PRIMERA LECTURA. Jeremías 11,18-20.
De las confesiones de Jeremías (Jr 15,10-21; 17,14-18; 18,18-23; 20,1-18). 1. Comienza la persecución.
18El Señor me enseñó
y me hizo comprender lo que hacían*:
12 6" También tus hermanos y tu familia
te son desleales, también ellos
te calumnian a la espalda;
no te fíes aunque te digan buenas palabras".
11 19 Yo, como cordero manso
llevado al matadero, no sabía
los planes homicidas
que tramaban contra mí:
"Cortemos el árbol en su lozanía,
arranquémoslo de la tierra de los vivos,
que su nombre no se pronuncie más".
20Pero tú, Señor de los ejércitos,
juzgas rectamente,
sondeas las entrañas y el corazón;
a ti he encomendado mi causa,
que logre desquitarme de ellos.
Explicación.
11,18 *Desde el 11,18 al 12,6 cambia el orden de los versículos.
11,18-23.
Encajaría muy bien aquí Jr 12,6.3. Aceptamos con varios autores la
transposición de dos versos, en busca de su contexto lógico.
Aquí
comienzan las "confesiones de Jeremías": irrupciones líricas, rasgos de
autobiografía y relatos biográficos se van entretejiendo con el destino
del pueblo. La persecución pudo comenzar a raíz del discurso sobre el
templo (7 y 26). Incluso los parientes (Miq 7,6; Sal 50,20) y paisanos
se vuelven contra el profeta incómodo. Primero con la "calumnia a la
espalda" (6,28; 9,3); más tarde intimidando con amenazas de muerte (el
texto parece condensar varias etapas).
En
medio de la hostilidad, el profeta está solo con el Señor, su amo y
confidente: él informa al ingenuo, a él acude el perseguido, él
sentencia a los culpables. En vez de autobiografía, Jeremías nos lega
apuntes de oración personal.
11,19.
Del cordero se toma la inocencia indefensa, sin alusiones
sacrificiales. La imagen pudo inspirar a Is 53 y pasó a ocupar un puesto
central en Ap. La imagen vegetal es tradicional (Sal 1; 92,13-15; 128,3
etc). Si Jeremías no tenía hijos, con su muerte se extinguía su nombre.
11,20. "Sondeas"; 6,27; 9,6; 17,10; 20,12; Sal 139,23 etc; lo ha demostrado descubriendo los planes de los parientes.
SALMO. 7,2-3.9-12.
2. Señor, Dios mío, a ti me acojo:
Sálvame de mis perseguidores y líbrame,
3. para que no me atrapen como un león
Y me desgarren sin remedio.
9. –el Señor es juez de los pueblos-.
Júzgame, Señor, según mi justicia,
según mi honradez, a mi favor.
10. Cese la maldad de los culpables
y apoya al inocente,
tú que sondeas corazón y entrañas,
Dios justo.
11. Mi escudo está en un Dios
que salva a los hombres rectos.
12. Dios es un juez justo,
Dios sentencia * cada día.
Explicación.
7,2-3
El peligro es grave, está en juego la vida, y sólo el Señor puede
librarlo. La imagen del león delata lo que de bestial y feroz se esconde
en el hombre y aflora en su conducta.
7,9b Véase el desarrollo de Sal 26, 1-3 y compárese con Sal 35,24.
7,10a Cesa por intervención del juez, y el inocente logra la estabilidad.
7,10b
Toca al juez averiguar: Dt 19,18. Dios ve más allá de los hechos porque
penetra las conciencias: Prov 15,11; 17,3; 21,2. “Entrañas”: a la letra
“riñones”, sede de las pasiones.
7,11 Del caso personal sube al principio general.
7,12-14.
Parece afirmar dos contrarios: la puntualidad de “cada día” y el dar
tiempo para la conversión. La ejecución salta a la imagen bélica, y
antes se pronuncia un ultimátum: cfr. Dt 20,10-13; 32,41s.
