Primera Lectura. Isaías 65,17-21
17Mirad, yo voy a crear un cielo nuevo
y una tierra nueva;
de lo pasado no haya recuerdo
ni venga pensamiento,
18más bien gozad y alegraos siempre
por lo que voy a crear;
mirad, voy a transformar Jerusalén en alegría
y a su población en gozo;
19me alegraré de Jerusalén
y me gozaré de mi pueblo,
y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos;
20ya no habrá allí niños malogrados
ni adultos que no colmen sus años,
pues será joven el que muera a los cien años,
y el que no los alcance se tendrá por maldito.
21Construirán casas y las habitarán,
plantarán viñas y comerán sus frutos,
Explicación.
65,16b-25
Primer bloque de la instauración del nuevo orden, que forma un todo con
66,7-14. Conexiones: a) nuevo universo, en inclusión con 66,22; b)
Monte Santo como centro, en inclusión con 65,11 y pendiente hasta 66,20.
c) la alegría, apuntada en 13-14, retorna en 66,10.14; d) imagen
vegetal, prolongada en 66,14. Cronológicamente, el segundo bloque es
anterior, pues habla del nacimiento e infancia.
65,16b-19
El nuevo orden se establece con la abolición de la memoria doliente y
la afirmación de la alegría plena. a) La memoria puede ser paralizante
(43,18), puede ensombrecer el gozo presente, intimando su contingencia.
No hace falta una memoria admonitoria (Dt 8). El nuevo universo: 2 Pe
3,13 y Ap 21,1. b) La alegría (35) compartida se llama fiesta: el pueblo
festeja al Señor, el Señor a Jerusalén. Más aún, el Señor crea una
ciudad y un pueblo convertidos en puro gozo: la alegría es su ser.
Culmina la serie de 51,3; 54,1; 60,5; 62,5.
65,19b Puede verse Is 25,8 y la cita de Ap 21,4.
65,20 La longevidad es una de las bendiciones clásicas en el horizonte intramundano. Compárese con Sal 90,10.
65,21-22
Disfrutar del trabajo propio es una de las bendiciones (62,8-9). En el
nuevo orden habrá una actividad fecunda y satisfactoria (cfr. Sal 104):
se excluyen los agresores externos y los opresores internos. El árbol es
medida de longevidad (Job 14,7).
Salmo. 30,2.4-6.11-13
2 Te ensalzaré, Señor, porque has tirado de mí
y no has dado la victoria a mis enemigos.
4 Señor, alzaste mi vida del Abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
5 Tañed para el Señor, sus adictos,
dad gracias a su nombre santo:
6 Un instante dura su cólera,
toda la vida su favor;
al atardecer se hospeda el llanto,
al amanecer el júbilo.
11 Escucha, Señor, ten piedad,
Señor, socórreme.
12 Cambiaste mi luto en danza,
me desataste el sayal
y me ceñiste de fiesta.
13 Así te canta mi alma sin callarme,
Señor Dios mío, te daré gracias siempre.
Explicación.
30,2
El verbo significa tirar de, jalar. El enemigo triunfante podría ser la
Muerte personificada, como en Jr 9,20; Sal 49,15; Job 28,22.
30,4 "Bajar a la fosa" es expresión descriptiva corriente: Sal 28,1; 88,5; 143,7.
30,6 Alternativa: "su cólera inspirada ansiedad, su favor da vida". Compárese con Is 54,7.
30,12 Del luto ritual pasa a la danza festiva: Éx 15,20; Jue 11,34; 21,21.
30,13
"Por siempre": ¿qué significa esta frase en el horizonte mental del
autor? Lo ha dicho en el v.7 y fue presunción. Esta vez la muerte no ha
lanzado la carcajada del triunfo, pero al final cantará victoria (Sal
49,9). Si esta vez no ha sucedido, pronto bajará el orante a la fosa y
ya no alabará a su Dios. Para él "por siempre" significa mientras viva:
Ex 21,6; Lv 25,46.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
En
el horizonte cristiano la última frase consigue la plenitud de sentido.
Primero en Cristo (Jn 17), después en los cristianos. Pablo llama a la
muerte "el último enemigo" (1 Cor 15,26) y anuncia su derrota final (1
Cor 15,56).
Evangelio. Juan 4,43-54
43. Al cabo de los dos días salió de allí para Galilea,
44. pues Jesús mismo había declarado que a ningún profeta se le honra en su propia tierra.
Termina el ciclo de las instituciones.
Acogida en Galilea y vuelta a Caná.
45.
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, por haber
visto personalmente todo lo que había hecho en Jerusalén durante la
fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
46.a. Llegó así de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
CICLO DEL HOMBRE.
EL ÉXODO DEL MESÍAS
(4,46b-11,54)
Episodio programático:
Señales de vida, no alardes de poder.
46b. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún.
47.
Al oír éste que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo y
le pidió que bajase y curase a su hijo, que estaba para morirse.
