2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura: I Corintios 15, 1-11
1Os recuerdo ahora, hermanos, el evangelio que os prediqué, 2ese que aceptasteis, ese en que os mantenéis, ese que os está salvando..., si lo conserváis en la forma como yo os lo anuncié; de no ser así, fue inútil que creyerais.
3Lo que os transmití fue, ante todo, lo que yo había recibido: que el Mesías murió por nuestros pecados, como lo anunciaban las Escrituras, 4que fue sepultado y que resucitó al tercer día, como lo anunciaban las Escrituras; 5que se apareció a Pedro y más tarde a los Doce. 6Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez: la mayor parte viven todavía, aunque algunos han muerto. 7Después se le apareció a Santiago, luego a los apóstoles todos.
8Por último se me apareció también a mí, como al nacido a destiempo. 9Es que yo soy el menor de los apóstoles; yo, que no merezco el nombre de apóstol, porque perseguía a la Iglesia. 10Sin embargo, por favor de Dios soy lo que soy y ese favor suyo no ha sido en balde; al contrario: he rendido más que todos ellos, no yo, es verdad, sino el favor de Dios que me acompaña. 11De todos modos, sea yo, sean ellos, eso es lo que predicamos y eso fue lo que creísteis.
EXPLICACIÓN.
1-11. Se trata probablemente de otra cuestión propuesta a Pablo en la carta de los corintios (cf. 7,1). La resurrección significa la vida después de la muerte; esa promesa de vida para siempre, realizada ya en Jesús, es la base de la fe cristiana. La esperanza se convierte en certeza ante la experiencia cristiana de Jesús vivo y activo en la comunidad (1-2).
Pablo expone los testimonios transmitidos de la resurrección de Jesús; tal fue su mensaje y en ese mensaje se fundó la adhesión de los corintios al Señor. El texto de Pablo puede reflejar profesiones de fe en uso en las iglesias. Murió por nuestros pecados... Escrituras (3), cf. Is 53,8s.Resucitó... Escrituras (4); solía aducirse Sal 16,10 (cf. Hch 13,35). A Pedro (5) ("Cefas"), cf. Lc 24,34; a los Doce, en realidad, a "los Once", Mt 28,16s.
La aparición del Señor a Pablo es colocada al mismo nivel que las anteriores (8). Ella cambió su vida (9-10). Exposición tradicional (11).
Salmo: 118,1-2.16-17.28
1Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
2Diga la casa de Israel:
es eterna su misericordia.
16la diestra del Señor es sublime,
la diestra del Señor hace proezas».
17No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
28-Tú eres mi Dios, te doy gracias,
Dios mío, yo te ensalzo.
EXPLICACIÓN.
118,1-4 El estribillo es fórmula litúrgica de uso múltiple: Jr 33,11; 1 Cr 16; 2 Cr 5,13; 7,3; Esd 3,11 Y varias veces en el salterio.
118, 15b-16 El texto del canto es una elaboración de Ex 15,2.
118,17 -18 En cierto sentido, éste es el punto culminante del relato: porque lleva la liberación al límite de la vida y la muerte, porque interpreta el peligro grave como "educación" dirigida por Dios (Dt 8,5; Jr 30,11). El proceso entero estaba controlado por Dios, y el hombre, que ha revivido, puede "contar las hazañas del Señor": Sal 71,20.
118,28-29 Alternan solo y coro durante la procesión.
Transposición cristiana.
Éste es el salmo pascual por excelencia. Así nos lo enseña la tradición a partir del NT. La imagen de la piedra desechada, angular, la recogen Mt 21 ,42; Mc 12,1 Os; Lc 20,17; Hch 4,11; 1 Pe 2,6s. La aclamación Hosana: Mt 21,9; Mc 11,9s; Lc 19,18; Jn 12,13.
El salmo nos ayuda a meditar las etapas principales de la muerte y resurrección de Jesucristo.
Tú eres mi Dios, te doy gracias; / Dios mío, yo te ensalzo. R.
Evangelio: Lucas 7, 36-50
36 Un fariseo le invitó a comer con él. Entró en casa del fariseo y se recostó a la mesa.
37 En esto, una mujer conocida en la ciudad como pecadora, al enterarse de que estaba a la mesa en casa del fariseo, llegó con un frasco de perfume,
38 se colocó detrás de él junto a sus pies, llorando, y empezó a regarle los pies con sus lágrimas; se los secaba con el pelo, se los besaba y se los ungía con perfume.
39 Al ver aquello, el fariseo que lo había invitado dijo para sus adentros:
-Éste, si fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo está tocando y qué clase de mujer es: una pecadora.
40 Jesús tomó la palabra y dijo:
-Simón, tengo algo que decirte.
Él respondió:
- Dímelo, Maestro.
41 - Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios de plata y otro cincuenta.
42 Como ellos no tenían con qué pagar, se lo perdonó a los dos.
¿Cuál de ellos le estará más agradecido?
43 Contestó Simón:
- Supongo que aquel a quien le perdonó más.
Jesús le dijo:
- Has juzgado con acierto.