7,12 * O: condena.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Partimos de 1 Pe 2,23; en 5,8 compara al diablo con un león. Mt 25,32 presenta al juez universal escatológico.
EVANGELIO. Juan 7,40-53.
40. Al oír estas palabras, algunos de la multitud decían:
-Ciertamente éste es el Profeta.
41. Decían otros:
-Éste es el Mesías.
Pero aquellos replicaban:
-¿Es que el Mesías va a venir de Galilea?
42. ¿No dice aquel pasaje que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?
43. Se produjo división entre la gente a propósito de él.
44. Algunos de ellos querían prenderlo, pero nadie le puso las manos encima.
45. Volvieron entonces los guardias adonde estaban los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos le preguntaron:
-¿Se puede saber por qué no lo habéis traído?
46. Replicaron los guardias:
-Nunca hombre alguno ha hablado así.
47. Les replicaron los fariseos:
-¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar?
48. ¿Es que alguno de los jefes le ha dado su adhesión o alguno de los fariseos?
49. En cambio, esa plebe que no conoce la Ley está maldita.
50. Los interpeló Nicodemo, el que había ido a verlo al principio, y que era uno de ellos:
51. -¿Es que nuestra Ley condena a un hombre sin antes escucharlo y averiguar lo que hace?
52. Le replicaron:
-¿Es que también tú eres de Galilea? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas.
EXPLICACIÓN.
División
de opiniones en el pueblo (40-41a); dos son positivas, pero un grupo
niega el mesianismo de Jesús, basándose en el pretendido origen y lugar
de nacimiento. El evangelista no decide; para él, lo único importante es
la misión divina (41b-43). Tercer grupo, hostil a Jesús (44).
La
vuelta de los guardias con las manos vacías (45) provoca la indignación
de los fariseos. Impresión de los guardias (46) y exasperación de los
fariseos (47); tachan a Jesús de impostor (engañar); según ellos, la
opinión oficial es normativa para todos; los individuos no tienen
derecho a formarse un juicio (cf. 7,13.26). Desprecio del pueblo,
maldito, porque no conoce la Ley y no puede practicarla; sólo quienes
estudian pueden estar a bien con Dios; religión de élite. Confunden el
conocimiento de la Ley con el conocimiento de Dios (49). Nicodemo,
fariseo (3,1), apoyándose en la Ley, exige un juicio justo (Dt 1,16-17)
(50-51); son las obras (lo que hace), no los prejuicios, las que han de
decidir. No se da cuenta de que los fariseos han hecho de la Ley un
instrumento de injusticia (cf. 19,7). Invectiva a Nicodemo (52): No
responden a la cuestión que ha planteado, no atienden a razones; quieren
insultar a Nicodemo (galileo, como Jesús); lo tachan de ignorante
(Estudia) (para un profeta de Galilea, cf. 2 Re 14,25). Están
obnubilados por su aversión a Jesús. Ni consideran la posibilidad de que
sea el Mesías (un profeta).
SÍNTESIS.
Ante
la ruina que amenaza, por la situación de injusticia y opresión
existente, Jesús propone su alternativa: la nueva comunidad humana. El
único principio para construirla es el amor leal. Para ello hace falta
un hombre nuevo, el que ha sido completado con la capacidad de amar
hasta el fin.
Jesús
se ha presentado como la Sabiduría. Pero lo que él comunica no es un
saber teórico, sino el Espíritu, vida y fuerza de amor. El conocimiento
que da el amor saca de la ambigüedad a toda sabiduría, impidiéndole
convertirse en culto de sí mismo y en instrumento de opresión. La única
respuesta de los dirigentes es la violencia.
Nota crítica.- La perícopa 7,53-8,11, que
contiene el episodio de la adúltera, aunque ciertamente conserva un
relato muy primitivo, no pertenece al Evangelio de Juan. No se encuentra
en los mejores testigos del texto, en los codd. que la contienen no
ocupa siempre el mismo lugar, el vocabulario que en ella aparece no
corresponde al de Jn, y ningún Padre griego la comenta. Un documento la
atribuye al Evangelio de Lucas.
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