48. Le contestó Jesús:
- Como no veáis señales portentosas, no creéis.
49. El funcionario le insistió:
- Señor, baja antes que se muera mi chiquillo.
50. Jesús le dijo:
- Ponte en camino, que tu hijo vive.
Se fio el hombre de las palabras que le dijo Jesús y se puso en camino.
51. Cuando iba ya bajando lo encontraron sus siervos, y le dijeron que su chico vivía.
52. Les preguntó a qué hora se había puesto mejor, y ellos le contestaron:
- Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre.
53.
Cayó en la cuenta el padre de que había sido aquélla la hora en que le
había dicho Jesús: “Tu hijo vive”, y creyó él con toda su familia.
54. Esto hizo Jesús, esta vez como segunda señal, al llegar de Judea a Galilea.
EXPLICACIÓN.
Dos
días, cf Os 6,2: En dos días nos hará revivir. La fe, fruto del
contacto personal con Jesús (41-44). Salvador del mundo, cf. 1,29: el
que quita el pecado del mundo; 3,16. El tema del profeta rechazado por
los suyos se había hecho proverbio (Mt 13,57; Mc 6,4; Lc 4,24; Jr
12,6-9; cf. Jn 1,11).
45
– 46a. Resonancia nacional de la actividad de Jesús en Jerusalén. Se
cierra el ciclo en que Jesús ha propuesto la sustitución de las antiguas
instituciones y ha sido rechazado. Va a comenzar una nueva etapa de su
actividad, con un cambio de táctica.
46b-54.
Episodio en paralelo con el de la boda en Caná, como segunda señal (54;
cf 2,11). Constituye al mismo tiempo un segundo principio (segundo
episodio programático).
El
poder político (46b, el funcionario real) ve en Jesús un Mesías
reformista y poderoso, según la interpretación de su persona y actividad
dada en Jerusalén (2,17.23) (47). Preocupado por la situación del
pueblo (el hijo) que depende de él, busca en Jesús un aliado del poder
(le pidió que bajase a Cafarnaún) que procure una solución dentro del
sistema de relaciones existente (subordinación). El poder, impotente
para salvar (estaba por morirse). Jesús denuncia la mentalidad de los
poderosos (no creéis); esperan la salvación de una demostración de poder
(cf. Dn 3,31-33; 4,32), como en el antiguo éxodo (Ex 7,3.9; 11,9,10;
15,11). Jesús va a efectuar una liberación/éxodo, pero sin alarde de
fuerza ni ostentación de poder (48). Chiquillo (49): cariño, pero
dependencia (menor de edad). Jesús llama al enfermo tu hijo (50),
subrayando la igualdad; la salvación implica la libertad, no puede
efectuarse en la relación de dependencia. Su mensaje (sus palabras) son
vida, que él comunica independientemente de la voluntad del poderoso
(50-51).
El
cambio de actitud de éste se manifiesta en el texto por los diferente
modos de designarlo (46b.49: el funcionario; 50: el hombre; 53: el
padre, cambio de relación). La hora séptima (52), que sigue a la sexta,
hora de la muerte de Jesús (19,45), es aquella en que, terminada su
obra, produce la vida con la entrega del Espíritu (19-30). Ambiente no
judío; la salvación será universal y consistirá en comunicar vida al
pueblo, independientemente del deseo de los dirigentes.
Esta
segunda señal anuncia un comienzo y un programa de actividad. Supone la
de Caná y se realiza desde el mismo lugar. El objetivo es el mismo,
manifestar la gloria/amor (2,11), pero, ante una institución que rechaza
el plan de Dios, Jesús va a dar vida al hombre directamente, fuera del
marco institucional (54).
SÍNTESIS.
El
programa universalista de Jesús comienza a realizarse con la llamada
del Israel heterodoxo. Los marginados responden, mientras los instalados
en el régimen judío lo han rechazado. Jesús supera las barreras creadas
por los particularismos étnicos y religiosos (templos); su labor es la
personalización del hombre (el designio del Padre), que se alcanza
cuando éste posee una nueva calidad de vida/amor (el Espíritu), una
nueva actitud respecto a los hombres y al mundo. Dios/el Padre no exige
presentes ni dones, él es el dador que comunica vida. El homenaje al
Padre ya no consiste, por tanto, en un culto ritual. No hay dos esferas,
la de Dios y la de la vida. La existencia misma, dedicada al bien de
los demás, que prolonga en el mundo la acción creadora, es el culto que
honra al Padre. El amor forma inmediatamente la nueva comunidad humana.
Dios
se define como principio dinámico de amor (Espíritu). El sustrato del
universo es un amor personal, activo y sin fronteras, hecho presente en
Jesús y que por él llega a todo hombre que lo acoge en su realidad
humana.
En
el hombre, el Espíritu/amor es un nuevo principio vital que toma el
puesto de la Ley externa; es constitutivo del hombre y lo que va
llevando a su plenitud. El espíritu es único, el de Jesús; por eso crea
la unidad en la diversidad.
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