti.
12iBendito eres, Señor!,
enséñame tus normas.
13Mis labios recitarán
todo lo que manda tu boca.
14En el camino de tus preceptos disfruto
más que con cualquier fortuna.
Explicación.
119,9-16 Juntando los versos 1 0.11.13. 14, obtenemos la serie "corazón, labios, camino = conducta", como nuestro de pensamiento, palabra y obra. Los versos 14 y 16 expresan el gozo: el orante no siente la ley como traba o peso.
Transposición cristiana.
Muchos títulos, símbolos o privilegios atribuidos en el judaísmo a la tora son atribuidos en el NT a Jesucristo: luz, agua de la roca, camino, etc. Por tanto, donde leemos ley o mandato podemos pensar en Jesús como Mesías. Como los relatos del Pentateuco son también tora, así y mucho más lo es la vida de Cristo. La lectura se facilita usando la clave del "camino". Jesús se lo apropia como norma de conducta y vía de acceso al Padre, al cual añade los de verdad y vida, también presentes en el salmo. Con su conducta y enseñanza nos enseña "el camino auténtico de la vida".
Evangelio. Juan 17,20-26
20. Pero no te ruego solamente por éstos, sino también por los que a través de su mensaje me den su adhesión:
21. que sean todos uno –como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo-, para que también ellos lo estén con nosotros, y así el mundo crea que tú me enviaste.
22. Yo, por mi parte, la gloria que tú me has dado se la he dado a ellos, para que sean uno como nosotros somos uno
23 – yo identificado con ellos y tú conmigo-, para que queden realizados alcanzando la unidad, y así conozca el mundo que tú me enviaste y que les has demostrado a ellos tu amor como me lo has demostrado a mí.
24. Padre, quiero que también ellos –eso que me has entregado- estén conmigo donde yo estoy, para que contemplen mi propia gloria, la que tú me has dado, porque me has amado antes que existiera el mundo.
25. Padre justo, el mundo no te ha reconocido; yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.
26. Ya les he dado a conocer tu persona, pero aún se la daré a conocer, para que ese amor con el que tú me has amado esté en ellos y así esté yo identificado con ellos.
EXPLICACIÓN.
Oración por la comunidad del futuro (20-23). Jesús ensancha el horizonte de su comunidad a épocas sucesivas (20). Está seguro de que su obra continuará. El llamado mensaje del Padre (6.7) y mensaje de Jesús (14,23), lo es también de los discípulos. No es para ellos una doctrina aprendida ni han de proponerlo como algo a lo que están obligados; no se puede proponer el amor si no se vive; se comunica como experiencia y convicción propia. El mensaje produce la adhesión a Jesús, punto de referencia para todos los tiempos. El mensaje no es una teoría sobre el amor, sino la formulación de la vida y muerte de Jesús.
La petición de Jesús es la unidad (21), expresión y prueba del amor, distintivo de la comunidad; su modelo es la unidad que existe entre Jesús y el Padre, y es condición para la unión con ellos. Quienes no aman no pueden tener verdadero contacto con el Padre y Jesús. Se establece así la comunidad de Dios con los hombres; su presencia e irradiación desde la comunidad, a través de las obras que revelan su amor (9,4), será la prueba convincente de la misión divina de Jesús. No se convence con palabras, sino con hechos.
La gloria/amor del Padre (el Espíritu) que Jesús ha recibido (1,14) constituye al Hijo (1,32.34) uno con el Padre (10,30). La comunicación de la gloria (22) a los discípulos realiza en ellos la condición de hijos; la comunidad de Espíritu produce la unidad entre ellos y con Jesús y el Padre. La comunidad es el nuevo santuario. La realización plena del designio de Dios (23) depende de la existencia de la unidad, fruto del amor incondicional. Éste es el testimonio válido ante los hombres. Equivalencia entre gloria y amor del Padre. Los discípulos manifestarán a un Dios que es don de sí generoso y total (“Padre”).
IV. Conclusión (24-26). El término quiero (24) muestra la libertad del Hijo (13,3): su designio es el mismo del Padre. Estar con él (14,3) denota la condición de hijos. Contemplar su gloria equivale a experimentar su amor (1,14) y responder a él (1,16). Jesús ha realizado el proyecto de Dios (1,1; 17,5), que el Padre había concebido como expresión total de su amor, y cuya realización en Jesús preveía desde el principio.
Expone al Padre la diferencia entre el mundo que lo rechaza y él y los suyos (25), para que el Padre justo los honre (12,26). Resume Jesús el contenido de su oración (26). Alude a su actividad pasada (vv. 4.6) y afirma su propósito para el futuro (vv.1.5): manifestar el ser el Padre dando la vida. La cruz será la revelación plena y definitiva de la persona el Padre, manifestando todo el alcance de su amor.
Conocer al Padre a través de Jesús es la vida definitiva (v.3). Quiere que los discípulos sean iguales a él, que gocen del mismo amor del Padre que él ha gozado, para que su unión con ellos sea total.
SÍNTESIS.
El acontecimiento salvador es la muerte de Jesús, en la que el Hombre queda terminado (19,30) al actualizar plenamente su capacidad de amar, y que revela lo que es Dios mismo: amor total y gratuito al hombre (Padre).
Desde su plenitud, Jesús el Hombre-Dios, igual y uno con el Padre, puede comunicar la vida/amor que posee. El efecto de esa comunicación será doble: la unidad de los que participan de él, y su entrega a la difusión de ese amor/vida en el resto de la humanidad.
El amor produce en los hombres una calidad de vida que puede llamarse definitiva, pues no está sujeta a muerte. Esa vida se identifica con la condición de hijos de Dios, que nace de la experiencia del amor de Dios como Padre al experimentar en la propia persona la acción salvadora de Jesús.
El amor, que es don de sí, establece la relación interpersonal, que no se crea dando “cosas”, sino dándose uno mismo. En cualquier donación se ofrece la propia persona. De hecho, el bien del hombre no está en poseer “algo” sino a “alguien”, en poseer a Dios y a los demás. Pero esta posesión no se adquiere por conquista o compra, se recibe como don gratuito. Cada uno regala su vida a los otros, como el Padre, que es Espíritu/vida (4,24), da su Espíritu a Jesús (1,32), y Jesús se entrega y da su Espíritu a los hombres (10,11; 19,30). Cada uno es dueño de su vida, su máxima riqueza, para entregarla; de esa manera, todos tienen en común la riqueza de todos (17,10).
Se ve así el sentido del “servicio”. Es el don personal de todos a todos. No basta un servicio “objetivo” al hombre, sino uno que en lo objetivo lleve dentro el ofrecimiento de la persona. La existencia de la comunidad una es al mismo tiempo el origen y el término de la misión.
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