PRIMERA LECTURA. Isaías 42,1-7.
Dios presenta a su siervo (Is 49; 50; 53; Mt 12,18-21).
1Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que promueva el derecho en las naciones.
2No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
3La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
4no vacilará ni se quebrará, hasta implantar
el derecho en la tierra,
y su ley que esperan las islas.
Dios habla a su siervo.
5Así dice el Señor Dios,
que creó y desplegó el cielo,
afianzó la tierra con su vegetación,
dio el respiro al pueblo que la habita
y el aliento a los que se mueven en ella.
6Yo, el Señor, te he llamado para la justicia,
te he tomado de la mano, te he formado
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.
7Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas;
Explicación.
42,1-4.
El oficio se recibe por elección y por el don del espíritu: el elegido
es mediador carismático. Su empresa es implantar el derecho, según la
voluntad de Dios. Realizará la empresa no con las armas y por la fuerza,
sino con un nuevo estilo: mansedumbre con lo débil y vacilante (como
Moisés, según Nm 12,3), pero firmeza y tenacidad en aguantar y cumplir.
El ámbito es universal: el reino de la justicia es lo que oscuramente
esperan los pueblos desconocidos. Citado en Mt 3,17 y Mc 1,11.
42,6.
La expresión hebrea podría traducirse por "con justicia,
legítimamente". Prefiero el sentido de finalidad. Hacia dentro, el
enviado será "alianza", aglutinante del pueblo y mediador de la alianza
con Dios (cfr. 2 Sm 5,3). Para los paganos será luz nueva (cfr. 2,5 y Lc
2,32).
42,7. Con valor simbólico: "abre los ojos" a los que estaban encarcelados en las tinieblas (cfr. Sab 17,2).
SALMO. 27,1-3.13-14.
1 El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
el Señor es baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?
2 Cuando me atacan los malhechores
para tragarme vivo,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
3 Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no teme;
si entran en batalla contra mí,
aun así yo confío.
13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Explicación.
27,1
Los tres títulos de Dios son un programa. Luz: Sal 36,10: Salvación Sal
18,3.47; baluarte Sal 31,3.5. Sobre el temor: Jr 1,17; Is 51,12.
27,2 "Tragarme vivo": a la letra "comer la carne"; Is 9,19; 49,26.
27,13
"Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como
juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en
vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.
27,14
¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una
voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El
tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por
la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn
14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.
EVANGELIO. Juan 12,1-11.
La comunidad celebra la vida (12, 1-8)
1. Jesús, seis días antes de la Pascua, fue a Betania donde estaba Lázaro, el muerto al que él había levantado de la muerte.
2. Le ofrecieron allí una cena, y Marta servía; Lázaro era uno de los que estaban reclinados con él a la mesa.
3.
Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo auténtico de
mucho precio, le ungió los pies a Jesús y le secó los pies con el pelo. Y
la casa se lleno de la fragancia del perfume.
4. Pero Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que iba a entregarlo, dijo:
5. -¿Por qué razón no se ha vendido ese perfume por trescientos denarios de plata y no se ha dado a los pobres?
6. Dijo esto no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban.
7. Dijo entonces Jesús:
-¡Déjala!, que lo guarde para el día de mi sepultura;
8. pues a los pobres los tenéis siempre entre vosotros, en cambio a mí no me vais a tener siempre.
La comunidad, centro de atracción (12, 9-11)
9.
Una gran multitud de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no
sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había levantado
de la muerte.
10. Los sumos sacerdotes, por su parte, acordaron matar también a Lázaro,
11. porque debido a él muchos de aquellos judíos se marchaban y daban su adhesión a Jesús.
EXPLICACIÓN.
1-8.
La Pascua, sin la determinación “de los Judíos” (2,13; 6,4; 11,55),
porque la que va a celebrarse es la de Jesús. Betania, sin localización
precisa (cf. 1,28; 11,18), lugar de la comunidad de Jesús. Allí está
Lázaro, muerto y vivo al mismo tiempo; es la comunidad de Jesús donde la
vida ha vencido a la muerte. Esta cena (13,2.4; 21,10) (2), que
sustituye al banquete fúnebre, es una acción de gracias a Jesús por el
don de la vida. Marta representa a la comunidad donde el amor se traduce
en servicio. Lázaro, que se había marchado con el Padre (11,00), está
presente en la comunidad, lugar de la presencia del Padre (14,23); la
representa en cuanto vencedora de la muerte.
María
(3) representa a la comunidad en su relación íntima con Jesús. Su gesto
muestra su agradecimiento por el don de la vida; el precio del perfume
es símbolo de su amor sin tasa. Asume el papel de Esposa respecto a
Jesús, el Esposo (3,29) (Cant 1,12: el perfume de nardo). El perfume
simboliza el amor de la comunidad por Jesús; le secó los pies con el
pelo, alusión a Cant 7,6, significando el amor de Jesús por los suyos.
La casa se llenó, etc.: ambiente de la comunidad, la fragancia del
amor/Espíritu (contraste con Jr 25,10 LXX; cf. Cant 1,3), perfume de
vida e inmortalidad, que tiene por centro a Jesús.
No
todos los discípulos aceptan el mensaje (4-5). Judas no comprende el
servicio ni el amor; como pretexto, pone la actividad externa de la
comunidad por encima de la expresión de su propia vida; como si se
pudiera amar a otros sin experimentar el amor de Jesús y de los miembros
del grupo. Pretende oponer los pobres a Jesús.
Mentiroso
y ladrón (6): en realidad no opone Jesús a los pobres, sino a su propio
interés. Le molesta el amor demostrado porque impide su provecho
personal. El que pretende ocuparse de los pobres, en vez de compartir
(6,11), se apropia de lo ajeno (se llevaba).
El
homenaje que tributa la comunidad a Jesús tiene por motivo la victoria
de la vida sobre la muerte. Cuando llegue el momento de la muerte de
Jesús deberán afirmar de nuevo esa victoria (7). Pero el perfume no será
conservado (19,38).
A
través de su muerte, Jesús va a vincularse con todos los pobres,
oprimidos, perseguidos de este mundo. El amor que Jesús comunica lleva a
la comunidad a acoger a los pobres, a los que tiene con ella y en medio
de ella.
9-11.
Allí (9), en la comunidad. No sólo Jesús, sino también su comunidad,
representada por Lázaro, el muerto-vivo, se convierte en centro de
atracción. Repercusión de este testimonio entre los adictos a la
institución judía. Las autoridades religiosas reaccionan, sin vacilar
ante un nuevo homicidio (10); se proponen suprimir también al grupo de
los que poseen esa vida, cuya realidad provoca el éxodo de sus
partidarios (11).
No hay comentarios:
Publicar un comentario