44 Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón:
- ¿Ves esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con su pelo.
45 Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró no ha dejado de besarme los pies.
46 Tú no me echaste ungüento en la cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume.
47 Por eso te digo: sus pecados, que eran muchos, se le han perdonado, por eso muestra tanto agradecimiento; en cambio, al que poco se le perdona, poco tiene que agradecer.
48 Y a ella le dijo:
- Tus pecados están perdonados.
49 Los comensales empezaron a decirse:
- ¿Quién es éste, que hasta perdona los pecados?
50 Pero él le dijo a la mujer:
- Tu fe te ha salvado; vete en paz.
EXPLICACIÓN.
F. El fariseo y la pecadora. 36-50. Tema principal: la fe y el perdón (48-50). Esta figura femenina está así en paralelo con la masculina del paralítico (5,20). La figura de Simón, fariseo (49), lo está con la de los fariseos y letrados de 5,21. En laza también la escena con 7,34, donde se enuncia la acusación hecha a Jesús de ser amigo de "pecadores"; remite así a la comida de Jesús con ellos, después de la llamada de Leví (5,29: gran banquete, señal de su agradecimiento; cf. 7,47).
Lc escenifica las respuestas positiva y negativa antes expuestas (7,29s) y la oposición entre "justo" y "pecador" (5,32). El perfume (37s), símbolo del amor. Simón llama a Jesús maestro (40), pero, a diferencia del pueblo (7,16), no lo reconoce por profeta (39). Desenlace de la parábola (42): Dios no es acreedor implacable, sino Padre que perdona. Agradecido (42): el arameo usa "amar" para indicar la reacción afectiva a un beneficio recibido ("agradecer").
Respuesta cauta de Simón (43), pero que no le deja escapatoria. Para ser liberado de los pecados hay que reconocerlos: el fariseo "justo" no se propone tal cuestión ni la presencia de Jesús lo hace reflexionar; frustra así el designio de Dios (7,30). Perdón de los pecados (cf. 5,20).
Reacción de sorpresa, pero no de hostilidad: se plantea la pregunta sobre la identidad de Jesús (cf. 7,19.20) (49). La fe/adhesión a Jesús coloca en un estado de salvación (comunicación del Espíritu) (cf. 5,24s) (50). Relación de la escena con las acusaciones de 7,34: Jesús acepta la invitación y no aleja a la pecadora.
2ª OPCIÓN
Primera Lectura: Filipenses 2,13-18
13porque es Dios quien activa en vosotros ese querer y ese actuar que sobrepasan la buena voluntad.
14Cualquier cosa que hagáis sea sin protestas ni discusiones, 15para ser irreprochables y límpidos, hijos de Dios sin tacha en medio de una gente torcida y depravada, 16entre la cual brilláis como lumbreras del mundo, manteniendo un mensaje de vida. El día del Mesías eso será una honra para mí, que mis trabajos no fueron inútiles en mis fatigas tampoco. 17Y aun suponiendo que mi sangre haya de derramarse sobre el sacrificio litúrgico que es vuestra fe, yo sigo alegre y me asocio a vuestra alegría; 18pues lo mismo vosotros, estad alegres y asociaos a la mía.
EXPLICACIÓN.
Escrupulosamente, lit. "con temor y temblor", cf. 2 Cor 7,15; Ef 6,5. No faltan medios para actualizar la salvación, pues Dios mismo ayuda y capacita (13). La oposición entre querer y obrar, propia del régimen de la Ley (Rom 7) queda superada en el régimen de la gracia/amor: el hombre puede ser consecuente con sus principios.
Para ir haciendo realidad la salvación, vivir unidos sin discordia (14): la unión es la que hace hijos de Dios; ella es la que purifica (cf. Ef 1,4) (15). Este testimonio de concordia es el que el mundo necesita, y ése es el objetivo que Pablo pretende con su labor (16). La iglesia ha de ser "esperanza hecha visible" del ideal humano de fraternidad y ayuda mutua. Mi sangre haya de derramarse (17), lit. "que yo sea derramado”; el sacrificio litúrgico, lit. "el sacrificio y la liturgia", hendíadis. Los términos cultuales se aplican a la vida cristiana en su doble dimensión de fe/fidelidad a Dios y amor al prójimo. Si dar culto significa honrar a Dios, para el cristiano el culto es la vida misma en la práctica del amor (cf. 4,18; Rom 12,1s; 1 Pe 2,9). Las dificultades no son motivo de tristeza, sino de alegría (18).
Salmo: 112,1.4-7.9
1Aleluya. Dichoso el que respeta al Señor
y es entusiasta de sus mandatos.
4En las tinieblas amanece para los rectos
el Piadoso y Clemente y Justo.
5Dichoso el hombre que se apiada y presta
y administra rectamente sus asuntos:
6porque no vacilará jamás
y será perpetuo el recuerdo del honrado.
7No temerá las malas noticias;
se siente firme confiado en el Señor.
9Reparte limosna a los pobres,
su justicia se afirma siempre.
alzará el cuerno con honor*.
