Primera Lectura. Levítico 19,1-2.11-18
1El Señor habló a Moisés:
2-Di a toda la comunidad de los israelitas:
<<[a] Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
11>>No robaréis, ni defraudaréis, ni engañaréis a ninguno de vuestro pueblo.
12>>No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
13>>No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero.
14>>No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Respeta a tu Dios. Yo soy el Señor.
15>>No
daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre
ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano.
16>>No andarás con cuentos de aquí para allá ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
17>>No guardarás odio a tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano y no cargarás con pecado por su causa.
18>>No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
Explicación.
19,11-18
Forman una serie compacta de preceptos para con el prójimo, que se
llama "paisano, prójimo o hermano". La disposición es curiosa, paralela:
11-15 contiene nueve prohibiciones que se cierran con un mandato
positivo "respeta al Señor"; en medio la firma "Yo soy el Señor"; en
16-18 otras nueve prohibiciones que se cierran con un mandato positivo
"amar al prójimo"; en medio la misma firma. (En la traducción usamos no y
ni). En detalle el desarrollo es menos regular, pues forma agrupaciones
temáticas y añade algún comentario.
19,11 El decálogo es más breve (Dt 5,19). Defraudar: véase 5,21.
19,12 El falso juramento se menciona aquí porque de ordinario se hace en perjuicio del prójimo.
19,13 Véanse Dt 24,14; Jr 22,13; Mal 3,5. El jornal se pagaba al fin de la jornada, los obreros vivían al día.
19,14 Lesiones más frecuentes entre los antiguos. Sería crueldad refinada.
19,15
Es un principio para defender la justicia imparcial: pobre y rico
representan una polaridad, los dos extremos. En la práctica el peligro
no es idéntico en ambas direcciones. Véanse Ex 23,1-3.6-8; Dt 1,16; Sal
82,2; Prov 24,23.
19,16 Un caso famoso es el de Nabot, 1 Re 21.
19,17
"Reprender" puede tener sentido forense o de buenas relaciones, como en
Prov 27,5s; 28,23. Es dudoso el sentido de la última cláusula: ¿quién
carga con el pecado?, ¿quién no reprende o el no reprendido? Puede
leerse como comentario abierto Eclo 19,13-17.
19,18
Sobre la venganza: Prov 20,22; Eclo 27,30-28,7; Mt 5,39s; Rom 12,17.
"Como a ti mismo" es una frase ancha, abierta. Puede significar que no
se trata de puro sentimiento y menos sentimentalismo; parece inculcar el
respeto al otro, tan persona como uno mismo; inculca la solidaridad
radical que ve en el otro algo propio, como en Is 58,7 "no cerrarte a tu
propia carne".
19,18 Eclo 28,1-7; Mt 19,19; Rom 12,19.
Salmo. 19,8-10.15
8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
15 Que te agraden las palabras de mi boca,
acepta mi meditación,
¡Señor, Roca mía, Redentor mío!
Explicación.
19,8-11
Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo.
Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad
exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta
establecer. Sólo síes: falta una para la perfección.
Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos;
es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar
razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es
lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría
interna, no es carga insoportable.
El último verso propone dos comparaciones: oro, símbolo y medida de
valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el
contenido más que en la formalidad de la ley.
19,15
Ya absuelto y con la integridad recobrada, el orante puede pronunciar
su plegaria uniéndose al himno de la creación y respondiendo al
atractivo de la ley. Su oración pondrá de acuerdo boca con mente y será
aceptada por Dios: cfr. Ex 28,38; Lv 1,3.
Concluye con dos títulos: una metáfora de la naturaleza, otra de la legislación.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano
contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el
símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el
nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el
Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de
Pablo.
Evangelio. Mateo 25,31-46
31Cuando
el Hombre llegue en su gloria acompañado de todos sus ángeles, se
sentará en su trono real y reunirán ante él a todas las naciones. El
separara a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las
cabras, 33y pondrá a las ovejas a su derecha y a las cabras a su
izquierda. 34Entonces dirá el rey a los de su derecha:
-Venid,
benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la
creación del mundo. 35Porque, tuve hambre y me disteis de comer, tuve
sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, 36estuve
desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y
fuisteis a verme.
37Entonces los justos replicarán:
-Señor,
¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer o con sed y te dimos de
beber? 38 ¿Cuándo llegaste como forastero y te recogimos o desnudo y te
vestimos? 39 ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
40Y el rey les contestará:
-Os lo aseguro: Cada vez que lo hicisteis con uno de esos hermanos míos tan insignificantes lo hicisteis conmigo.
41Después dirá a los de su izquierda:
-Apartaos
de mí, malditos, id al fuego perenne preparado para el diablo y sus
ángeles. 42Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me
disteis de beber, 43fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y
no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.
44Entonces también éstos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?
45y él les contestará:
-Os lo aseguro: Cada vez que dejasteis de hacerla con uno de ésos tan insignificantes dejasteis de hacerla conmigo.
46Éstos irán al castigo definitivo y los justos a la vida definitiva.
EXPLICACIÓN.
31-46.
Escena complementaria de «la llegada» descrita en 24,30s. Allí, como
salvación para los suyos; aquí se explica la suerte de los paganos
(24,30: todas las tribus de la" tierra; 25,32: todas las naciones); en
ambos casos, llegada del Hombre acompañado de sus ángeles. Época
histórica después de la destrucción de Jerusalén (24,29). No juicio de
los judíos- (19,28), sino únicamente de los paganos. El rey, época del
reinado del Hombre (13,41), que se inaugura con la destrucción de
Jerusalén (16,28) y dura hasta el fin de esta edad. La suerte de los
paganos depende de cuál haya sido su actitud con los más desvalidos
(34-36), con quienes se identifica Jesús (40). Se formulan así para los
paganos las condiciones para obtener la vida definitiva, como antes para
los judíos (19,16-19). El castigo definitivo es la muerte para siempre
(46).
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