Primera Lectura: Isaías 29:17-24
Salvación escatológica (32,15-20).
17Pronto, muy pronto, el Líbano se hará un vergel,
el vergel parecerá un bosque;
18aquel día oirán los sordos las palabras del libro,
sin tinieblas ni oscuridad
verán los ojos de los ciegos;
19los oprimidos volverán a festejar al Señor
y los pobres se alegrarán con el Santo de Israel,
20porque no quedarán tiranos,
se acabarán los cínicos
y serán aniquilados
los que se desvelan por el mal;
21los que acusan a uno en un proceso,
ponen trampas
al que defiende en un tribunal
y con falsedades hunden al inocente.
22Pues bien, esto dice el Señor,
Dios de la casa de Jacob,
que redimió a Abrahán:
Ya no fracasará Jacob, no sentirá sonrojo;
23cuando vean lo que hace mi mano
en medio de ellos,
santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24Los que habían perdido la cabeza,
comprenderán,
y los que protestaban, aprenderán la lección.
Explicación.
29,17-24. Este oráculo tardío de restauración pasa por encima de 15-16 para empalmar con lo que precede en 28,1-29,14 y en capítulos más lejanos. Las maldiciones precedentes serán abolidas. Comienza con una transformación de la naturaleza, que restaura la destrucción (10,33s); vienen después las mutilaciones físicas, abolidas también su función simbólica (6,10; 28,12. 14,23; 29,10); siguen las opresiones de la injusticia sustituidas por el reino de la justicia (1,21-26; 11,4; 28,6); finalmente, el hombre se enfrenta con Dios y gozosamente (8,13). Se acabarán tiranos y cínicos burlones (28,14-22; 29,5), los insensatos comprenderán (28,7.9.19). La síntesis de naturaleza transfigurada, sentidos corporales, sentido ético y sentido religioso es semejante a la de 11,1-9.
29,17. El tiempo escatológico es inminente en su misterio. El hombre no puede precipitar sus plazos (5,19), sino que debe esperar.
29,18. Podría referirse al libro de Isaías (8,16; véase 34,16).
29,19-20. Falta el jefe davídico de 11,4.
29,21. Véase Am 5,12.15.
29,22. Recordando los nombres de los patriarcas, da profundidad histórica a la historia; falta Isaac.
29,23. Los ojos iluminados reconocen en la historia la santidad de Dios, su trascendencia que se nos impone, imprevisible y acertada.
Salmo 27:1, 4, 13-14
1 El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
el Señor es baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?
4 Una cosa pido al Señor,
es lo que busco:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida;
contemplando la belleza del Señor,
observando su templo.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Explicación.
27,1 Los tres títulos de Dios son un programa. Luz: Sal 36,10: Salvación Sal 18,3.47; baluarte Sal 31,3.5. Sobre el temor: Jr 1,17; Is 51,12.
27,4b Coincide con el final del Sal 23. Habitar vitaliciamente en el templo es privilegio de sacerdotes y levitas.
27,4c El templo material puede ser observado (Sal 48,13-15); la belleza del Señor se contempla en una experiencia espiritual.
27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.
27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.
Evangelio: Mateo 9:27-31
27 Cuando se marchó de allí, al pasar lo siguieron dos ciegos pidiéndole a gritos:
- Ten compasión de nosotros, Hijo de David.
28 Al llegar a la casa, se le acercaron los ciegos; Jesús les preguntó:
- ¿Tenéis fe en que puedo hacer eso?
Contestaron:
- Sí, señor.
29 Entonces les tocó los ojos diciendo:
- Según la fe que tenéis, que se os cumpla.
30 Y se les abrieron los ojos. Jesús les avisó muy enserio:
- Mirad que nadie se entere.
31 Pero cuando salieron hablaron de él por toda aquella comarca.
EXPLICACIÓN.
27 - 31. Hijo de David, le atribuyen un mesianismo nacionalista y violento (cf. 22,41-46), por eso están ciegos. Dar vista a los ciegos, figura de la liberación (Is 29,18ss; 35,5.10; 42,6s; 49,6.9s). Curarlos significa sacarlos de la ideología nacionalista encarnada en la interpretación de la Ley enseñada por los letrados.