Explicación.
112 El esquema normal de la bienaventuranza es: "dichoso el que C - porque será / tendrá X" , o sea, conducta y consecuencias: véanse Job 5,17s; Prov 8,34; Sal 41,2. El mismo esquema rige la malaventuranza final. Domina la idea de la compasión y generosidad; se podría sintetizar así: "dichoso el que es compasivo, porque Dios es compasivo". Los bienes que promete son selectivos.
112,1 a Recoge en parte 111,10a, como programa de vida.
112,4a "Amanece" una mañana liberadora. Tema y palabras se pronuncian a favor del hombre generoso en ls 58,10.
112,4b ¿Quién es el sujeto? Pienso que Dios: según la predicación litúrgica tradicional, Sal 111 ,4b; también "justo" es predicado frecuente de Dios. Ésa es la luz que amanece.
112,5a Eso sí, de la compasión divina aprende el hombre a compadecerse y prestar, aun a fondo perdido: Dt 15,1-11; Prov 11,24.
112,5b "Asunto": otros traducen "mantiene su palabra".
112,6ab "No vacilará" es corriente en el salterio; también Prov 10,30; 12,3. El "recuerdo": Prov 10,7.
112,7a Véase Jr 51,46.
112,7b-8b Amplifican el tema de la seguridad, bsada en la confianza en el Señor.
112,9a Véase Prov 11,24.
112,9c Véase Sal 75 con comentario. * O: la frente con dignidad.
Transposición cristiana.
En su billete para promover la colecta a favor de los cristianos necesitados de Jerusalén, Pablo cita los versos 9ab: léase 2 Cor 9,6-10. Para la imitación de Dios: Mt 5,48.
Evangelio: Juan 15,12-17
12. Éste es el mandamiento mío: que os améis unos a otros igual que yo os he amado.
13. Nadie tiene amor más grande por los amigos que uno que entrega su vida por ellos.
14. Vosotros sois amigos míos si hacéis lo que os mando.
15. No, os llamo siervos, porque un siervo no está al corriente de lo que hace su señor; a vosotros os vengo llamando amigos, porque todo lo que le oí a mi Padre os lo he comunicado.
16. No me elegisteis vosotros a mí, os elegí yo a vosotros y os destiné a que os pongáis en camino, produzcáis fruto y vuestro fruto dure; así, cualquier cosa que le pidáis al Padre en unión conmigo, os la dará.
17. Esto os mando; que os améis unos a otros.
EXPLICACIÓN.
El mandamiento que constituye la comunidad y le da su identidad (13,34) es, al mismo tiempo, el fundamento de la misión (12). Donde no existe comunidad de amor mutuo como alternativa a la sociedad injusta, no puede haber misión. Señala Jesús cuál es la cima del amor (13,34: Igual que yo os he amado) (13). Explica la adhesión en términos de amistad (15), que nace de la comunidad de espíritu y de la común vivencia de entrega. Ha pasado de la metáfora local (15,4: seguir insertados en la vid) a la relación personal (amigos). Requiere que la relación con él sea de amistad. Siendo el centro del grupo, no se coloca por encima de él: quiere ser compañero de los suyos en la tarea común. En contexto de misión, la amistad significa la colaboración en un trabajo que se considera común a todos y responsabilidad de todos. La igualdad y el afecto crean la libertad. La diferencia entre el siervo y el amigo se basa en la confianza. Ésta es total: a sus discípulos Jesús se lo ha comunicado todo.
La elección es la de todo discípulo (16). En cierto modo, Jesús ha elegido a la humanidad entera, pues ha venido a salvar al mundo (3,17; 12,47); al acercarse el hombre, esa elección queda concretada y realizada por la acogida de Jesús. La frase expresa la experiencia de cada cristiano, pues éste, aunque consciente de su opción libre, sabe que no puede atribuir sólo a su iniciativa la condición de miembro de la comunidad de Jesús. La elección se hace para la misión; los discípulos son colaboradores de Jesús. Él espera que la labor de los suyos tenga un efecto duradero que vaya cambiando la sociedad (que vuestro fruto dure). La dedicación a realizar las obras de Dios (9,4), que es la sustancia de la misión, pone a disposición de los discípulos la fuerza del Padre. A través de ellos se vierte el torrente de su amor.
Para terminar la sección sobre el amor, repite Jesús su mandamiento (cf.12 )(17), condición para estar vinculados a él y producir fruto. La repetición es, al mismo tiempo, un aviso: si no existe esa calidad de amor, falta lo esencial.
SÍNTESIS.
Identificado con Jesús y su mensaje, el grupo tiene su pleno apoyo. La actividad de la comunidad hace llegar a los hombres el amor del Padre que ofrece vida. Jesús excluye la adhesión y el amor propios de siervos o súbditos: deben ser amistad que llega a dar la vida por los amigos. La misión adquiere así una dimensión nueva: los discípulos se dedicarán con él a una labor que sienten como propia; no serán siervos de un señor, sino hombres libres, amigos que comparten su alegría en la tarea común.
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