Primera Lectura. Filipenses 2,1-4.
1Entonces, si hay un estímulo en el Mesías y un aliento en el amor mutuo, si existe una solidaridad de espíritu y un cariño entrañable, 2hacedme feliz del todo y andad de acuerdo, teniendo un amor recíproco y un interés unánime por la unidad. 3En vez de obrar por egoísmo o presunción, cada cual considere humildemente que los otros son superiores 4y nadie mire únicamente por los suyo, sino también cada uno por lo de los demás.
Explicación.
Indicios de división en la comunidad. Para evitarla, apela a la experiencia cristiana de los filipenses (estímulo, aliento, solidaridad, cariño) (1). Hacedme feliz del todo, lit. "colmad mi alegría". La comunidad cristiana se realiza por el amor mutuo, es decir, por la aceptación recíproca, la disposición a ayudar y la identidad de objetivos, aunque no necesariamente de ideas. Los sentimientos de superioridad y las miras egoístas la destruyen (2-4).
Salmo. 131,1-3.
1Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no persigo grandezas
ni maravillas que me superan.
2Juro que allano
y aquieto mi deseo.
Como un niño en brazos de su madre
como un niño sostengo mi deseo.
3¡Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre!
Explicación.
131 Género y situación. Oración de confianza individual que se abre a la comunidad. Uno de los más breves e intimistas de salterio. La intimidad ha abolido circunstancias externas, ha fijado un momento perdurable. El orante se desdobla: mira hacia dentro y comunica al Señor lo que descubre. Se ha mirado con tal lucidez y honestidad, que se atreve a jurar ante Dios.
La comparación del niño y la madre o el padre se establece entre el deseo o aspiraciones y el yo maduro. Es comparación psicológica, no teológica. El deseo puede ser como un niño necesitado, caprichoso, débil y exigente, inquieto y sin juicio. Toca a la madre acogerlo con dominio blando, con decisión cariñosa. Toca al varón dominar y serenar su deseo, con juicio y comprensión. En un segundo momento se puede trasladar la comparación a la relación del hombre con
Dios.
131,1 A manera de comentario pueden leerse textos sapienciales: Prov 16,18s; 30,13; Eclo 10,6-18; de los profetas Is 2,9-19. "Me superan": Job 42,3.
131,2 Mt 18,1-5 par.
131,3 Al aplicar la enseñanza a Israel, la experiencia individual se hace comunitaria y propone cuestiones graves. ¿Es la humildad virtud del individuo y no de la comunidad? ¿Es compatible el orgullo nacional con la confianza en Dios?
Transposición cristiana.
Un texto clásico sobre el hacerse niños se lee en Mt 18,3-5par. La humildad condición para recibir la revelación: Lc 10,21 s. Hay que repetir la pregunta final, dirigida a la Iglesia.
Evangelio. Lucas 14,12-14.
12 Y al que lo había invitado le dijo:
- Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a vecinos ricos; no sea que te inviten ellos para corresponder y quedes pagado.
13 Al revés, cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos;
14 y dichoso tú entonces, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.
EXPLICACIÓN.
Hay que ser desinteresado 8cf. 6,33); bienaventuranza para el amor gratuito y la generosidad (11,33-36) (12-14).
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