17Pronto, muy pronto, el Líbano se hará un vergel,
el vergel parecerá un bosque;
18aquel día oirán los sordos las palabras del libro,
sin tinieblas ni oscuridad
verán los ojos de los ciegos;
19los oprimidos volverán a festejar al Señor
y los pobres se alegrarán con el Santo de Israel,
20porque no quedarán tiranos,
se acabarán los cínicos
y serán aniquilados
los que se desvelan por el mal;
21los que acusan a uno en un proceso,
ponen trampas
al que defiende en un tribunal
y con falsedades hunden al inocente.
22Pues bien, esto dice el Señor,
Dios de la casa de Jacob,
que redimió a Abrahán:
Ya no fracasará Jacob, no sentirá sonrojo;
23cuando vean lo que hace mi mano
en medio de ellos,
santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24Los que habían perdido la cabeza,
comprenderán,
y los que protestaban, aprenderán la lección.
Explicación.
29,17-24. Este oráculo tardío de restauración pasa por encima de 15-16 para empalmar con lo que precede en 28,1-29,14 y en capítulos más lejanos. Las maldiciones precedentes serán abolidas. Comienza con una transformación de la naturaleza, que restaura la destrucción (10,33s); vienen después las mutilaciones físicas, abolidas también su función simbólica (6,10; 28,12. 14,23; 29,10); siguen las opresiones de la injusticia sustituidas por el reino de la justicia (1,21-26; 11,4; 28,6); finalmente, el hombre se enfrenta con Dios y gozosamente (8,13). Se acabarán tiranos y cínicos burlones (28,14-22; 29,5), los insensatos comprenderán (28,7.9.19). La síntesis de naturaleza transfigurada, sentidos corporales, sentido ético y sentido religioso es semejante a la de 11,1-9.
29,17. El tiempo escatológico es inminente en su misterio. El hombre no puede precipitar sus plazos (5,19), sino que debe esperar.
29,18. Podría referirse al libro de Isaías (8,16; véase 34,16).
29,19-20. Falta el jefe davídico de 11,4.
29,21. Véase Am 5,12.15.
29,22. Recordando los nombres de los patriarcas, da profundidad histórica a la historia; falta Isaac.
29,23. Los ojos iluminados reconocen en la historia la santidad de Dios, su trascendencia que se nos impone, imprevisible y acertada.
Salmo 27:1, 4, 13-14
1 El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
el Señor es baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?
4 Una cosa pido al Señor,
es lo que busco:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida;
contemplando la belleza del Señor,
observando su templo.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Explicación.
27,1 Los tres títulos de Dios son un programa. Luz: Sal 36,10: Salvación Sal 18,3.47; baluarte Sal 31,3.5. Sobre el temor: Jr 1,17; Is 51,12.
27,4b Coincide con el final del Sal 23. Habitar vitaliciamente en el templo es privilegio de sacerdotes y levitas.
27,4c El templo material puede ser observado (Sal 48,13-15); la belleza del Señor se contempla en una experiencia espiritual.
27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.
27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.
Evangelio: Mateo 9:27-31
27 Cuando se marchó de allí, al pasar lo siguieron dos ciegos pidiéndole a gritos:
- Ten compasión de nosotros, Hijo de David.
28 Al llegar a la casa, se le acercaron los ciegos; Jesús les preguntó:
- ¿Tenéis fe en que puedo hacer eso?
Contestaron:
- Sí, señor.
29 Entonces les tocó los ojos diciendo:
- Según la fe que tenéis, que se os cumpla.
30 Y se les abrieron los ojos. Jesús les avisó muy enserio:
- Mirad que nadie se entere.
31 Pero cuando salieron hablaron de él por toda aquella comarca.
EXPLICACIÓN.
27 - 31. Hijo de David, le atribuyen un mesianismo nacionalista y violento (cf. 22,41-46), por eso están ciegos. Dar vista a los ciegos, figura de la liberación (Is 29,18ss; 35,5.10; 42,6s; 49,6.9s). Curarlos significa sacarlos de la ideología nacionalista encarnada en la interpretación de la Ley enseñada por los letrados.
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